IA Alvarado a su servicio

Los 1.671 pases de récord en la LEB Oro de Óscar, de la mano en su «segunda juventud»

Óscar Alvarado, con la camiseta del Melilla la última jornada liguera.

Óscar Alvarado, con la camiseta del Melilla la última jornada liguera. / meilllabcto

David Rodríguez

David Rodríguez

Después de 14 años de carrera profesional, Óscar Alvarado es el máximo asistente de la historia de la LEB Oro. Disfruta de dar pases en la categoría y le encantaría volver a casa en el futuro

Óscar Alvarado registró su nombre con letras de platino en la historia de la LEB Oro el pasado domingo al repartir 12 asistencias y acumular un total de 1.671 con las que superar a Dani Rodríguez en el registro histórico de la competición. Un jugador que, cuestiones del destino, estaba presente en la cancha frente al base de Santa Brígida y con el que precisamente compartió su primera experiencia como profesional en el UB La Palma. «Se cierra así un círculo para hacerlo más idílico todavía», afirma el grancanario al otro lado del teléfono desde su hogar en Melilla.

De aquel proyecto de Himar Ojeda en la Isla Bonita en 2010 en el que el club estaba vinculado al Granca, a catorce años después superar al base con el que compartía vestuario en el número de asistencias. «La tendencia es que yo pueda mantener el récord, pero para mí ya es un récord poder disfrutar del baloncesto en esta LEB Oro que tanto quiero y que haya sido ante él es un honor porque con Dani aprendí el camino», admite el insular.

Si Andrés Montes popularizó la frase «ordenadores Stockton a su servicio» para atribuirsela al mejor pasador de la historia de la NBA, al satauteño pasadas las décadas ya se le puede sustituir por Inteligencia Artificial (IA). Su media esta temporada es de 8 por partido en un total de 144 en 18 encuentros.

«Parece que estoy en mi segunda juventud. Está siendo el mejor año de mi carrera deportiva», resalta Alvarado, que también tira de hemeroteca NBA para enarbolar la frase de Toni Kukoc para definir su estilo. «La asistencia hace feliz a dos personas, al que anota la canasta y al que la da».

Números y números que firma cada temporada a lo largo de los ocho equipos en los que ha militado en la segunda categoría del baloncesto nacional: UB La Palma, Valladolid, Palma, Araberri, Valladolid, Ourense, TAU Castelló y por último en el Melilla.

Club al que llegó tras no haber entrado en el mercado de verano y tras haber estado un tiempo entrenándose en solitario, recibió la llamada de nuevo de Himar Ojeda para que pudiera ponerse en forma con el Alba Berlín.

«El Melilla pensó que yo podía ayudarles y de ir últimos ahora estamos a una victoria del Playoff. El objetivo es salvar la categoría y después veremos si podemos conseguir meternos en el Playoff lo que ya sería una temporada perfecta en lo colectivo y lo personal», añade el jugador.

Un proceso de cambios de equipos a lo largo del relieve peninsular desde que se terminó de desvincular definitivamente del CB Gran Canaria en la temporada 2014-15. «Tuve que salir de mi tierra para ganarme el pan. Me siento un privilegiado por poder ganarme la vida jugando al baloncesto en la LEB Oro que tanto quiero», resalta el cerebro de Santa Brígida.

«Me encantaría no poder hacer las maletas cada año y poder jugar en mi tierra. En la LEB Oro es normal tanto cambio, es algo que no está en mi mano y no puedo decidirlo yo. Hay muchos proyectos y a mi me encantaría que los núcleos de los equipos permanecieran más, pero no es así», explica Alvarado sobre todas las camisetas que ha defendido.

Situación que para él tiene sus pros y sus contras. Tiene que emigrar de vez en cuando, pero al haber pasado por tantos clubes, le ha permitido «tener una mochila gigante de conocimientos de cada ciudad, culturas y de sus personas» con las que ha convivido.

Sobre la posibilidad de poder regresar a la entidad claretiana, Alvarado no le hace ascos a un club que le enseñó «a sentir el baloncesto» como lo hace ahora con 32 años. «Ojalá pueda volver como entrenador, ahora que me estoy sacando el título, o de cualquier otra forma en la que pueda transmitir todas las vivencias que he obtenido fuera de la Isla. Creo que después de 14 años de carrera profesional, estoy convencido», sentencia este hombre de récord.

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