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«A mi grupo lo respeta»

Barragán sale en defensa de su bancada tras las continuas alusiones de Rodríguez a una supuesta doble portavocía ejercida por Espino

José Miguel Barragán (CC) hoy en la comisión de estudio sobre el reto demográfico. Ramón de la Rocha

Tenso debate en el Parlamento de Canarias por el papel que juega la diputada del grupo Mixto, Vidina Espino, en la bancada de Coalición Canaria. El vicepresidente Román Rodríguez la acusó de sustentar una doble portavocía para el grupo nacionalista algo que descartó José Miguel Barragán. 

El portavoz del grupo Nacionalista en el Parlamento de Canarias, José Miguel Barragán, se vio obligado ayer a pedir la palabra tras una comparecencia del vicepresidente Román Rodríguez en el pleno del Parlamento canario, para salir en defensa de la bancada nacionalista. El objetivo era defenderse de las continuas alusiones del también consejero de Hacienda a la colaboración que la diputada del grupo Mixto, Vidina Espino mantiene con Coalición Canaria, asegurando que ahora la formación nacionalista dispone de dos turnos y dos portavoces para interpelar al Gobierno en los plenos. «Si quiere meterse con la señora Vidina se mete, pero a mi grupo lo respeta», dijo Barragán, quien aseguró que no le dice a la diputada «lo que tiene que decir o no», aclarándole que los representantes de su partido son quienes se sientan en los escaños reservados a su grupo «y nadie más». Al mismo tiempo que le recordaba a Rodríguez que él sabía «perfectamente» quienes eran el presidente y los portavoces adjuntos del grupo de CC-PNC.

Lo cierto es que Espino accedió al escaño que ocupa en el Parlamento de Canarias en 2019 como representantes de Ciudadanos (Cs), después de llegar de su mano a la política en 2018, como secretaria de Comunicación de la formación naranja. En 2019 ganó las primarias y se convirtió en la candidata a la presidencia en el Archipiélago. Su candidatura obtuvo dos diputados en la Cámara regional, ella misma y su compañero de filas Ricardo Fernández de la Puente.

Sin embargo, en julio de 2021 Espino abandonó el partido aunque mantuvo su sillón en el pleno. Entre los motivos que alegó en aquel momento para dejar la formación con la que se había iniciado en la política, apuntó al voto emitido por los representantes de su formación en el Congreso y el Senado respecto a la modificación del Régimen Económico y Fiscal de Canarias (REF), en relación al diferencial fiscal vinculados a los rodajes de cine, más importante en el Archipiélago que en el resto del país.

Sin embargo, desde Cs se apuntó también entonces que el verdadero motivo era que la dirección regional tramitaba su relevo como portavoz para ser sustituida por Ricardo Fernández de la Puente, el otro diputado de la formación.

En marzo de este año, Espino anunció que empezaría a colaborar con Coalición Canaria , a pesar de que durante la campaña electoral de 2019 criticó a la formación nacionalista a la que acusó de tener una «política clientelar y de favores». Durante estos meses ha seguido apoyando al partido aunque no se ha producido su afiliación al mismo, aunque ella misma aseguró hace unos meses que no lo descarta.

Las alusiones que lanzó ayer Rodríguez hacia la exdiputada del partido que todavía comanda Inés Arrimadas a nivel nacional fueron continuas y protagonizó junto a ella varios broncos debates en la sesión. En una ocasión, el vicepresidente aseguró, sin referirse específicamente a Espino, que «quien traiciona una vez traiciona veinte» y en otra la acusó de usar «chascarrillos, mentiras y vídeos para conseguir un echadero», después de que ella le preguntase por los datos de ejecución presupuestaria. Ella aseguró que el año pasado habían quedado sin ejecutar 671 millones de euros y le recriminó también los ocho millones de euros para el pago de salarios de los «enchufados», como calificó a los asesores tanto del área de Presidencia como de Vicepresidencia del Gobierno.

El vicepresidente acusó a Espino de «retorcer las cifras, manipularlas y mentir», sin atender a las respuestas sobre lo que pregunta, pero la diputada tampoco se quedó atrás y le recordó a Rodríguez el caso Amurga, un expediente a través del que el Cabildo de Gran Canaria acordó la compra de 466 hectáreas de esta zona de la isla a 22 propietarios, entre ellos la mujer y cinco hermanos del presidente de Nueva Canarias, Román Rodríguez. Una adquisición que finalmente no llegó a materializarse. Aún así, Espino le recriminó al consejero de Hacienda que esta operación «les iba a convertir en millonarios a usted y a su familia». Por lo que le recomendó «revisar la hemeroteca antes de venir a dar lecciones de decencia política».

Las duras recriminaciones mutuas que se lanzaron ayer el vicepresidente Rodríguez y Espino no fueron las primeras en una sesión parlamentaria. Ambos también protagonizaron un agrio debate en el pleno celebrado el pasado 25 de octubre. «Cada palo aguanta su vela y el tiempo pondrá a cada uno en su lugar», le señaló el consejero de Hacienda a Espino después de que ella le recordara que las bonificaciones fiscales planteadas en los presupuestos eran «decepcionantes» y un «chiste» para las familias que no llegan a final de mes.

«Allá ustedes con ese estilo de hacer política» le insistió él, al tiempo que añadía que se refería «no a quien habló sino a quien acoge a quien habló». Produciéndose después respuesta por parte de la bancada nacionalista, que respondió alterada al vicepresidente, por lo que el presidente de la Cámara, Gustavo Matos, les tuvo que llamar al orden.

«La política de altura es trabajar por los ciudadanos, no olvidarse de ellos, pero no se preocupe que igual que usted se ha olvidado de ellos dentro de unos meses ellos se olvidarán de usted», cerró Vidina Espino.

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