Ya casi nos hemos olvidado de ella. La gripe, patología por antonomasia durante los meses de frio, ha pasado completamente inadvertida este invierno. Y es que las medidas de prevención del coronavirus y las altas tasas de vacunación contra esta enfermedad han conseguido borrar la gripe del mapa sanitario de nuestro país.

Los datos que el Sistema de Vigilancia de la Gripe en España ofrece cada semana son claros: desde el inicio de la temporada de gripe sólo se han notificado 12 detecciones de este virus.

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Pues bien, según un estudio del Hospital Príncipe de Asturias de la Comunidad de Madrid los beneficios de vacunarse contra la gripe no sólo se reducen a evitar los contagios de este virus, sino que además puede reducir el riesgo del infarto de miocardio en personas de 60 años o más.

Publicado en la prestigiosa revista de la Asociación Americana del Corazón (JAHA, por sus siglas en inglés), este informe sugiere también que el virus de la gripe juega un papel decisivo en la ruptura de las placas de ateroma (los cúmulos de colesterol que se forman en las paredes de las arterias) que causan el infarto.

La investigación está liderada por el jefe de Cardiología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias, Alberto García-Lledó, y el responsable de Farmacología Clínica del mismo centro hospitalario, Francisco José de Abajo, también catedrático de Farmacología de la Universidad de Alcalá.

La realización del estudio se basó en analizar la relación entre la gripe y el infarto de miocardio durante cinco periodos, comprendidos entre junio de 2013 y junio de 2018.

Para ello se tomó una muestra de 8.240 pacientes que sufrieron un infarto de miocardio en el que se confirmó la ruptura de una placa de aterosclerosis durante una angioplastia primaria (cateterismo cardiaco destinado a abrir la obstrucción causada por la placa de ateroma rota). Como variables asociadas se incluyeron la temperatura mínima y si los pacientes habían sido vacunados o no.

Los resultados demostraron que la gripe y las bajas temperaturas se asociaron independientemente con un mayor riesgo de ese tipo de ataque cardíaco, y que las vacunas contra la gripe podrían reducir ese riesgo entre las personas de 60 años de edad o más.

En este sentido, el jefe de Cardiología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias apunta también que los expertos de Salud Pública consideran que la tasa de vacunación contra la gripe debe situarse entre el 60% y 70% para las personas mayores de 60 años, así como para aquellas con afecciones de alto riesgo y los profesionales sanitarios.

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De hecho, esta campaña de vacunación ha alcanzado el 65% de cobertura en mayores de 65 años, un porcentaje desconocido hasta este momento en nuestro país.

Hay que recordar que en la temporada de gripe 2019-2020, fallecieron 3.900 personas a causa de este virus, y 1.800 requirieron ingreso en UCI a causa de las complicaciones derivadas de la infección por el virus de la gripe.