Se le atragantó al Granca un encuentro que a priori debía ser fácil contra el Slask Wroclaw hasta el último cuarto, momento en el que un afinadísimo AJ Slaughter entró en ebullición con 16 puntos de sus 23 en total para sentenciar al conjunto polaco por 92-81 después de comandar el marcador prácticamente la totalidad de los tres primeros periodos.

De esta forma el conjunto claretiano se anota el primer triunfo en el inicio de la Eurocup en un encuentro que estuvo marcado por el criterio arbitral y que molestó continuamente tanto a Jaka Lakovic como al público del Arena, que tuvo sus más y sus menos con el trío colegial e incluso con el base del conjunto polaco Jeremiah Martin, quien mantuvo un rifirrafe con la primera fila del pabellón.

“Balones a Benite”. Esa debió ser la consigna inicial de Jaka Lakovic, pues en el estreno del brasileño con la camiseta amarilla, lanzó los cinco primeros tiros del equipo insular. El primero se llevó un taponazo, pero acto seguido anotó dos triples consecutivos para dejar claro que viene a aportar puntos, tal y como ha hecho tanto en el UCAM como en el Burgos en el pasado. Eso sí, apenas duró dos minutos y medio en la pista, después de que el técnico esloveno le cerrase el grifo cuando se cascó otros dos triples, uno de ellos sin tocar el aro.

Precisamente del triple fue prácticamente de lo que vivió el Granca en el primer cuarto gracias a sus cuatro aciertos desde la lejanía, más que las canastas que transformó en la pintura, tres, pues entre las siete pérdidas que acometieron en el periodo y la solidez defensiva de los interiores del Slask, los insulares no conseguían encontrar fluidez en su circulación de balón.

Todo ello aderezado con las diez faltas que sumaron en tantos minutos y que desesperaban a Lakovic en la banda con el trío arbitral por el listón tan bajo que quisieron imponer en el Arena, impropio de la competición europea en la que el ritmo de juego es mayor que el de la Liga Endesa.

Con el enfado del esloveno con los colegiados, además de con Jovan Kljajic, quien continúa cometiendo errores de novato, el Granca se marchó al segundo cuarto con cuatro puntos abajo (20-24). Una desventaja que no tardó en anular en menos de un minuto del segundo periodo, cuando consiguió ponerse por vez primera en el marcador con el 25-24.

Pero esa fue la única vez que estuvo en ventaja el equipo local. Si el arranque del encuentro estuvo marcado por las faltas personales, el segundo periodo continuó por la misma senda. Esta vez alcanzaron las siete antes del ecuador del cuarto (contabilizaron una más) para desesperación del público asistente que no dudaba en corear: “Manos arriba esto es un atraco”.

Entre tanto silbatazo, el ritmo de juego fue muy espeso, alcanzado casi la hora para dilucidar la primera parte del encuentro en el que entre los dos equipos acudieron quince veces a la línea de tiros libres. Demasiada pausa para el conjunto insular que sobre el papel se entiende superior al Slask y por tanto no le beneficiaba que se jugara tan lento.

De esta forma, la máxima ventaja del conjunto polaco, prácticamente por delante del marcador en toda la primera mitad, fue de siete puntos en el segundo cuarto, a falta de un minuto. Justo el momento en el que el Granca sacó su versión más física y con un par de transiciones rápidas encadenó un parcial 6-0 para irse al entretiempo con 40-41 en lo más alto del Arena.

Factor arbitral

Al regresar del vestuario, el Slask, por sorpresivo que pudiera parecer continuó liderando el marcador. Entre Kolenda y Niziol aguantaron la ventaja polaca en todo momento hasta la conclusión del tercer cuarto en el que Ferran Bassas consiguió equilibrar el tanteador con un triple (64-64) sobre la bocina que hizo creer en la victoria a la hinchada local.

Porque hasta entonces habían estado más cabreados con los colegiados del partido que animando a sus jugadores. La desesperación total llegó en una de las técnicas al banquillo claretiano, cuando Lakovic ya no sabía por donde le estaban llegando las faltas a sus jugadores y entró despavorido en la pista para mostrar su descontento con el criterio arbitral, mientras Martin mantenía una irónica sonrisa con la primera fila de los abonados insulares.

Necesitaba una serie de canastas seguidas el Granca para asestar un golpe crítico al Slask. Necesitaba que el conjunto polaco supiera que es inferior al claretiano. Un parcial con el que amedrentar al rival. En esas apareció AJ Slaughter para encadenar ocho puntos y poner la máxima claretiana hasta el momento con el 72-68.

No quiso irse el equipo de Breslavia del partido en ningún momento, hasta que entre AJ y Ferran Bassas dijeron que el primer partido de la Eurocup se iba a quedar en casa. Slaughter no tuvo piedad de sus compatriotas y firmó 16 puntos en el último cuarto, mientras que el catalán con dos triples claves para abrir brecha en el luminoso, llevaron la alegría a la grada con el definitivo 92-81.