‘Crisis migratoria’ | Polémica entorno a los centros de acogida

El fiscal investigará los abusos sexuales a inmigrantes en el centro de Las Raíces

El Diputado del Común considera que hay indicios de explotación a personas vulnerables

Salvamento traslada a Arguineguín a los ocupantes de la embarcación rescatada al sur de la Isla en la que venía seis menores y numerosos mujeres. | | QUIQUE CURBELO/EFE

Salvamento traslada a Arguineguín a los ocupantes de la embarcación rescatada al sur de la Isla en la que venía seis menores y numerosos mujeres. | | QUIQUE CURBELO/EFE / Pedro Fumero

Pedro Fumero

La Fiscalía investigará los casos de abusos sexuales a migrantes en situación irregular que viven en el centro de Las Raíces, en el municipio de La Laguna. El diputado del Común, Rafael Yanes, pidió al colectivo Hay Raíces que le presente la documentación que tenga sobre los supuestos abusos sexuales para, inmediatamente, presentarla al Ministerio Público, para que haga las indagaciones oportunas.

El diputado del Común recordó que los mayores de edad pueden tener las relaciones íntimas que consideren oportunas. Pero advirtió de que el artículo 187 del Código Penal establece que es explotación sexual en el caso de que una de las partes se halle en situación de vulnerabilidad. «Creemos que es posible que sea el caso y, por tanto, será la Fiscalía quien investigue los hechos», apuntó Yanes.

La asociación Hay Raíces se ha comprometido a mediar entre usuarios del campamento de Las Raíces que sean potenciales víctimas de abusos sexuales y agentes de la Policía Nacional. La intención de la organización es crear un sentimiento de confianza entre varones subsaharianos o magrebíes para que, si sufren abusos sexuales o son incitados a los mismos, no tengan miedo alguno en denunciar lo ocurrido.

Lucía Rodríguez cree que desde ahora habrá una mejor comunicación entre las partes implicadas

La representante del colectivo, Lucía Rodríguez, explicó que, de esta manera, se pretende impedir que en el futuro haya hombres o mujeres que se desplacen a parajes próximos al centro para tratar de captar a migrantes y ofrecerles dinero, productos, drogas, alcohol o servicios a cambio de tener relaciones sexuales. Para Rodríguez, es importante que, desde ahora, exista un protocolo para saber cómo actuar y que haya una mejor comunicación entre varones afectados, voluntarios, fuerzas de seguridad y la Fiscalía para actuar en consecuencia si hubiera delito.

La portavoz de Hay Raíces fue recibida en la mañana de ayer por el diputado del Común, Rafael Yanes. En el encuentro, Rodríguez trasladó, de manera oficial, el problema de los supuestos abusos sexuales a migrantes que residen en las citadas dependencias del Camino El Rodeo Alto, que hace años fueron un recinto militar. Hay Raíces advierte de que, algunas personas, hombres o mujeres, acuden a las proximidades del centro de Las Raíces para contactar con migrantes, todos varones y adultos. El objetivo de estos ciudadanos es ofrecer comida, bebida, ropa, alcohol, drogas, diversión o viajes, por ejemplo, a cambio de sexo.

Rodríguez recordó ayer que, desde hace dos años, voluntarios que apoyan a los migrantes han informado al personal de la ong que gestiona el centro, Accem, y a la Policía Nacional de estas prácticas y de que los protagonistas son personas que se hacen pasar por voluntarios o voluntarias. Según Rodríguez, estos ciudadanos adoptan comportamientos «extraños», puesto que no se unen al resto de quienes prestan asistencia solidaria. Además, cuando integrantes de Hay Raíces han indagado sobre esta realidad con los propios migrantes, estos dicen que a sus compañeros les han hecho tocamientos u otro tipo de actos sexuales. Pero los afectados, por vergüenza o por miedo a tener problemas administrativos o judiciales, no se lo han contado a Accem ni a la Policía en la mayoría de los casos.

La portavoz del colectivo afirma que ella misma presenció una situación de este tipo en agosto de 2021. Un hombre bajó la ventanilla de su coche y se dirigió a un magrebí para preguntarle qué necesitaba. El migrante le respondió: «abriga», «abriga» y «fuego». Y la respuesta del conductor fue, con otras palabras, que si quería eso debía hacerle una felación. Era de noche y Lucía Rodríguez impidió que el joven, que no entendía bien el español, subiera al vehículo. Esta voluntaria avisó al personal de Accem y, después, ante la supuesta inacción de los trabajadores del centro, decidió dirigirse a la Comisaría de la Policía Nacional.

La respuesta de los agentes fue que, al ser adultos, las relaciones sexuales pueden entenderse como un pacto entre dos personas, según Rodríguez, que opina que «esto no es así». Aclaró que los afectados acaban de llegar a las islas, no entienden el idioma y desconocen sus derechos. A juicio de Hay Raíces, «tienen mucho miedo a las autoridades», puesto que piensan que los van a expulsar. A esto se añade, según Rodríguez, la desconfianza en los gestores del centro. Desde febrero de 2021, la Policía Nacional ha recibido tres denuncias de migrantes de Las Raíces por supuestos abusos sexuales. Rodríguez dice que «nosotros sabemos de más de 50 casos».

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