Podemos agudiza su crisis en Canarias. Su organigrama se vacía poco a poco, al sufrir un goteo constante de dimisiones. Apenas una semana después de la dimisión en bloque de su Consejo Insular en Tenerife, ayer renunciaron a sus cargos siete integrantes del Consejo Ciudadano Autonómico, como respuesta "a la falta de democracia interna, el ejercicio autoritario del poder y los ataques a la libertad de expresión dentro de la organización" en el Archipiélago.
Así lo denuncian en una carta en la que explican los motivos de su marcha, que presentaron ante el secretario general de la organización morada, Pablo Iglesias. La decisión fue comunicada también al secretario de Organización, Pablo Echenique, y al Consejo Autonómico.
Sus argumentos coinciden con los esgrimidos el 3 de noviembre por los miembros del Consejo tinerfeño. De hecho, múltiples conflictos han sacudido a Podemos, que ha ido perdiendo muchos de sus cargos orgánicos elegidos en las primarias celebradas a principios de 2015. Además, resulta significativo que, de los seis consejos insulares constituidos, sólo quedan los de Gran Canaria y Lanzarote. En general, los dimisionarios aducen discrepancias con la dirección autonómica, especialmente con la secretaria general, Meri Pita, y de Organización, Concepción Moreno. Hasta ahora Echenique ha respaldado a la cúpula regional.
Con los últimos abandonos, el Consejo Autonómico queda con menos de la mitad de sus miembros activos elegidos en elecciones internas, una situación que, según los firmantes, hace que éste sea "un órgano deslegitimado democráticamente", lo que ven "inaceptable en un proyecto como Podemos". El consejo ha experimentado paulatinas renuncias desde que se creó en marzo de 2015. Una de las salidas más relevantes fue la del diputado regional Juan Márquez el 22 de octubre, tras una discusión con Pita.
"Un politburó reducido"
En esta ocasión han cesado Domingo Guzmán, Milagros de la Rosa, José Fernández-Palacios, Domingo Garí, Dailos González, Juan Pérez y Odaya Quintana, que señalan que la dirección canaria de Podemos se ha reducido a Pita, a su mano derecha, Moreno, y a "un reducido número de camaradas, algunos puestos a nómina, que operan como un politburó reducido, a la vieja usanza de la peor tradición de la izquierda". Reprochan que el órgano de dirección "carece de normas y la dirección no ha querido aprobar un reglamento de funcionamiento, para, así, imponer la arbitrariedad de manera sistemática".
Critican que "se hace un uso irregular de las actas de las reuniones" y que Pita "no actúa como la voz" del consejo, sino que va "por libre", para "luego imponer lo que ella ha decidido como más conveniente".
Entre sus motivos para irse, subrayaron "las acusaciones de que 'no son Podemos', que se dirigen a las voces críticas dentro del órgano de dirección autonómico, que constituyen un ataque brutal contra los principios de una organización que se manifiesta democrática, abierta y plural, dándose situaciones como la amenaza de abrir un expediente disciplinario y someter a acoso personal y político a quien discrepe o simplemente se atreva a preguntar, aun cuando utilice los cauces internos establecidos".
Añadieron la "falta de transparencia", la ausencia de debate sobre los grandes asuntos de Canarias y la "guerra desatada por Pita y Moreno contra los consejos insulares".