Con un homenaje escultórico muy personal a la arquitectura modernista, el artista escocés Martin Boyce se hizo ayer con el premio Turner de arte contemporáneo, uno de los más importantes y controvertidos del mundo. De las manos del fotógrafo Mario Testino, el escultor escocés recogió durante una ceremonia celebrada en la galería Baltic de Gateshead (nordeste de Inglaterra) un galardón dotado con 25.000 libras (unos 29.000 euros). Además de Boyce, estaban seleccionados el pintor George Shaw, la videoartista Hilary Lloyd y la creadora de instalaciones Karla Black. Ésta fue la primera vez que la ceremonia se celebraba fuera de Londres.

El ganador, que era el favorito en las casas de apuestas, se impuso a los otros tres nominados: el pintor George Shaw, la videoartista Hilary Lloyd y la creadora de instalaciones Karla Black. Al recoger el galardón, Boyce dijo que se sentía "sorprendido y emocionado", y explicó que su trabajo trata sobre "el espacio, los espacios entre las esculturas y las esculturas en sí mismas". La obra de Boyce A Library of Leaves, elegida por el jurado tras exponerse en la galería Eva Presenhuber de Zúrich (Suiza), consiste en un parque escultórico elaborado con árboles de cemento y hojas de papel, ideado a partir de una mesa de trabajo diseñada por el francés Jean Prouvé para la Casa del Estudiante de París en los años veinte del siglo pasado, de clara orientación modernista.

Rudeza y poesía

El escocés, de 43 años, a través de objetos cotidianos inspirados en los diseñadores modernistas, como una papelera, una mesa de trabajo o una ventanilla de ventilación, consigue crear una instalación atmosférica basada en la escultura. Según los críticos, el gran acierto de Boyce es saber moverse entre la rudeza de los elementos urbanos y la poesía, consiguiendo crear un lenguaje propio que ha convencido a los miembros del jurado.

Los premios Turner reconocen anualmente el trabajo de los artistas de cualquier nacionalidad menores de 50 años que residan o lleven a cabo su trabajo en el Reino Unido. Este galardón, que han ganado artistas como Gilbert & George (1986), Anish Kapoor (1991), Antony Gormley (1994), Damien Hirst (1995) y Chris Ofili (1998), ha consagrado a muchos de ellos.

Si algo ha caracterizado estos premios a lo largo de sus 27 años de historia ha sido la polémica y el escándalo, con la instalación de una cama deshecha de la artista Tracy Emin como ejemplo más claro. Sin embargo, en los últimos años el factor sorpresa ha ido desapareciendo del trabajo de los nominados, lo que para algunos expertos es síntoma de que el arte contemporáneo está cada vez más asumido por el público mientras que, para otros, es una demostración de que el galardón está en decadencia.