José Pablo Benítez, apasionado del Granca: Orgullo de equipo y de pueblo

Fallecido el martes en Gáldar a los 49 años, era un apasionado del Gran Canaria y de su barrio, donde formó una peña en 2016

Imagen 4afda0bb 7f92 440f a9e7 73548108032f

Imagen 4afda0bb 7f92 440f a9e7 73548108032f / LP / DLP

Manuel Ojeda

Manuel Ojeda

La legión de amigos que despedía a José Pablo Benítez Moreno, quien fallecía a los 49 años, demuestra la pasta especial de la que estaba hecho este amante del baloncesto y del equipo de su tierra, el Granca. Un ‘activista’ involucrado en proyectos para incentivar el deporte en su barrio, Anzo-Anzofé (Guía y Gáldar).   

«Escribo lo que no habría querido escribir nunca. Me despido de Pablo, José Pablo. Cuando supe que nos había dejado, corroboré algo que ya sabía: después de todo, lo que realmente vale son las cosas verdaderas. Supo vivir, y también marcharse. Supo estar entre nosotros sin decir jamás una mala palabra de nadie y sin recibirla. Era la encarnación de lo que llamamos con cariño ‘un tío tranquilo’. Cuando me contó lo que tenía, fue él quien intentó tranquilizarme a mí. Ése es el legado de Pablo: una vida tranquila llena de bondad. Su presencia imprescindible en el baloncesto del pueblo».

En este mensaje publicado en su cuenta personal de Instagram, Alfredo Gonçalves, actual concejal de Actividad Física y Deportes de Santa María de Guía y amigo personal de José Pablo Benítez Moreno desde que coincidieron en el CB Guía, detallaba la personalidad y los valores que intentó transmitir a lo largo de su vida una persona muy unida al deporte, en especial al baloncesto, y que destacó por involucrarse en iniciativas relacionadas con el deporte en su pueblo, el barrio de Anzo-Anzofé, cuya cancha lleva su nombre desde enero del año 2023. 

Aquel día especial, sus vecinos y los representantes de los Ayuntamientos de Gáldar y Santa María de Guía, dos municipios con los que guardaba una estrecha relación, le dedicaron un homenaje en una jornada en la que le mostraron todo su cariño y afecto. 

«Esas palabras de Alfredo definen muy bien lo que era, lo bordó». Así se expresaba Carlos Santana, como el anterior, amigo desde la infancia de él y de su hermano Manolo, al que José Pablo estaba muy unido. «No me he encontrado aún a nadie que hable algo mal de él. Era una persona a la que no le gustaba meterse en ningún charco, muy cerebral, comprometido con su barrio e inteligente -cursó estudios de Telecomunicaciones con una matrícula de honor en el proyecto de fin de carrera y luego trabajó siempre para una empresa de alarmas-», señala.

Juntos, Carlos y José Pablo, casado con Isabel Melián y padre de Rocío e Inés, de tres y casi seis años, respectivamente, disfrutaban de una pasión: el baloncesto. Y pasión por un color, el amarillo del CB Gran Canaria. «Él jugaba en el CB Guía, de pívot, y ya después participaba en la Liga Municipal de Baloncesto Aficionado de Gáldar, hasta que una rotura de ligamento en la rodilla le obligó a dejarlo», relata Santana.

Su pasión por el Gran Canaria llevó a Pablo a fundar la peña Granca Dianzo en el barrio, en 2016: «En su momento llegó a ser la peña del club con más componentes. Pero con la pandemia del Covid se disolvió. Seguimos funcionando pero no de forma oficial, organizando actividades como un torneo 3x3 que ya va por su quinta edición o el festival de música Dianzo. Cada año nombrábamos a un socio de honor. El primero fue Carmelo Cabrera, el segundo Berdi Pérez y el tercero Eulis Báez, uno de sus jugadores preferidos; el cuarto iba a ser Víctor García, el entrenador asistente, pero entonces coincidió con la llegada de la pandemia».

Carlos desvela una circunstancia que ejemplifica el cariño que sentía José Pablo por el equipo claretiano, del que era abonado desde 2008. «Con la enfermedad, él decidió salirse de todos los grupos de WhatsApp, menos del de baloncesto», desvela. Los integrantes de la peña Granca Dianzo, todos los años, solían organizar un viaje juntos para ver en directo un encuentro del Gran Canaria en la Península, «y él recuerdo que estuvo en tres o cuatro ediciones de la Copa del Rey, en Málaga, Vitoria y Madrid». 

Suscríbete para seguir leyendo