Entrevista | Sergio ‘el Chacho’ Rodríguez Base de Baloncesto

“Tenerife es un refugio en el que me siento cómodo”

El base canario del Real Madrid mantiene intacto el sentido de pertenencia a la Isla que lo vio nacer

Carlos García

A sus 36 años usted sabe lo que es ganar un Mundial, un Europeo, dos Euroligas, una plata en Juegos Olímpicos, ha jugado cinco temporadas en la NBA... ¿Qué se propone en estos últimos años de carrera baloncestística que le quedan por delante?

Seguir disfrutando, como al principio. Intento divertirme y trabajar bien cada día para llegar a los partidos en las mejores condiciones. Lo hago sabiendo, gracias a la experiencia de todos estos años, cuáles son los momentos más importantes de la temporada.

Casi 20 años de profesional en la élite deportiva europea y mundial. ¿Es difícil quedarse con una persona a lo largo de todo este tiempo?

Me quedo con mucha gente. Al haber estado en varios países se me han abierto muchas relaciones con gente diferente. Es difícil elegir, porque son muchos años y muchos compañeros, tanto dentro como fuera de la cancha; porque además he tenido la suerte de compartir vestuario con gente magnífica e importante.

Usted se crio en un sitio relativamente pequeño, pero ha acabado jugando en ciudades tan relevantes como Madrid, Filadelfia, Nueva York, Moscú, Milán… ¿Lo ha llevado bien?

Es verdad que se me ha planteado esa posibilidad, pero sí me ha faltado el poder jugar en un sitio cálido y con playa, que es a lo que estaba acostumbrado de niño. Pero estoy orgulloso con la carrera que estoy viviendo, y a la vez sabiendo que dependemos de ciertas circunstancias, porque por mucho que tú planificas el futuro de una manera determinada, cada momento te va colocando, te lleva a saber elegir… y a tener suerte en esa elección.

¿Y con esos años recientes en Milán, acabó convirtiéndose en un ‘fashion victim’?

No, no. De cada sitio en el que estás te quedas con determinadas cosas, y en Milán la moda es una de las más destacadas. Más incluso para nuestro equipo, que nos permitió tener mucha relación con el señor [Giorgio] Armani, el presidente [Pantaleo] Dell’Orco, y con todo lo que se encontraba alrededor del club, que estaba muy relacionado con la moda.

Habla del ‘señor Armani’. ¿Existía respeto y veneración hacia él?

Sí, sí. Para nosotros era muy importante que él estuviese presente. Le gustaba venir a ver los partidos, y lo notábamos. Por eso para nosotros acabó siendo un orgullo y también una gran responsabilidad el jugar casi cualquier partido, tanto en la liga italiana como en la Euroliga.

¿Cómo se lleva el ser padre de tres niños siendo jugador profesional?

Bien. Intentando ganar todo el tiempo posible para estar en casa, algo muy complicado por la cantidad de entrenamientos, partidos y viajes que tenemos, sobre todo con la Euroliga. Siempre que estoy en Madrid trato de llevar a las niñas al colegio, y también recogerlas si he acabado de entrenar. Al menos intento estar con la familia el máximo tiempo posible y disfrutar de ella, porque no queda tiempo para mucho más. Para mí es fundamental estar con ellos.

La barba que le acompaña desde hace años ha acabado siendo casi un icono. ¿Sergio Rodríguez sería otro sin ella?

Me la empecé a dejar después de los Juegos Olímpicos de 2012, y es posible que a lo largo de los años se haya convertido en una característica que me representa; me siento cómodo con ella. Hubo una primera etapa previa en mi carrera, y otra ya a partir del segundo año en el Real Madrid, cuando cambié un poco mis rutinas y afronté mejor las temporadas. Y precisamente esas dos etapas están marcadas un poco por el momento en el que me dejo la barba.

Y parece que también es un enamorado de las zapatillas deportivas…

Sí, sí, sí. Es algo que me encanta desde pequeño. Llevo 20 años de contrato con Adidas y he pasado por todos los modelos. Siempre ha sido algo especial para mí. Cuando estaba en categorías inferiores era más complicado cambiar, pero cuando te conviertes en profesional entras en el paraíso ya que puedes estar cambiando continuamente.

¿Cuántas veces varía de calzado al año?

Depende de la temporada. Cuando estaba en la NBA, mucho; y ahora pues cada dos o tres semanas. Dependiendo de cómo acaben los partidos. Parecen muchos cambios, pero con el ritmo que llevamos en la Euroliga es lo que toca.

¿Qué es lo que más echa de menos de Tenerife?

Me fui muy pronto, llevo más tiempo fuera de la Isla que en ella, y dependiendo de los sitios en los que he estado he echado de menos cosas diferentes. Mi familia, mis amigos, el clima… Por ejemplo, cuando estuve en Moscú fue bastante duro ver como mi entorno vivía de una manera en Tenerife mientras nosotros estábamos rodeados de frío y nieve. En este sentido quizá tenga una sensación irreal de Tenerife, porque casi siempre que voy todo el mundo está de vacaciones o con tiempo libre. Si viviese en la Isla tal vez no sería lo mismo. Es un sitio que tengo muy idealizado porque desde pequeño era sinónimo de fines de semana, puente o vacaciones. Es un refugio en el que me siento cómodo y al que me apetece ir siempre que dispongo de tiempo.

Si tuviera que elegir: ¿playa de El Médano o los perritos caliente de Casa Peter?

Buscaría tiempo para los dos, ¿no? Hay sitios concretos en los que he crecido y he vivido momentos muy felices; y ahora, cuando vuelvo con la familia, intentamos exprimir todo el tiempo para revivir esas cosas que disfruté de pequeño y de las que tengo muy buenos recuerdos.

Da la sensación de que, pese a llevar tanto tiempo fuera, el sentimiento de pertenencia a su Isla y a su gente permanecen intactos…

Creo que lo hago de una forma muy natural, porque me siento muy cómodo con ello. Puedo presumir de mantener en Tenerife varios grupos de amigos. Mis padres eran profesores y eso me permitió conocer a gente en La Matanza, luego en Tegueste, después en El Ortigal... También tengo amigos en Tacoronte, en Santa Cruz… Generalmente ha sido relacionado con el baloncesto, pero es verdad que tengo varios grupos diferentes. Cada vez es más complicado, y con la familia más aún, pero siempre trato de estar con todos.

Tras empaparse de varias culturas, ¿qué prefiere, cocinar o comer?

Comer, comer. Soy muy malo cocinando y me gusta más comer. ¿El qué? Pues casi de todo; depende del sitio en el que esté. En Italia he disfrutado mucho con la pasta, el queso parmesano y el gelato, que eran básicos en mi dieta diaria; y cuando estoy en Tenerife por ejemplo el pescado.

¿Se ve en un futuro como ‘businessman’?

Es algo que me gusta, pero supongo que dependerá un poco del momento y las circunstancias. Lógicamente, con el dinero que he podido ganar he realizado inversiones de las que tendré que estar muy encima para poder mantener un cierto patrimonio. La carrera de un jugador es muy corta, y vamos a estar muchos más años fuera de las canchas de lo que hemos estado en ellas. El futuro dependerá de nuestra formación, de las relaciones que tengamos, y de las circunstancias del momento en el que nos retiremos.

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