Clima de precampaña electoral en la sesión plenaria desarrollada ayer en el Parlamento de Canarias. Gran Canaria fue el trofeo principal -Fuerteventura el secundario- que socialistas y populares, más los últimos, se afanaron por conquistar tras hacer pasar una y otra vez por el ring al vicepresidente del Gobierno canario, Pablo Rodríguez, que encabezará la lista de Coalición Canaria (CC) por la primera de las islas mencionadas en las autonómicas del próximo mes de mayo. Combate nulo y, en ocasiones, innecesario.
La máquina de la estrategia electoral empieza a soltar humo negro por la chimenea. Una de las colinas a conquistar es Gran Canaria, tradicional bastión de los populares. Saben en el PP que el tamaño de su previsible retroceso depende de su capacidad de resistencia en esa plaza. El temor fundado de los populares es el efecto arrastre que pueda tener en el plano regional el estreno de José Miguel Bravo de Laguna, para el Cabildo, y Nardy Barrios, para la capital, con la casaca nacionalista.
A Rodríguez Valido le lanzaron golpes hasta en cuerpo ajeno. El presidente de los populares canarios, Asier Antona, se fajó con el jefe del Ejecutivo regional, Fernando Clavijo, por el "atasco" que a su entender aqueja al Gobierno cuando se trata de gestionar los presupuestos para hacer nuevas carreteras.
Antona aseguró que no se trata "de un problema de dinero", porque si bien en pocos días está fijada la firma del nuevo convenio sobre la materia con Madrid, "lo cierto" es que Pablo Rodríguez -también consejero de Obras Públicas y Transportes- no ha hecho los deberes. "No tienen los proyectos", afirmó el jefe de la bancada popular en la Cámara. Y si no quedaban claras las coordenadas del proyectil verbal aclaró el origen del problema: "Su Gobierno [el de Clavijo], su consejero [Rodríguez] y 30 años de CC" al frente de la autonomía.
"Se ha equivocado de tema"
Al presidente regional, de común escaso en el gesto, se le notaron las ganas de contestar. "Se ha equivocado de tema", espetó a Antona para a continuación aventar los 934 millones de euros que ahora, sentencia del Tribunal Supremo mediante, el Estado debe pagar a las Islas por la suspensión unilateral por parte del Gobierno de Mariano Rajoy del anterior convenio de carreteras firmado con Canarias.
Así pues, según Clavijo, el presidente de los populares canarios tendría que haber acudido a la Cámara "a pedir perdón", porque la realidad que describió Clavijo es que desde que Rodríguez está al frente del departamento se han preparado proyectos que esperan por la llegada de 800 millones de euros para comenzar a ejecutarse.
La segunda andanada llegó al alimón -no en el tiempo pero sí en el asunto- por parte de los diputados majoreros Iñaki Lavandera (PSOE) y Águeda Montelongo (PP). Preguntaron de distintas maneras por el devenir del muelle de Gran Tarajal tras el desastre del pasado mes de marzo que se saldó con el hundimiento de varias gabarras por efecto del temporal Emma y los consiguientes vertidos de combustible.
El socialista no se anduvo con rodeos: "Debería dimitir. No está preparado, solo le interesa la foto y un día más le sale movida", a lo que el vicepresidente opuso que el pasado fin de semana ya pudo entrar un crucero de gran calado. Por ello recomendó a Lavandera "menos demagogia y menos publicidad catastrofista" en torno a un puerto que va a "seguir creciendo y genera crecimiento económico".
Montelongo llegó minutos después sin pedir dimisiones. Su intervención solo valió para que el consejero de Obras Públicas y Transportes volviera a exponer la que entiende como una gestión exitosa.
