El lunes a las 14.00, en un hotel de Santa Cruz de Tenerife, Paulino Rivero estampaba su firma en el pacto utilizando un bolígrafo de "madera dura" regalado por José Miguel Pérez, quien también rubricó el acuerdo acto seguido. El martes a las 13.00, ni 24 horas después de sellado el pacto, la nueva mayoría parlamentaria debía pasar su prueba de fuego, limitado, pero prueba al fin y al cabo. Pero aparentemente un diputado de la nueva mayoría, nacionalista, se negó a apoyar al vicepresidente primero de la Cámara, el socialista Julio Cruz, y es posible que al resto de cargos en la Mesa propuestos por CC y PSC. Caras serias en las bancadas del PSC y encuentro imprevisto entre Rivero y Pérez al término del pleno: "Por supuesto, también se habló de eso", dijeron fuentes socialistas.

La sangre no llegará al río entre otras cosas porque los nacionalistas creen tener identificado al diputado que se abstuvo y porque en el PSC aseguran que no hubo fugas en su grupo. Algunos en Coalición dejaron entrever que podría tratarse de Miguel Zerolo, llamado a dejar el escaño en las próximas semanas para beneficiarse de un reforzado aforamiento contra el caso Teresitas en el Senado. Zerolo negó anoche que él emitiera esos votos en blanco, ni en relación con Julio Cruz ni con el resto. La nota, a la que las dos fuerzas del Pacto por Canarias quisieron restar importancia, deslució en parte la constitución del Parlamento de la VIII legislatura y la apabullante elección de Antonio Castro como presidente de la Cámara.

Las matemáticas podrían ayudar, en todo caso, aclarar la procedencia del diputado que jugó a la contra. El Parlamento está compuesto por cuatro grupos: CC (21 diputados); PP (21 escaños); PSC (15) y Mixto (Nueva Canarias y PIL, tres diputados). Sin embargo, Cruz fue elegido por 35 diputados y no 36 como estaba previsto, pero es que también el resto de miembros de la Mesa obtuvieron todos, excepto Castro, cuatro abstenciones, es decir, los tres del Mixto y el diputado desconocido que jugó, sobre todo, a introducir dudas y recelos en la nueva mayoría.

El pacto (CC-PSC) votó siempre disciplinadamente, pero con 35 diputados, no con 36, mientras el PP hizo lo propio: sus dos candidatos (Manuel Fernández a la vicepresidencia segunda y Águeda Montelongo a la secretaría segunda) fueron apoyados por 21 diputados y, ojo, cuatro en blanco, con la nueva mayoría (35 escaños) en contra de los populares.

Es posible incluso que uno de los votos en blanco recibidos por Castro Cordobez procediera del mismo escaño porque Román Rodríguez había anunciado al nuevo presidente de la Cámara que recibiría su respaldo. El otro voto en blanco fue del propio Castro, según confesó el mismo.

Aunque se especulaba ayer con que la fuga en CC proviene de las filas herreñas, AHI firmaba en esos momentos en que se constituía la Cámara el acuerdo de gobernabilidad con los socialistas en esa isla. No había, pues, razones para un castigo tan generalizado a manos del diputado en blanco.

Más allá de esta intencionada indisciplina de un escaño de la mayoría parlamentaria (el PSC niega que procediera de sus filas), la constitución de la Mesa transcurrió sin sobresaltos, con Castro Cordobez que no acababa de creer haberse convertido en el presidente de la Cámara con más apoyos de la historia. En su discurso, Castro llamó a los parlamentarios a estar a la altura de lo que demandan los ciudadanos: "Dedicación, voluntad de diálogo, imaginación, esfuerzo y patriotismo".