Los socialistas de La Palma, Fuerteventura y Lanzarote se rebelan contra el apoyo de su propio partido al cambio en los criterios de reparto del Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdcan), propiciado el pasado viernes por el refrendo del PSOE en el Parlamento a las enmiendas del PP y Nueva Canarias (NC). Es tal el malestar, que los diputados socialistas de estas islas podrían romper la disciplina de voto en el pleno donde se han de aprobar los Presupuestos canarios de 2017, con el fin de que el Fdcan no se modifique. La crisis abierta en el Gobierno entre CC y el PSOE por el reparto de este fondo se extiende al seno de los partidos y ya todos los implicados ponen como fecha límite para tomar una decisión el 21 de diciembre, día en que se ha de celebrar el pleno sobre los presupuestos.

Así, el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, admitió ayer públicamente que este es el plazo para reconducir la cada vez más deteriorada relación entre Coalición Canaria y el Partido Socialista. Clavijo tomará una decisión definitiva en función, precisamente, de lo que ocurra en la Cámara regional. La prueba de fuego será, por tanto, la decisión del PSC-PSOE de seguir o no adelante con su apoyo a los grupos de la oposición en la polémica del reparto del Fdcan, que se nutre con los fondos del ITE (Impuesto sobre el Tráfico de Empresas).

Gobierno en minoría

Pero ya desde ambos partidos se infiere que la situación es irreconducible, y cada vez cobra más fuerza que el desenlace será el cese de los consejeros socialistas y un Gobierno en minoría de Coalición Canaria, como ocurrió en mayo de 2005, cuando Adán Martín gobernó durante dos años en inferioridad numérica tras cesar a los consejeros del PP. Todo apunta a que, por lo menos al principio, el PP se mantendría fuera del Gobierno regional. A la dirección estatal del partido no le interesan eventuales desavenencias con el PSOE en Madrid por un posible apoyo al Gobierno nacionalista de Clavijo, y menos en plena fase de negociación del presupuesto nacional.

Y también descarta un pacto con los socialistas para desbancar a CC, con quien cada vez estrecha más lazos precisamente por el voto nacionalista a las cuentas estatales.

El presidente del Gobierno no quiso ahondar en ninguna de las cábalas que vienen haciéndose en las últimas semanas -"no puedo dar más pistas", bromeó-, aunque no ocultó su incomodidad con una situación en la que los socialistas han llegado a ausentarse del Consejo de Gobierno y en la que han votado a favor de las enmiendas de la oposición a la propuesta del Ejecutivo para el reparto del dinero del Fdcan, uno de los proyectos estrella de Clavijo. "Cómodo uno no se siente, obviamente, pero esto es lo que yo califico de ruido y, afortunadamente, el ruido no tiene nada que ver con la realidad ni con la gestión que está haciendo el Ejecutivo canario", subrayó el presidente que, no obstante, hizo hincapié en que "si esto continúa, tendré que tomar una decisión".

Fernando Clavijo, que fijó esa fecha límite del día 21 tras reunirse con el máximo dirigente del PP en la comunidad, Asier Antona, sí puso énfasis en las renovadas relaciones del Gobierno canario con el Gabinete estatal después de la etapa convulsa que caracterizó los últimos meses de su antecesor, Paulino Rivero, en el cargo. Clavijo expuso también, en lo relativo al Fdcan, que no piensa modificar ni un ápice lo que aprobó el Consejo de Gobierno, a pesar de que lo hiciera con la ausencia, en señal de desacuerdo, de los consejeros socialistas. "El acuerdo del Consejo de Gobierno va a tener plena vigencia; no podemos transmitir a la ciudadanía que los acuerdos de gobierno son modificables por cuestiones partidistas", recalcó.

La situación está más que enconada porque el portavoz del PSOE en el Parlamento, Iñaki Lavandera, volvió a dejar claro que no darán marcha atrás en el nuevo reparto aprobado el pasado viernes con NC y el PP y que tumba literalmente el acordado en el Consejo de Gobierno. Lavandera señaló que su apoyo a las enmiendas de la oposición fue una decisión de la gestora, o por lo menos de su presidente José Miguel Rodríguez Fraga, que suele hacer pinza en sus determinaciones con la vicepresidenta, Patricia Hernández. "El pacto está muy tocado, porque hay una actitud de imposición continua por parte de CC, con incumplimientos reiterados e insultos de altos cargos de Coalición Canaria que rayan la misoginia", afirma Lavandera. Con todo, señala que el PSOE no ha negociado con ningún partido una moción de censura contra Clavijo, aunque apunta "que en el futuro cualquier cosa puede pasar". El secretario insular del PSOE en Fuerteventura, Blas Acosta, miembro de la gestora, mostró ayer su enfado con Lavandera y con quien le haya dado la orden en la gestora para apoyar los cambios en el Fdcan. Y lo hizo señalando que Dolores Corujo, su homóloga en Lanzarote, siente lo mismo que él. Asegura que, siendo miembros de la gestora, nadie les consultó ese apoyo del PSOE en el Parlamento.

Defienden el reparto actual aprobado en el Consejo de Gobierno y en el que han trabajado un año ayuntamientos y cabildos, asegura Acosta. "Esa decisión no se ha tomado en la gestora y ni aceptamos las niñatadas de CC ni las del PSOE", sentenció.

El socialista Anselmo Pestana, presidente del Cabildo palmero, también re rebela contra el nuevo reparto. Pestana, junto a los consejeros insulares de CC, pide que se respete el criterio de la doble insularidad en el reparto. Recuerda que desde su institución lleva algo más de un año trabajando en esta línea, buscando consensos con otros partidos políticos, con ayuntamientos y con el Gobierno.

"A ese consenso es al que apelamos, al consenso que necesita Canarias. El Fdcan es sólo el 0,02% del presupuesto de la comunidad y si no somos capaces de distribuir con justicia una cantidad tan pequeña, eso significa que tenemos un problema en Canarias", apunta.