¿Quién es su rival, Mariano Rajoy o Mariano RajoyPablo Iglesias
Rajoy claramente. Cuando Iglesias comenta que Sánchez tendrá que decidir, debería tener claro que el PSOE ya dijo en marzo sí al cambio y a un gobierno progresista. Pero el señor Iglesias bloqueó ese cambio, de una manera legítima, pero que, lógicamente, no comparto. Al final Rajoy e Iglesias representan dos polos opuestos de la política pero comparten una misma forma de entender la democracia, exigen un contrato de adhesión: si no haces lo que yo digo entonces no hay acuerdo. Por eso España ahora está en una situación de bloqueo y de inmovilismo.
Ha hecho usted una llamada a no tropezar dos veces en la misma piedra. Vistas las posiciones de los cuatro partidos sobre pactos se antoja difícil salir de este bucle en el que está la política española.
Iglesias en las elecciones del 20 de diciembre pidió el voto a los socialistas de corazón y algunos le dieron esa confianza; lo que nunca se imaginaron es que iba a traicionar esa confianza votando en contra de un candidato socialista a la Presidencia.
El PSOE y Ciudadanos sostienen que no facilitarán, ni con la abstención, un Gobierno del PP. ¿Si Rajoy se echara a un lado, sería más fácil llegar a un acuerdo de gobernabilidad con los populares?
Imagino que para Ciudadanos sí, pero para nosotros daría igual.
¿Cómo ve las repetidas llamadas al acuerdo de Podemos?
Sobre la mano tendida de Podemos, es preferible que el señor Iglesias suelte antes la mano de Rajoy. En estos seis meses ha quedado en evidencia la confluencia de intereses entre el PP y Podemos, que han compartido la misma estrategia y un mismo adversario, el PSOE.
¿Entonces el ofrecimiento de Pablo Iglesias le parece una trampa al socialismo español?
(Sonrisas) La mano tendida del señor Iglesias dura lo que dura una campaña.
¿El acuerdo del PSOE con Podemos es un imposible?
La solución política al bloqueo que atraviesa España pasa por un PSOE que sea la primera fuerza política del país porque entonces aquellos que dijeron no, se verán obligados a decir que sí. Y yo no vetaré a ninguna fuerza política del cambio pero serán las políticas, y no en los sillones, donde nos podremos entender. La intransigencia del señor Iglesias lo llevó a votar "no" a un programa de investidura muy semejante al programa electoral con el que se presentó el 20 de diciembre y se vuelve a presentar el 26 de junio.
¿Si hay sorpasso
Es una contradicción por parte de Iglesias que quiera pactar con nosotros para que el PSOE le haga presidente y, en cambio, él haya votado en contra de la investidura de un candidato socialista. La única salida a este atasco político, en el que han metido a este país el bloqueo de los extremos del señor Iglesias y el señor Rajoy, es un PSOE que sea la primera fuerza política. De esa forma el 26 de junio habrá un gobierno dialogante, de corte progresista, basado en el acuerdo y el entendimiento entre distintas fuerzas.
¿Por lo que dice no tiene miedo al sorpasso
Yo lo que quiero es darle la sorpresa a Mariano Rajoy.
Independientemente del resultado del 26-J, ¿tiene decidido si presentará su candidatura al próximo congreso federal del PSOE?
Hombre, me gustaría presentarme como presidente del Gobierno; por eso trabajo. He demostrado que soy un político que hace lo que dice. Los españoles decidirán el 26 de junio el futuro de todos, pero ya que me pregunta en términos personales, serán ellos los que decidan cuál es mi futuro. Y luego serán los militantes quienes decidan, libre y democráticamente, cuál es el futuro de la organización. Pero creo que, en fin, no llevo ni dos años al frente del PSOE y considero que estoy al principio de mi mandato.
¿Entonces hay proyecto Sánchez por delante?
Claro, hay proyecto y, sobre todo, vocación de trabajar y de articular una mayoría social en torno a un partido que representa los valores socialdemócratas de la mayoría de este país.
Una última cuestión. ¿Se vio maniatado, filas adentro del PSOE, ante el proceso de negociación previo?
El debate interno siempre enriquece las posiciones negociadoras de la dirección federal. Si uno pone el retrovisor, se da cuenta de que es cierto lo que dijo Javier Fernández. ¿De verdad quería pactar alguien que exige una vicepresidencia plenipotenciaria, con todas esas competencias de ruptura de la independencia del Poder Judicial y de los fiscales, que la lucha contra la corrupción dependa de él, y no de los jueces y fiscales, el control de los espías y, además, el derecho a la autodeterminación de Cataluña, el País Vasco y Galicia? Más que tender puentes, ese día Pablo Iglesias los voló.