¿Qué ha cambiado en la SGAE con la incorporación de José Luis Acosta en la presidencia? ¿Por qué Anton Reixa, el sucesor de Eduardo Bautista, perdió el apoyo de los socios al año de un mandato de transición?

Que a Reixa se le pusiera la junta directiva en contra porque se dedicó a denunciar prácticas como si fuera el llanero solitario, eso lo dice Reixa y nadie más. Es un matiz importante, porque la misma gente que le vota como presidente al año ya no lo quiere. Eso es un problema de gestión y pese a lo que opine la gente, es de higiene democrática el que si un presidente pierde la confianza, que lo cambien. Ojalá pudieramos hacer esto en la política. Ocurre que como la SGAE no genera noticias se insiste en cosas que pasaron hace seis meses, y si no hay nada nuevo es porque las cosas van bien. Debemos de abandonar ya las páginas de sucesos y pasar de una vez a las páginas de cultura, que es nuestro sitio. Se ha abusado mucho de eso. Nunca pensé que detrás de todo hubiera un problema de corrupción, sino de mala gestión. Tampoco pensé nunca que Teddy Bautista estuviera implicado en un asunto de corrupción, hizo una magnífica gestión durante mucho tiempo y luego por esa borrachera de poder de la importancia que alcanzó la SGAE, creo que necesitaba dedicarse a otras cosas más importantes que la recaudación. En la vida, cuando ocurre eso te vas a un ministerio o a la ONU, y por supuesto espero que se haga justicia porque se ha robado a los autores, a su trabajo. Y me sentiría sastisfecho si la sentencia dijera que allí no se había robado un euro.

¿Cuál es la estrategia de la ahora Fundación SGAE para apoyar a los creadores y mejorar esa imagen del pasado?

La SGAE no es una máquina recaudatoria en exclusiva y creo que la gente debe de pensar sobre la SGAE de otra manera. La Fundación, cuando ha sido Fundación Autor en los últimos 15 años ha invertido 350 millones de euros en los cimientos de la cultura, y eso se dice pronto, que es mucho dinero.. Y ahora mismo estamos poniendo 9 millones de euros netos sobre la mesa para apoyar conciertos como los que estamos celebrando hoy [por ayer] en el Teatro Cuyás, para conocer en todo el Estado español la música que se hace en Canarias, como lo hemos hecho en Sevilla o Zaragoza, en todas las plazas que se hará este programa. Estamos buscando entidades, en este caso como Radio 3, con las que colaborar y hacer juntos este tipo de eventos en el terreno de la música, el audiovisual, e l cine, la televisión, el teatro., Y además apoyando a todo tipo de autores, en todo el ciclo. La SGAE no es una institución que tenga diez años, tiene 115 años y todos los grandes autores de este país del siglo XX han formado parte de ella. Durante muchísimos años, los autores se sentían orgullosos de formar parte de ella, y la sociedad valoraba a los autores de una manera hasta que apareció el paraíso de internet, las descargas, el canon, todo esto era completamente diferente, y entiendo que tanto la sociedad como la SGAE tienen que volver a mirarse a los ojos y decir que somos parte de lo mismo.

¿Qué le diría a los artistas, de esta generación y anteriores, que nunca creyeron en la SGAE para que se adhieran a la entidad y depositen en ella la gestión de su repertorio?

En el evento del Cuyás participaron artistas que no pertenecen a la SGAE y no los hemos discriminado por eso. Esto es un trabajo de pedagogía para que la gente entienda realmente de lo que estamos hablando. La mayoría de los autores que tienen la posibilidad de derechos de autor empiezan a entender lo que es internet y cuanto te paga iTunes por una descarga, se dan cuenta que la cosa no es como se lo habían contando.

¿Le parece perverso entonces que las obras se registren con licencias copyleft u otros mecanismos de autoría intelectual?

Me parece muy bien que cada uno haga con su obra lo que quiera, que la regale, el registro con licencias copyleft,..., pero no voy a utilizar la palabra manipulación para hablar de este tema. Ha habido mucha gente que se ha aprovechado, digamos de los malentendidos e incluso los ha fomentado. Porque al final, quien se beneficia vendiendo al consumidor el todo grátis es el que comercia y se enriquece con esos contenidos que no son suyos. Ahora mismo, tu tienes una película que has colgado en Youtube, y si eres un partícular qué vas a hacer contra todo un despacho de abogados de Youtube, no tienes nada que hacer porque ellos tienen un músculo jurídico que te aplasta, te impone y puede hacer contigo lo que quieras. Ahora si por ejemplo tú eres Sony, no se atreven contigo. Se ha vendido la libertad de la cultura, que me parece muy bien, pero se ha olvidado que los derechos de autor son la garantía de la independencia de los creadores, y eso lo que significa es que los creadores puedan ganarse la vida con su trabajo, y si esto es así podrá crear lo que estime oportuno.

La cultura en España ha entrado en un nuevo ciclo con el agotamiento del modelo de las subvenciones públicas. Sin embargo, usted defiende que la cultura necesita que el Estado se ocupe de ella.

Lo que no puede ser es que la cultura quede en manos del mercado, porque entonces no protegeríamos lo que forma parte de nuestro patrimonio, y los que sólo buscan un beneficio económico, harían con ella cualquier cosa, de la misma manera que protegemos los cuadros de Velázquez en un museo. Esa mentalidad que se nos quiere imponer de que sólo aquello que supera las condiciones del mercado, que no es, que es la jungla porque no estamos en igualdad de condiciones con otros países, es que se está desmontando un sistema. No se si hay que hacerlo, a lo mejor si, pero de ser así hay que buscar o plantear alternativas, si no existe una política de subvenciones tendrá que haberla de incentivos fiscales. Lo que no puede ser es que no exista ni una cosa ni la otra porque nos quedamos en medio y nos devora el mercado.

¿El modelo americano es tal vez una pauta para introducir la conducta del mecenazgo en la cultura en España?

En Europa, como ocurre en Alemania, los bancos pagan las orquestas, y no pasa nada. Pero eso ocurre porque los gobiernos y los ciudadanos entienden que la cultura es parte de su patrimonio, de la misma manera que lo es un teatro o una iglesia románica. La sanidad cuesta dinero, la educación, y la cultura también, y se ha creado la imagen de que la gente de la cultura somos unos subvencionados cuando no es verdad. Recibimos ayudas, pero también la pesca, la industria, y si coges las 50 empresas más subvencionadas de este país,no hay ninguna de la cultura.

La cultura es prohibitiva para el consumidor que tiene que pagar un 21 por ciento de IVA en territorio peninsular.

Este gobierno sabe exactamente lo que tiene que hacer para proteger a determinados sectores.

¿Cómo se puede amortiguar las consecuencias negativas de esta carga impositiva?

La cultura es el 3,9 por ciento del PIB en el 2012. Por nuestra parte, la labor está en trabajar con los cimientos de la cultura y este año vamos a dar 24 ayudas a la creación de obras de teatro, guiones de cine y televisión. El Ministerio de Cultura llegó a dar 40.000 euros de ayudas a la escritura de guiones, y ahora no da nada. Nosotros, que no lo hacíamos, damos ahora 24 de 6.000 euros e intentamos cubrir ese hueco porque hay gente que necesita que se le apoye para desarrollar su trabajo.

En Canarias, el Parlamento regional aprobó una proposición no de ley para eliminar las trabas aduaneras del REF para la libre circulación de obras de arte fuera del Archipiélago. ¿Desde la SGAE se prevé articular algún mecanismo similar para que los músicos canarios salven el coste de la insularidad?

Desde la SGAE, lo que ofrecemos son ayudas para giras de los grupos, un millon de euros que se reparte en música, audiovisuales y teatro, Lo que nunca se había hecho hasta ahora es contar con un corpus normativo para que todos tengan la misma igualdad de oportunidades, que prevalezca la transparencia, y no digamos en términos de amiguismo, Todo esto hacía falta y la gente lo valora.

¿La SGAE tiene proyectada una nueva sede en Gran Canaria cuyo proyecto se aparcó por falta de dinero. Es voluntad desprenderse de este patrimonio al igual que ocurre con otros centros de la red Arteria?

La SGAE está intentando desprenderse de todo lo que fue Arteria y concentrarse en sus fines que son los de recaudar y repartir. El problema de Arteria es que entraba en competencia en un mercado y en un negocio que es el suyo, y todo lo que hacía Arteria es absolutamente deficitario porque se han invertido millones de euros en colosos que estaban alejados de la realidad. Tenemos un teatro en Sevilla que costó 70 millones de euros, es nuestro aeropuerto de Castellón. Si el proyecto hubiera sido más racional y se tuvieran diez o doce espacios en todo el territorio español, como la Casa Fuentes en Gran Canaria, hubiera estado bien. No podemos ser una institución tipo ministerio donde nadie se ocupa de las cosas.