Los diferentes informes realizados sobre este imputado en una pieza separada durante las diligencias previas llaman la atención sobre el hecho de que asesorara a los propietarios originales de los terrenos de la playa chicharrera y al mismo tiempo a la empresa que les compró esos terrenos, Inversiones Las Teresitas (ILT).

Pero, además, a los agentes les sorprendieron "los numerosos movimientos de entrada y salida de dinero en los años 1998, 1999 y 2000 y su cuantía". Hayek movió más de 40 millones, según la Agencia Tributaria, no precisa si de pesetas o de euros, pero destaca sobre todo una circunstancia: "Dos salidas de dinero de 300.500 euros y 301.000 euros el 28 de junio y el 8 de julio de 1999 a una cuenta bancaria en el paraíso fiscal de Islas Caimán en concepto de operaciones en valores".

Según declaró Antonio Messía, extesorero del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, a la magistrada instructora del caso Carla Bellini, del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), Hayek fue señalado por los antiguos propietarios de los terrenos de la playa como autor de la sustracción de escrituras para posteriormente realizar trámites en la operación sin el consentimiento de los titulares de las fincas. "Se aprovechó", según testificó Messía, "de la escasa cultura y nivel de alfabetización" de los dueños de esas fincas.

Los anónimos recibidos por la Fiscalía y el TSJC señalaron que Hayek recibió presuntamente 400 millones de pesetas (2,4 millones de euros) del entorno de González y Plasencia. De ahí, según los investigadores, semejante movimiento de dinero, beneficios a los que se suman los 600.000 euros que percibió por trabajar para ILT en la redacción del convenio urbanístico de la playa chicharrera.

Algunos de sus compañeros lo tachan de "avaricioso, frío, arisco y calculador". Licenciado en la Universidad de La Laguna, divorciado, casado en segundas nupcias con una mujer mucho más joven que él y, desde noviembre de 2007, Medalla de Oro del Colegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife por superar los 40 años de ejercicio, Mauricio Hayek ya estuvo involucrado en otros dos procesos judiciales sonados: defendió a los afectados por la quiebra de los prestamistas Alfonso Santaella Cayol y Quintín Melo Benítez.