La remodelación del Gobierno de Santa Cruz abre una crisis en CC de Tenerife

El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife es la casa de los líos. El alcalde de Santa Cruz, José Miguel Bermúdez, sabe que se metió en un laberinto político complejo desde que accedió a la alcaldía con una frágil mayoría tras los peores resultados electorales conseguidos por CC en la capital y se vio obligado a firmar un pacto de Gobierno con los socialistas para poder gobernar, un acuerdo contra natura, que no fue entendido ni por las bases de su partido ni por el electorado tradicional de los nacionalistas, más partidario de gobernar en solitario o con apoyo del PP.

Sin embargo, el alcalde en vez de buscar una salida se va perdiendo más y más en cada encrucijada que se encuentra en el camino. Apenas 18 meses después de llegar a la Alcaldía, Bermúdez afronta ahora una doble crisis. Interna, porque ha sido incapaz de imponerse en el partido, y externa por la escasa proyección pública de su gobierno, agravada después de la renuncia este mes del teniente de alcalde, el socialista Julio Pérez, junto a otros dos compañeros del PSC. Tras el carismático, pero polémico, liderazgo de Miguel Zerolo, que gobernó Santa Cruz durante 16 años, Bermúdez, más tímido y apocado que su antecesor, se ha encontrado no sólo con unas arcas municipales en bancarrota. Tiene a un partido desgarrado, a sus socios peleados, y una crisis de Gobierno en la que se ha colado como número dos del Ayuntamiento José Ángel Bethencourt, uno de los promotores de la denuncia por la operación urbanística en la playa de Las Teresitas, por la que está imputado el ahora senador Miguel Zerolo. "Bermúdez está cavando su propia tumba", avisa Zerolo.

Maniatado y resignado Bermúdez ha asumido sin rechistar la designación propuesta por los socialistas de Santa Cruz para que José Ángel Martín Bethencourt sea el primer teniente de alcalde, lo que no ha sentado nada bien en CC de la capital y en nada ha contribuido tampoco a mejorar la ya maltrecha convivencia de los socialistas tinerfeños más acostumbrados a la oposición que a ejercer el poder. La herida es tan profunda entre los nacionalistas que hasta el nuevo secretario insular de Coalición y alcalde de La Laguna, Fernando Clavijo, trató de mediar, sin éxito, para impedir que el alcalde Bermúdez colocara como número dos a Martín Bethencourt.

Clavijo fracasó. El malestar hasta ahora interno y privado ha estallado en público. El primero que lo ha verbalizado ha sido Miguel Zerolo: "Bermúdez cava su propia fosa y la del partido al firmar ese nombramiento". Martín Bethencourt fue durante el pasado mandato uno de los principales detractores y denunciantes del Plan General de Ordenación de Santa Cruz elaborado por el equipo de Zerolo. "Realmente, lo que haga Bermúdez no me importa", comenta el exregidor y actual senador de CC, quien entiende que el alcalde de Santa Cruz es rehén del pacto que suscribió tras las elecciones municipales con el PSOE para garantizarse la alcaldía capitalina sin tener en cuenta las consecuencias que esta apuesta puede traer a los nacionalistas en los próximos comicios locales.

La posibilidad de dejar escapar más votos de los perdidos en 2011 en la capital es una de las principales preocupaciones del nuevo líder de Coalición en Tenerife. Clavijo recomendó a José Manuel Bermúdez que la vacante de Julio Pérez, un prestigioso abogado que ocupó la secretaría de Estado de Justicia, no se supliese con uno de los principales enemigos de Zerolo. No era sólo una cuestión de imagen o de deslealtad interna. Se trataba de marcar una estrategia electoral coherente para las elecciones municipales de 2015. Los ciudadanos de Santa Cruz, considera el nuevo líder de Coalición en Tenerife, ya castigaron al partido en las generales de noviembre tras el pacto firmado con el PSOE. Y el nombramiento de José Ángel Martín como primer teniente de alcalde, de hecho el número dos del ayuntamiento, escuece al electorado tradicional de CC en la capital. "Lo que está claro es que Bermúdez ha abierto las puertas a Felipe Campos para que se sienta alcalde accidental de la ciudad", avisó Zerolo al referirse a la amistad del nuevo teniente de alcalde con el abogado e impulsor de la Plataforma contra el Plan General de Santa Cruz.

Los socialistas tampoco están al alimón con este nombramiento que agrieta un poco más las discrepancias en el partido. Martín Bethencourt no era ni de lejos el sucesor que habría querido Julio Pérez, quien dejó el ayuntamiento harto de tener que lidiar con denuncias urbanísticas que se cansó de desmontar. Su compañero y actual teniente de alcalde no solo nunca dio la cara por él, sino que además alardeaba de su amistad con los denunciantes. En la promoción de Martín Bethencourt fue decisiva la victoria de Manuel Fumero en el último congreso socialista. Su contrincante, el concejal de La Laguna Javier Abreu, confiaba en dar el cargo de Julio Pérez a Florentino Pérez.