Durante la mañana de hoy tendrá lugar la celebración de una asamblea de caracter extraordinario y de forma urgente entre los 18 miembros de la actual Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB), en la que los representantes de las entidades llevarán a votación todos los supuestos en los que se pueden encontrar respecto a la sexta ola del coronavirus y cómo actuar ante los posibles casos de contagios en las plantillas.
Es decir, hoy se creará un nuevo protocolo en el que se pretende que las medidas por las que se rige la competición para decretar la suspensión de un partido por la aparición de casos covid en las filas de un equipo quedarán modificadas.
Actualmente, con tres casos positivos por coronavirus se determina que existe un brote en las entrañas del club. El reglamento de la ACB en su anexo II dicta: Si se obtiene un resultado positivo en un total de 3 o más personas del equipo, se considerará como brote, se aislará a todo el equipo y deberá ser comunicado de inmediato a las autoridades sanitarias competentes.
Así pues, con la remesa de test de respaldo a la totalidad de los contactos estrechos se pueden descartar los aíslamientos de estos en caso de que arrojen resultados negativos.
Con este escenario, la ACB ya cuenta con varios partidos suspendidos. Solo en la jornada 15, el Joventut-Real Madrid y el Lenovo Tenerife-Valencia, no se disputarán a causa de la existencia de jugadores contagiados en los equipos implicados.
Entre ellos, el Real Madrid, uno de los más afectados de la ACB –sino el que más–, con ocho jugadores de baja por covid. De esta forma, según las actuales normas de la Liga Endesa, el conjunto blanco no juega sus partidos, pero al contrario, en la Euroliga, sí lo hace, pues el reglamento continental recoge que tengan un mínimo de 13 jugadores inscritos y un máximo de 16, y que en caso de dispone de ocho jugadores sanos, tendrán que competir. Eso le pasó contra el CSKA Moscú el pasado jueves y compitió con seis profesionales y tres jugadores del filial.
El futuro de la ACB ante la repercusión de la variante omicron pasa por emular a la Euroliga, más aun cuando el final de la primera vuelta liguera y el entramado clasificatorio está en el aire.
Con numerosos partidos pendientes de jugar, el calendario de la Liga Endesa y de las competiciones continentales sin huecos hábiles, y con una fecha límite fijada para que la primera vuelta concluya antes del 9 de enero, la ACB también votará la opción de que el sistema de desempate no sea el tradicional balance de victorias y derrotas, sino que se tome en cuenta el porcentaje de triunfos en función de los partidos disputados. Una opción, que tal y como está la liga, no beneficia al Granca.
