A falta de 25 segundos, y con 82-79 en el marcador, el Herbalife dispuso de hasta cuatro triples consecutivos para intentar empatar el choque ante el MoraBanc Andorra. No entró ninguno. La película de finales de enero cuando los dos equipos se enfrentaron en la Eurocup y AJ Slaughter erró su intento de llevar el choque a la prórroga se repetía y los claretianos desaprovechan su oportunidad de allanar el camino de cara al Playoff.
No se había visto en mejor ocasión el equipo dirigido por Porfirio Fisac para dar un paso adelante en el tramo final de la temporada y arreglar la gestión dudosa que lleva ejerciendo durante ocho meses este club. Con la invitación al Playoff en bandeja, el Granca desaprovechó la conyuntura en el Principado y volvió a caer derrotado con el conjunto pirenaico por segunda vez en Liga Endesa (86-81).
Y no es una derrota cualquiera. Al principio de semana, y con un calendario acorde al descanso solicitado semanas atrás por el director técnico del Andorra Francesc Solana, el rival del Herbalife se distanciaba en tres triunfos de los claretianos y a cuatro puestos de la clasificación. Ahora están a una victoria, a un paso por detrás en la tabla, con el basketaverage ganado a los insulares y con un encuentro menos jugado.
El MoraBanc quiso más el triunfo y fue mejor que el Granca. En todos los aspectos. Controló el marcador 39 minutos y 4 segundos. Dominó el rebote en los dos aros. Pero de forma insultante. 45 a 33 para los locales, con 23 de ellos en la pintura amarilla. Clevin Hannah fue mejor que Slaughter en el apartado individual. 22 puntos y 7 asistencias del exclaretiano, por 19 puntos y 2 asistencias de AJ. El Herbalife se puso en manos de su rival y ahora tampoco está en las suyas alargar la temporada.
A pesar de que el covid ha sido una de las grandes montañas que ha tenido que escalar el Andorra durante la temporada, no parecía que hubiera problemas en el estado físico de los locales en cuanto a la energía ofrecida en los primeros minutos de juego. Con mayor velocidad en la circulación de bola, mayor eficacia anotadora en el triple y mayor entrega en el rebote ofensivo, los de Ibón Navarro asustaron al Granca en una pista prácticamente maldita para los insulares.
Slaughter y poco más
La respuesta claretiana para contrarrestar la soltura rival la halló donde siempre lo viene haciendo durante la presente temporada. Balones al que esté entonado, normalmente AJ Slaughter, y a vivir del 1x1. No hay más. El cambio de imagen milagroso que ha perpetrado esta plantilla durante los últimos meses, con sus infinitos vaivenes, reside única y exclusivamente en que los jugadores se pongan la capa de superhéroes y vayan haciendo la guerra como bien puedan. Digno de elogio.
Los nueve puntos de AJ en el primer cuarto valieron para que a la conclusión del periodo la renta en contra no se fuera más allá de los cuatro puntos (21-17). Sin Kilpatrick, la responsabilidad ofensiva del combo nortemericano con pasaporte polaco todavía va a ser mayor en este tramo final liguero.
A falta de cometidos específicos para los jugadores claretianos, los recursos personales se descubren como la alternativa para poder competir. Mientras, la pizarra del Principado trazaba jugadas para prácticamente cada una de las habilidades de los hombres que estén en cancha… salvo que a Oriol Paulí le dé hasta por anotar tiros de tres, su gran debilidad y la cual no consiguió pulir en sus seis años en la Isla hasta salir al Andorra el pasado verano.
Con el estomago vacío, cada balón dividido caía a favor de los locales. Debieron llenar la maleta de alimentos para la ruta penínsular que se van a pegar los jugadores insulares, porque a solo con el baremo de rebotes firmado en la primera parte las excusas iban a tener que estar muy bien planteadas para justificar cómo habían conseguido solo coger 13 balones en total por los 12 ofensivos del MoraBanc (24 total).
Solo con esta diferencia se podía entender que al descanso el marcador mostrara un cómodo 40-33 para el conjunto de más allá del muro. Y eso porque AJ tenía otro de esos días de disfrutón y le entraba prácticamente todo lo que lanzaba a canasta.
Minutos para Javi López
Aun así, Slaughter es humano y sus pulmones tienen un límite. El encargado en darle refresco ayer fue Javi López, reclutado para la causa tras sus últimas semanas a un nivel superior en el conjunto filial y que tuvo una nueva oportunidad con la primera plantilla después de que hiciera su debut en la ACB hace dos temporadas.
Nada más arrancar el tercer periodo el Andorra se metió en problemas de faltas. No había pasado ni dos minutos y ya acumulaba tres sanciones de equipo y poco después se metió en bonus. Situación que aprovechó en demasía los de amarillo para recortar distancia y ponerse en disposición de posesiones para volver a coger la delantera. Okoye, con pulcritud desde la línea de 4,60 metros en sus ocho lanzamientos hasta el momento, remaba junto a Dimsa desde el triple para poner el 51-50 después de un parcial 2-10.
Sin embargo la sangría en el rebote mantenía al equipo del Principado continuamente por delante en el tanteador. Más aun si Clevin Hannah se empeñaba en dejar patente que le tenía ganas a su ex equipo dejando un clinic de recursos. Penetraciones cuando olía sangre, tiros exteriores cuando le flotaban y una retahíla de asistencias cuando le caían encima las ayudas.
Ventaja que nunca desaprovechó el Andorra, que se manejó con solvencia haciendo continuamente la goma, a pesar incluso de que el Granca se pusiera a un solo punto a falta de un minuto (80-79) merced a dos triples consecutivos de AJ. Sus primeros puntos después de que Fisac no lo utilizara prácticamente en el tercer periodo (3 minutos) y lo exprimiera en el último jugando la totalidad de segundos.
Sin fallo desde la línea de tiro libre (13 de 15 intentos solo en el último cuarto), con seis tiros de Babatunde Olumuyiwa convertidos desde el 4,60 en los instantes finales, los locales confirmaron su victoria (86-81).
