La población de España se frena y la canaria se ralentiza. En los próximos diez años Canarias crecerá en número de habitantes pero ya muy lejos de las cifras que se alcanzaron entre 2000 y 2005. Según la proyección demográfica hecha pública ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el número total de canarios en 2020 será de 2.154.430, sólo 54.195 personas más que la previsión padronal para este año. Es decir, el incremento en los próximos diez años será del 2,71%; entre 2001 y 2002 creció un 3,8%, un total de 62.389 personas.

En el conjunto de España la previsión apunta un decrecimiento en ese mismo periodo del 1,2% de forma que la población, actualmente situada en 46,1 millones pasaría a ser de 45,5 millones. El país perderá en ese periodo 567.351 habitantes, hasta julio el país ya ha perdido 27.771 habitantes. Junto a Canarias, solo las comunidades de Baleares (3,65%), Andalucía (2,66%) y Murcia (2,33%) mantendrán sus crecimientos, eso sí, discretos.

Las causas para esa ralentización son justamente las mismas que propiciaron años atrás el espectacular crecimiento: la natalidad y la inmigración, solo que en los próximos años jugarán en sentido inverso que hasta ahora. Llegarán menos inmigrantes y nacerán menos niños.

Natalidad

El INE apunta un descenso de la natalidad para el conjunto de Estado del 4,7% con respecto a la década pasada. Así, en 2020 nacerían 396.417 niños, un 18,1% menos que en 2010. En Canarias la tendencia es la misma, pero la diferencia con el resto del país es que la pirámide de población canaria es más joven, por tanto la tasa de fecundidad es superior y la caída de la natalidad, en este sentido, será más lenta.

En este sentido, la disminución de los nacimientos, explican fuentes del Instituto Canario de Estadística (Istac), tendría que ver no ya tanto con que las mujeres den a luz menos hijos sino con que el número de féminas en edad fértil es menor. Es decir, la población española y canaria, en menos medida, envejece.

En 2020 en Canarias nacerán 14.700 bebés, 16.743 cinco años antes y el saldo a final de este año será de 18.611 niños; en 2001 nacieron 19.262 bebés, 20.127 en 2005 y 20.672 tres años después.

Emigración

A partir de este año, a nivel nacional, el saldo migratorio exterior -la diferencia entre los inmigrantes y los españoles que eligen vivir fuera de España- empieza a ser negativo. Es decir, serán más las personas que se vayan que las que lleguen de tal forma que la diferencia entre unos y otros en 2012 será de 121.993 y 62.618 al final de la década.

El INE calcula que 2011 se cerrará con aproximadamente 450.000 inmigrantes nuevos, mientras que será 580.850 los españoles que abandonarán el país para residir en el extranjero, por lo que el saldo migratorio será de 130.850 personas menos.

Si la tendencia se mantuviera, la emigración al extranjero contribuirá negativamente al crecimiento demográfico en varias comunidades autónomas, especialmente en Cataluña, Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana y el País Vasco.

En las Islas, en cambio, el saldo migratorio seguirá siendo positivo pero manteniendo la tendencia descendente ya apuntada en años anteriores. Mientras el número de extranjeros residentes en el Archipiélago pasó de 2002 a 2003 de 143.138 personas a 179.493 -36.355 más- entre 2008 y 2009 la diferencia fue de 17.357, 6.175 con respecto a 2010.

Respecto a la migración interna, la que se produce entre comunidades autónomas, a diferencia del primer lustro de la década pasada Canarias registrará un saldo negativo igual que Andalucía y Castilla y León. Por el contrario recibirán población Cataluña, la Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana y el País Vasco.

En este sentido, la proyección no hace más que confirmar la tendencia que se viene registrando en las Islas desde que empezaron los indicios de crisis. Se fueron más canarios a vivir a la Península que peninsulares llegaron a partir de 2006. En 2007 el saldo fue negativo en 2.182 personas, en 6778 en 2009 y en 4.670 el pasado año.