Canarias recibió cinco pateras con un total de 159 ocupantes en la segunda quincena de junio, con lo que la llegada de inmigrantes acumulada desde principios de año se sitúa en 8.741 personas, un 25,7 por ciento más que en 2021, según datos del Ministerio del Interior.

Aunque los datos están todavía de forma apreciable por encima de los de hace un año, apuntan a una desaceleración: el crecimiento del 25,7% con el que se acaba junio está en la mitad de las alzas con las que terminaron mayo (50,5%) y abril (50,2) y es inferior a las tasas de marzo (70,9%), febrero (134,8) y enero (53,8). En la quincena anterior a la que acaba de terminar (primera de junio), llegaron a Canarias doce pateras con 453 ocupantes.

Desde el 1 de enero al 30 de junio de este año han llegado de manera irregular a España un total de 14.071 inmigrantes, lo que supone un aumento del 7,1% respecto al mismo periodo de 2021, aunque el ritmo de crecimiento continúa a la baja, ya que hace apenas un mes el crecimiento era del 28,3%.

Un desafío común

Precisamente sobre la inmigración habló ayer el presidente del Parlamento de Canarias, Gustavo Matos, en la Conferencia de Asambleas Legislativas Regionales de la UE (Calre) celebrada en Bruselas, desde donde defendió la solidaridad entre regiones para abordar el fenómeno migratorio.

Matos defendió este planteamiento en un encuentro del Comité de las Regiones en el que participaron el presidente de Calre, Jean-Claude Marcourt, el presidente del Comité Europeo de las Regiones, Vasco Cordeiro, y, por vía telemática, la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola. «La migración es un desafío para las regiones, sobre todo las fronterizas y, especialmente, las insulares, por lo que es preciso que se dé una respuesta conjunta y eficaz por la UE», subrayó el presidente de la Cámara legislativa de la Comunidad Autónoma durante el encuentro.

Gustavo Matos, según se indica en el comunicado, también abordó la relación entre mundo digital y sostenibilidad y, en este sentido, advirtió de las desigualdades que genera la brecha digital. «El mundo avanza hacia la digitalización total, algo interesante desde el punto de vista medioambiental, pero hemos de poner el acento en que una parte de la población no puede quedar excluida», agregó.

Indicó que en España «se ha producido un movimiento ciudadano, personas jubiladas con graves problemas para acceder, por ejemplo, a entidades financieras debido a esa brecha digital». El presidente del Parlamento defendió la potenciación de la participación directa de la ciudadanía en asuntos públicos como solución a su desafección hacia las instituciones.