Seguridad

Canarias invierte 50 millones en una flota de helicópteros de emergencia

La tripulación de las aeronaves podrá localizar a personas que lleven un teléfono móvil y por calor corporal

La Consejería de Seguridad del Gobierno de Canarias invierte 50 millones de euros en la contratación de una flota de helicópteros multifunción para emergencias para los próximos cinco años. El Ejecutivo adjudica un servicio con el que pretende mejorar la actividad operativa y la capacidad de respuesta del Grupo de Emergencias y Salvamento (GES) a la hora de rescatar a personas en tierra y en el mar, de luchar contra incendios forestales, búsqueda de desaparecidos o patrullaje y vigilancia en grandes eventos.

El concurso convocado por el Ejecutivo para disponer de estos medios aéreos recayó en la empresa Pegasus Aviación. Uno de los requisitos exigidos por la administración era que los seis helicópteros que operan en otras tantas bases del Archipiélago fueran del mismo modelo. Se trata del Bell 412 EP. ¿Qué se logra con esta exigencia? La posibilidad que una tripulación pueda ser sustituida por otra de forma inmediata, sin el obstáculo de que su capacitación sea para uno u otro modelo. Por ejemplo, durante los meses más duros de la pandemia de covid-19 resultó difícil en algunos momentos dar respuesta a las bajas por contagio de piloto o copiloto en algunos momentos.

Pegasus Aviación contará con alrededor de un centenar de profesionales para mantener este servicio. Entre ellos figuran 14 pilotos y otros tantos copilotos, 40 rescatadores y operadores de grúa o una docena de mecánicos.

El consejero de Seguridad y Emergencias, Julio Pérez, felicitó a los funcionarios por el proceso de selección que realizaron, en el que se han tenido en cuenta diferentes circunstancias para mejorar la capacidad operativa en las intervenciones.

Novedades

Una de las novedades consistirá en que los rescatadores tendrán una mejor formación en asistencia sanitaria, según el consejero. El objetivo es que, siempre que sea posible, las personas rescatadas por el GES puedan ser asistidas por dichos profesionales, sin necesidad de hacer una transferencia a un helicóptero medicalizado del Servicio de Urgencias Canario (SUC). En cualquier caso, en las circunstancias de mayor gravedad seguirán interviniendo estos últimos recursos aéreos.

Pérez aclaró que estos aparatos están capacitados para localizar en el terreno a cualquier persona que tenga un teléfono móvil encendido y se encuentra herida o perdida en un paraje de difícil acceso, por ejemplo. Además, otra de las novedades de equipamiento consiste en que disponen de cámaras en la parte delantera y trasera, que además de ofrecer información a la tripulación, transmiten imágenes en tiempo real (streaming) al centro coordinador de una emergencia. De esta manera, se podrán adoptar mejores decisiones sobre la actuación sobre el terreno y la distribución de medios en tierra y en el aire.

En los últimos cuatro años, las aeronaves del GES en toda la Comunidad Autónoma han realizado unos 2.000 servicios, es decir, una media de 500 anuales, lo que representa más de una intervención al día. En cualquier caso, Pérez señaló que existen jornadas en las que cada aeronave puede realizar tres, cuatro o cinco servicios.

Montserrat Román, jefa del Servicio de Protección Civil y Atención en Emergencias de Canarias, señaló que, a la hora de elaborar los pliegos de condiciones del contrato, la prioridad fue que los helicópteros tengan unas capacidades adecuadas "a las realidades que nos encontramos".

Según Román, la diversidad de prestaciones que realizan las aeronaves del GES no se prestan en ningún otro lugar de España, a excepción de Cantabria, región en la que sólo hay dos aparatos y con un número de intervenciones muy inferior al que se registra en el Archipiélago. Además, la jefa de Protección Civil aclara que este recurso puede considerarse un referente, incluso, a nivel europeo.

Geolocalización de víctimas

Mediante la geolocalización de víctimas que se hallan heridas o personas desaparecidas, la intención de la Dirección General de Seguridad y Emergencias es reducir el tiempo que se invierte en encontrarlas. Román aclaró que en ese trabajo se suele invertir mucho tiempo y esfuerzo de las tripulaciones y rescatadores, por lo que resulta idóneo que se pueda reducir al mínimo posible.

El comandante Hugo Asensio Álvarez explicó que cada equipo está integrado por seis profesionales: un técnico de mantenimiento, dos rescatadores, un operador de grúa (quien controla el cable con el que desciende un rescatador y se sube a éste y a cada víctima), un copiloto y un piloto. Uno de estos equipos está de guardia las 24 horas, los siete días de la semana y durante todo el año en la media docena de bases del GES que hay en el Archipiélago.

Asensio Álvarez señaló la complicación de trabajar en un territorio como Tenerife, en el que al elevado número de servicios hay que añadir la complejidad y diversidad de los mismos. Y es que, por ejemplo, tras un rescate en el mar, a continuación se debe afrontar otro en alta montaña. Y esa circunstancia requiere un cambio en la configuración de la aeronave, así como un nuevo equipamiento de los rescatadores.

La base tinerfeña se encuentra en La Guancha. Desde esta helisuperficie al punto más alejado de la Isla, que se halla en Roque Bermejo (Anaga), el helicóptero del GES tarda unos 15 minutos desde su despegue. Para dicho piloto, este tipo de aeronaves son idóneas para afrontar rescates o servicios contraincendios, pues son capaces de operar en lugares de muy difícil acceso.

Otra de las mejoras de los citados aparatos es que están dotados de patines y flotadores, lo que permite que floten en el mar. A través de este sistema, no solo se busca garantizar la seguridad de las víctimas, sino también del personal que lleva a cabo el rescate.

A los miembros del equipo se les activa a través del 1-1-2. Con cada alerta, la información que reciben es qué ha ocurrido y dónde. A partir de ese momento, mientras se equipan para salir, realizan su particular reunión informativa (briefing), en la que se intercambian datos sobre la dificultad del enclave, peligros, climatología, si hay cables o si se debe cruzar algún espacio aéreo restringido. El tiempo medio entre que son alertados y comienza el despegue es de 10 minutos.

Manuel Ferragut, coordinador de Operaciones de Pegasus Aviación, explicó que los Bell 412 EP tienen capacidad para operar a 11.000 pies de altitud, donde existe menos oxígeno, así como en un rescate en el mar o en un barranco como Masca.

Según Ferragut, su empresa se ha adaptado a la demanda del cliente, el Gobierno canario, por lo que se ha buscado "lo que estaba en el mercado y se ha mejorado con nuestra experiencia".

Entre otras cosas, el personal ha sido entrenado en simuladores para incidencias que no se pueden practicar en vuelos reales, como fallos de motor o pérdida de componentes.