Las pantallas del teatro Guiniguada regresan a la magia del cine con el arranque del festival LPA Film Canarias, que recoge el relevo del Festival Internacional de Cine organizado por el Ayuntamiento de la ciudad capitalina. Durante la tarde de hoy, el certamen toma forma de cortometraje, con 61 minutos de expresión canaria, donde se dan cita las obras de Modou Modou, de Virginia Manchado; Not the end de la encarnación de Cristina Noda y Cayetana H. Cuyás en Uma K. Purchestein; El Señor G, de Agustín Domínguez, Caballo de mar, de Fernando Alcántara e Iñaki Gaztañaga y Veneno de Jonay García.

Con esta primera hornada de cortos arranca la sección competitiva del festival, que continúa, en una dinámica constante, con el largometraje de la grancanaria Fátima Luzardo, La nada cotidiana. El contraste de ideas de los cineastas isleños pretende ofrecer una panorámica que dé cuenta de la producción de las Islas, que "está en continuo movimiento", según afirmó Cayetana H. Cuyás, "por ese motivo decidí volver a mi tierra y formar parte de ese crecimiento".

El epicentro de las proyecciones se mueve en el entorno de la vida cotidiana, en el que diferentes personajes dan su perspectiva de la vida, retratada con la cámara de estos jóvenes creadores. "Se trata de un día en la vida de un luchador, que es la cara que da a conocer una de tantas realidades que nos rodean", explicó Manchado, que prefirió reservar parte del argumento para el visionado. Rondando la misma idea, la producción de Fernando e Iñaki con Caballo de mar, da fe de una "historia verídica sobre un marinero atrapado en el puerto de La Luz".

La mezcla de técnicas caracteriza la obra de Uma K. Purchestein, situada en la amenaza del fin del mundo, donde todo tiene cabida, "por si acaso se acababa, queríamos que nos pillase rodando, lo que más nos gusta hacer", comentaron, "es un mestizaje que abarca foto, stop motion, videoarte... hecha en un solo día, con los medios que tenemos, mucho cariño y un fantástico equipo que nos sigue a donde vayamos".

Los cineastas grancanarios coincidieron en haber crecido viendo el festival, usándolo como ventana e inspiración de un arte emergente. Del mismo modo, compartieron una misma crítica sobre la falta de subvenciones, "no existen", aseveró Noda, al mismo tono que Manchado, "la escasez de tiempo y dinero hace que todo se ralentice", aseguró. Sin embargo, apostar por el talento garantiza el éxito, según opinaron estos cineastas. "Si se tiene una buena historia no importa la calidad de la imagen", explicó la creadora de Modou Modou, al igual que Fernando Alcántara, "cualquier tipo de narrativa puede cobrar forma a nivel profesional si está contada de la forma adecuada".

LPA Film concluirá la jornada inaugural con Memoria en imágenes, que protagonizó el padre del Cine Directo Richard Leacock. El festival grancanario se despidió para volver mañana con una muestra más de la fuerza de la producción cinematográfica isleña, con la proyección de cuatro nuevos cortos y dos largometrajes.