¿Cómo se afronta esta nueva edición de la Liga, capitaneando de nuevo al Granca junto a Báez?
Con la ilusión de empezar otro año más. Aunque fue un palo la final de la Supercopa, competimos bien en los dos partidos. Quizás nos faltó un plus en algunos aspectos en la final ante el Valencia Basket. Pero también hay que reconocer sus méritos. Ahora empezamos con muchas ganas la competición liguera.
¿En qué momento de forma llega el equipo a este inicio?
Dentro de los plazos en que estamos, tras la pretemporada y la Supercopa, llegamos bien. Eso sí, también tenemos claro que el equipo debe seguir creciendo y mejorando en muchas cosas, porque contamos con jugadores nuevos en la Liga y que les cuesta más adaptarse. Pero creo que llegamos bien para el arranque, como se vio en la Supercopa, donde competimos bien.
Un comienzo exigente de temporada. La Supercopa, tres jornadas de la Liga en una semana y ya el comienzo de la Eurocup.
Sabíamos que sería así. Jugar en casa la Supercopa lo veíamos como un premio. Por suerte logramos jugar los dos partidos, aunque no pudimos ganar la final. Ahora recibimos al Gipuzkoa, vamos a Zaragoza entre semana y luego viene a nuestra pista el Baskonia. A partir de ahí, arranca la Eurocup y con ello los viajes. Pero sabemos qué equipo somos, y que si nos va bien tendremos un calendario exigente durante todo el año; esperemos que sea así, porque supondrá que llegamos lejos en todas las competiciones.
¿Qué análisis hace de la plantilla que se ha confeccionado?
Somos un poco más 'grandes' que el año pasado, sobre todo por dentro con Balvin y Fischer. Por fuera hemos cambiado un poco. Teníamos dos jugadores muy tiradores como Salin y Kuric que ya no están, más lo mucho que aportaba O'Neale. Por contra, han venido DJ Seeley, que ya lo conocemos, y Eriksson, un gran jugador. Luego está McKissic, un poco la incógnita porque llega de una competición totalmente diferente a la nuestra; él lo está poniendo todo de su parte para adaptarse. Pienso que tenemos una buena plantilla, pero eso luego hay que reflejarlo en la cancha.
Y Gal Mekel, su nuevo compañero en la posición de base. ¿Cómo lo define?
Se trata de un jugador inteligente, que lee muy bien el juego, que ve los espacios... También defiende, postea y penetra bien. Creo que hemos acertado en su elección. Es diferente a McCalebb, que quizás anotaba más y tenía un juego más explosivo. Nos dio muchas cosas, entre otras ganamos la Supercopa porque rindió a gran nivel, como en otras fases de la temporada pasada.
En esta Supercopa destacó Paulí, un jugador que en la última campaña le tocó desempeñar un papel difícil, con pocos minutos.
Estuvo muy bien, pero lo más importante es que se le vio más suelto. Y eso es lo que queremos, que los que estén en pista se encuentren cómodos y que, si tienen un tiro abierto, que lo tiren; luego si entra o no es otra cosa. Pero sí, Oriol se mostró con confianza y eso resulta positivo para él y para el equipo.
Y Oliver en el plano personal, ¿qué espera de la temporada?
Me encuentro muy bien. Cada año intento llegar en un buen estado físico, y me cuido para ello. Incluso pienso que un pelín mejor que el año anterior.
Entonces, ¿dispuesto a aguantar la misma cantidad de minutos que la pasada campaña, porque el entrenador repartió casi por igual las oportunidades entre los dos bases?
Creo que sí. Por la forma de jugar de Luis Casimiro, con un ritmo muy alto en pista, resulta difícil que un jugador dispute muchos minutos por lo general. Entiendo que tengo ya 39 años y que la gente hable de ello, pero me encuentro bien físicamente para estar a la altura de los retos que se presentan.
El Herbalife, en el curso anterior, consiguió su primer título y se quedó a las puertas de la semifinal de la Liga Endesa con aquel triple de Kuric sobre la bocina que no entró en Vitoria. ¿Este año puede darse otro paso adelante?
Nuestro paso adelante debe ser el volver a competir siempre. Si en la Liga Endesa hay cinco equipos por encima nuestro en cuanto a presupuesto, los de Euroliga, ahí ya partes con desventaja. Luego hay otros conjuntos que van creciendo, como el Andorra, Bilbao Basket y otros. Nosotros no podemos pensar en ganar un título, es muy difícil. Por ejemplo, pasar a la final de la Supercopa fue una sorpresa, porque ganamos al Real Madrid, que no se trata de un rival cualquiera. Lo que tenemos que hacer es competir y luego ya veremos hasta dónde llegamos. El año pasado lo hicimos muy bien; el único partido en el que no rendimos a gran nivel fue en la Copa de Rey contra el Valencia, un adversario que nos limitó mucho. Pero por ejemplo estuvimos a un triple de las semifinales de la Liga Endesa, pero no un triple tirado de cualquier manera, sino bien buscado. Eso es lo que queremos, tener la opción de ganar en cada partido. El listón lo hemos dejado muy alto.
Hablando de ser competitivos, la pasada campaña, en el tramo final de la ligar regular, dos derrotas ante Joventut y Fuenlabrada impedían que el equipo consiguiera entrar en el playoff como cabeza de serie, que nunca lo ha sido. ¿En esos partidos ante rivales a priori de menor nivel es donde no puede fallar el Granca?
Eso demuestra que hay que tener respeto por todos los rivales, y nosotros lo tenemos. Podemos caer contra cualquiera. Perdimos en el campo del Joventut, quizás el peor choque que jugamos de los dos, y del Fuenlabrada, pero veníamos de ganar al Real Madrid en su casa, al Barcelona, al Iberostar en Tenerife... Ocho victorias seguidas. Si hubiésemos tenido que ganar en Badalona y en Fuenlabrada, por lógica, debíamos haber perdido con el Real Madrid y Barça. Esto es deporte. Si al final se cumplen siempre las previsiones, sería aburrido.
¿Hablar de Euroliga sería soñar mucho?
Sí, porque tendríamos que conquistar la Eurocup o ganar la Liga Endesa, o llegar a la final. Si jugar la Euroliga fuese sólo por méritos deportivos, resultaría más factible y habría opciones de que entraran otros clubes. Ahora es muy complicado, porque las cartas están marcadas. Sabes de antemano que Madrid, Barça y Baskonia juegan la Euroliga sí o sí por las licencias A, y ya partes con desventaja. Veo absurdo que la Euroliga tenga sus plazas limitadas.
¿Cómo ve el follón que se ha armado en la ACB precisamente por las peticiones de los equipos de la Euroliga?
La conclusión que saco es que cada uno hace la guerra por su cuenta y al final nadie piensa en el baloncesto, que es lo importante. Si veo absurdo lo de la Euroliga, también me lo parece que a la FIBA se le admitan lo de las ventanas. El fútbol lo tiene mejor montado en ese aspecto. Todos sin excepción quedan liberados cuando hay partido de selecciones y van los mejores. Con las ventanas, los de la NBA no irán, con lo que España perdería por ejemplo a los Gasol y su potencial no es el mismo con ellos que sin ellos. La solución es ponerse todos de acuerdo y ver qué es lo más justo para el baloncesto, para las competiciones y para los jugadores. Este año hay gente que no ha tenido ni un mes de descanso tras haber competido once.
En la presentación de la Liga Endesa del pasado lunes, Felipe Reyes, Juan Carlos Navarro y Álex Mumbrú fueron homenajeados por alcanzar la veintena de temporadas en la ACB. Usted va por el mismo camino a sus 39 años. ¿Cómo ha evolucionado?
No sé exactamente cuántas llevo. Sí controlo que son 16 consecutivas. Creo que me he vuelto más comprensivo en muchas cosas, he aprendido a ponerme en la piel de los demás muchas veces, porque en nuestro deporte coincides con gente que viene de fuera, cada uno es de su casa, culturas muy diferentes, gente que viene con familia, gente que está sola... Como jugador he aprendido mucho, y sigo aprendiendo. Aunque con la edad sé que físicamente he mermado, pero puedo hacer otras cosas mejor, colocarme, conocer más el juego...
