Cuando Villar ya había aceptado la decisión de Moreno de impedir la continuidad de Fisac como entrenador del Granca, Francisco Castellano no pretende quedarse al margen e insiste en desacreditar al presidente. Este propuso a Víctor García, pero Villar lo descarta y se suceden una serie de chivatazos.
Que en el Granca existen innumerables bandos con distintos intereses no pilla por sorpresa a nadie, pero lo que está ocurriendo en los últimos días alrededor de la cuestión de no renovar a Porfi Fisac bien podría ganarse un guion en Hollywood con título: Puñales por la espalda. El cisma que se ha generado sobre la figura del entrenador del Granca para la próxima campaña está provocando el mutismo por parte del club, a pesar de que ya el director deportivo de la entidad claretiana hubiera aceptado la decisión de Enrique Moreno de impedir la posibilidad de continuidad de Fisac.
Si usted es uno de esos seguidores del Granca que lleva dos días esperando a que el club notifique la decisión de no renovar a Porfirio Fisac primero debe entender las interferencias que se han generado en las últimas 48 horas y la lucha de egos que hay alrededor de la entidad claretiana.
El director deportivo ya ha aceptado la decisión de salida del técnico, pero el consejero de Deportes interfiere
El martes era el Día D en torno a Fisac y la fecha fijada para comunicarle la decisión impuesta por Enrique Moreno para que abandonase la idea de poder seguir al frente del banquillo. En una reunión previa entre el presidente y Villar hubo consenso. El director deportivo aceptó la postura y ambos comenzaron a hablar de los posibles sustitutos del segoviano.
En ese momento es cuando aparece la propuesta por parte de Moreno para que sea Víctor García el entrenador del Granca para la próxima campaña. Una idea que Villar descarta al argumentar que el ahora asistente «no pudo controlar al vestuario» cuando se puso al frente del equipo en el año de la Euroliga (2018-19).
Moreno acepta el criterio de Villar y se ponen sobre la mesa los nombres de Pedro Martínez, Álex Mumbrú –ambos negocian con el Valencia y son opciones muy complicadas–, Joan Plaza y Paco Olmos –en proceso de rescindir en Burgos y en sintonía con Villar–.
Como reseña a destacar, García se entera de lo hablado en la reunión y no le agrada que se haya tomado su nombre tan a la ligera y sentirse en parte menospreciado.
Entra Castellano en acción
Cuestiones aparte de chivatazos entre las partes implicadas en la toma de decisión del próximo entrenador claretiano, Francisco Castellano no pretende quedarse al margen de tal decisión y así lo hizo saber el mismo martes en la reunión fijada.
Con la placa de presidente de la Fundación Canaria del Deporte –entre propietaro del club– puesta al pecho, indicó que por qué Moreno tiene que tomar alguna decisión si «es un desastre al frente de la directiva» y «sólo ha dejado deudas». Pérdidas que volverán a producirse este año –se estima entre el millón y millón y medio de euros– y que el presidente intentó solventar con el dinero que cree que puede llegar por las ventas de Khalifa Diop y Jean Montero a alguna franquicia de la NBA a través del Draft.
En una reunión el martes se barajan los nombres de Pedro Martínez, Mumbrú, Olmos y Joan Plaza
Los gritos y las posturas encontradas dinamitaron la reunión entre los presentes. Castellano quiere marcar su terreno e insiste en que sea Villar el único responsable en tome la decisión de renovar o no a Fisac interfiriendo así en el consenso que ya se había logrado.
Finalmente Castellano dijo ayer públicamente. «En esta consejería no hay ningún comunicado, que pueda ir en la dirección de que Porfi Fisac no va a ser el entrenador en la próxima temporada».
