El presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna, convocará a todos los ayuntamientos de la Isla a una reunión para debatir, dentro del plan estratégico insular, la futura regasificadora. Esta cumbre, que podría celebrarse a final de enero o principios de febrero, abordará también la ampliación del Aeropuerto o el tratamiento de residuos sólidos.

Bravo, que mantuvo ayer una reunión con el grupo de gobierno de Santa Lucía, que se opone, al igual que la Mancomunidad del Sureste, a que la planta de gas se ubique en la comarca, dijo: "No lo hemos tratado específicamente, porque se trata de un tema de la Isla en su conjunto, sin perjuicio de que si se decide al final que se haga la regasificadora tendrá que estar en algún término municipal".

El presidente insular indicó que su planteamiento es el de hacer compatible el interés general de la Isla, con los intereses municipales. "Y, en cualquier caso, si un municipio tiene que soportar una instalación que no sea cómoda, tendría que ser compensado por el resto de los municipios de la Isla", añadió.

En cuanto a la manifestación de Gascan sobre que la no instalación de la regasificadora implicaría una subida de los precios de la luz, Bravo de Laguna apuntó que la planta de gas "tiene distintos componentes, uno es el económico, pero también tiene aspectos sociales, aspectos medioambientales, que serán tratados con diálogo en el Plan Especial de Hidrocarburos que el Cabildo ha reasumido y que esperemos que esté concluido en un año".

El presidente insular alegó que "las imposiciones no forman parte de mi cultura política, por lo que si el Cabildo ve que el gas es de interés para la Isla intentaré convencer a los que resulten más directamente afectados", aclaró.