La sociedad de Promoción del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, con la concejala Inmaculada Medina al frente, reclama al cantante Manny Manuel el anticipo del concierto del pasado domingo por cantar ebrio. El Ayuntamiento de la capital adelantó al artista puertorriqueño 15.850 euros, la mitad de la cifra contratada. Una decisión que han tomado las autoridades municipales tras la actuación frustrada del boricua durante el Carnaval de Día en el parque Santa Catalina, momento en el que Medina subió al escenario para desalojarlo ante la expectación del público por actuar, aparentemente, bajo los efectos de alguna sustancia. Gracias a esta reacción, la edil ha recibido el apoyo unánime de los carnavaleros y de la mayor parte de la oposición municipal.

El Ayuntamiento había acordado con el representante en Canarias de Manny Manuel, el productor musical Carlos Zerolo, el pago de 31.700 euros. La mitad ya se habría abonado y el resto tendría que haberse entregado en los días siguientes a la actuación frustrada. Esta cantidad responde a los traslados desde la isla caribeña, dietas, alojamiento y caché del artista, según fuentes de la sociedad de Promoción. Ahora, al haberse suspendido el concierto entre los abucheos del público, este acuerdo ha quedado invalidado por parte del Consistorio de la capital.

Conocido popularmente como El Rey de Corazones,El Rey de Corazones Manny Manuel lleva a sus pies una carrera musical de 25 años. Una auténtica estrella internacional del merengue que fraguó su trayectoria en la década de los noventa, nominado hasta en dos ocasiones al Grammy Latino. Por aquel entonces visitó las tablas del Santa Catalina hasta en tres ocasiones con motivo de las carnestolendas. Un escenario que volvió a pisar el domingo entre los abucheos del público.

Ya desde por la mañana varios miembros de la organización del Carnaval presencian "algún que otro altercado" entre el cantante y un agente de seguridad del recinto. En las redes sociales circularon vídeos de los minutos previos a la actuación, en los que se observaba cómo el artista ya no se encontraba en las mejores condiciones para subir al escenario desde su camerino, pues preguntaba "en qué país estoy" tanto a las bailarinas como a sus representantes en las Islas.

A las tres de la tarde todo estaba ya preparado; el parque Santa Catalina rebosaba de mascaritas con motivo del Carnaval de Día. Muchos eran fans del artista que esperaban la vuelta de la estrella del merengue a los escenarios canarios. Al poco de comenzar la primera canción, el público empezó a llamarle "borracho", a abuchearle y a pedirle que bajara del escenario. Fue en ese instante cuando la concejala de Carnaval decidió subir y parar la actuación. "Después de reclamar hasta en tres ocasiones al productor que parara el espectáculo me dirigí al artista y le pedí que me diera el micrófono", afirmó ayer la edil en rueda de prensa.

A partir de ese momento se desató la polémica. Varios incondicionales del artista le reclamaron y aseguraron haber sentido "vergüenza" por lo ocurrido, pero el artista apuntó no estar borracho. No obstante, su representante en Canarias ha afirmado a medios boricuas que solo tomó ansiolíticos y, en ningún momento, lo vio beber alcohol. Horas más tarde, los ayuntamientos de Santa Cruz de Tenerife y Puerto de la Cruz suspendieron rápidamente los dos conciertos que también iba a llevar a cabo con motivo de los carnavales tinerfeños.

Medina, durante una rueda de prensa en el intermedio del pleno municipal de febrero, aseguró a los medios que el puertorriqueño estaba en buenas condiciones cuando salió del hotel. "Lo que no sabemos es qué es lo que ocurrió entre el camerino y el escenario", apuntó. "Le preguntaré directamente al manager, porque es el responsable de lo sucedido, no se puede hacer tanto daño a una persona que está mal", señaló.

La concejala aseguró que no pedirán responsabilidades al cantante boricua. Las explicaciones tendrá que darlas quienes, a su juicio, son los verdaderos culpables de lo sucedido: su manager, César Sainz, y el productor en Canarias, Carlos Zerolo. "Manny Manuel tiene una enfermedad y como tal hay que tratarla, pidamos responsabilidades a quien cierra un contrato, que es quien tiene que velar por un artista para que este esté en las mejores condiciones para subir a una escenario", señaló.

"Nosotros desconocíamos su problema de adicciones", reiteró Medina, quien lamentó la situación de salud en la que se encuentra inmerso El Rey de Corazones. Los medios de comunicación de Puerto Rico aseguran que el artista ha tenido problemas con el alcohol desde hace más de una década.

Según el diario digital El Vocero de Puerto Rico Cruz Manuel Hernández Santiago, nombre completo del artista, fue declarado culpable de un accidente de tráfico en 2007, momento en el que llevaba una tasa de alcoholemia del 0,33% en sangre, cuando la máxima permitida en la isla caribeña es del 0,08%. En 2015 vivió una episodio similar, cuando también estaba en estado de embriaguez, en aquella ocasión chocó con su vehículo contra una patrulla de policía.

El último incidente lo protagonizó hace tan solo diez días. El 15 de febrero impactó su coche contra la puerta principal de la televisión pública de Puerto Rico, donde es presentador de un magazine por las mañanas. El cantante negó estar borracho, señalan en El Vocero. Aunque pueda parecer contradictorio, el pasado enero aconsejó a los jóvenes a que dejaran las drogas, "porque estas destruyen", según recogió el periódico Metro.