Anoche se despidieron de territorio peninsular con el último de los conciertos en el Palau Sant Jordi, y el viernes estarán echando el resto de la gira Drama y luz ante unos 30.000 espectadores en el Estadio de Gran Canaria, si se cumplen las previsiones de la organización. Es Maná, el fenómeno latino de temporada, que ha sumado todos los triunfos posibles a los que aspira un artista con la edición de su octavo álbum de estudio y la monumental gira, que en esta primera entrega por España, concluye en las dos capitales canarias.

A falta de 48 horas para que se celebre el concierto de los mexicanos en Siete Palmas, el recinto deportivo ya luce el escenario de 60 metros de boca, 14 de fondo y 20 de altura. El esqueleto del escenario exige un mayor esfuerzo que otras producciones que ha acometido la empresa Eleeme, ya que su estructura es de "doble pared" y lleva dos torres adosadas en las que se apoya parte de las pantallas de LED que soportan la iconografía visual de la gira.

Durante la mañana de hoy está previsto que llegue a Gran Canaria un Jumbo de carga que traslada desde Barcelona unas 100 toneladas de material técnico y escenográfico, que se han venido desplazando por la Península en unos diez trailers. Una vez llegue toda la infraestructura a Siete Palmas, se comenzará al cubrimiento del escenario y a la instalación de las pantallas, puentes de iluminación y las torres de sonido. Se prevé una infraestructura de sonido de 100.000 vatios de sonido y 200.000 de iluminación.

El viernes 23, y par de horas antes de la celebración del concierto previsto a las 22.00 horas, se procederá a cubrir el césped con un material aislante llamado Protechfilm, que mantiene los niveles idóneos de humedad y temperatura, a la vez que facilita la recogida por módulos de cualquier tipo de residuos al término del espectáculo.