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Otra viñeta de la misma obra.

cómic

La historia real de la mafia

'La cosa nostra' muestra cómo funcionaba la famosa sociedad criminal italoamericana alejada del 'glamour' de Hollywood

En una época en la que el noveno arte se inspira cada vez más en las conspiraciones y tramas ocultas de las sociedades secretas, es normal que una organización tan fascinante y misteriosa como la mafia siciliana, la sociedad criminal más célebre del planeta, se haya convertido en argumento de cómics.

El problema de cualquier obra de investigación que explique la historia y funcionamiento de esta agrupación del crimen organizado se encontrará con que la mafia siciliana y su trasunto norteamericano, la cosa nostra, es la sociedad secreta más impenetrable e incomprendida. A esto se debe añadir que su existencia ha sido complejísima. Como resultado, el guionista que adapte cualquier libro sobre este tema se topará con una información muy prolija. Eso es lo que sucede con la sexta entrega de La Cosa Nostra, titulado Don Vito, que aunque se centra en la vida del gánster italoamericano Vito Genovese, reúne un sinfín de historias que transcurren paralelamente a la del protagonista, porque debido a la importancia de este personaje, narrar su biografía equivale a relatar los avatares de la cosa nostra durante los setenta y los años que vivió. En resumen, Vito Genovese conoció en su juventud a Charles Lucky Luciano, convirtiéndose en su hombre de confianza durante la guerra castellammarese. En abril de 1931 junto con dos sicarios asesinó a Joe Masseria por orden de Luciano y en 1937 tuvo que escapar a Italia para evadir a la justicia por un asesinato. Una vez en el país transalpino se convirtió en amigo de Mussolini, pero al comenzar la Segunda Guerra Mundial cambió de bando ayudando a los norteamericanos y se implicó en el mercado negro siciliano hasta que en 1944 fue arrestado por la policía militar. Es justo en este punto en el que comienza esta entrega, de tal modo que para el lector Vito Genovese es un completo desconocido del cual va conociendo poco a poco su poder y su siniestra vida a través de un flashback que ocupa la primera cuarta parte de la obra.

A partir de ahí se narra su regreso a Nueva York, donde se reincorpora en la familia de Luciano, pero en un escalafón más bajo que el que ocupaba, y se describe su implacable ascenso hasta llegar a ser jefe de la familia Genovese.

La obra narra todo con detalle y sin hacer ningún tipo de concesiones a la acción. Y es que la intención del guionista David Chauvel de contar la historia con rigurosidad hace que en gran parte de las páginas la cartelera, que es como se conoce a la voz de narrador, desplace o elimine al bocadillo e incluso ocupe gran parte de la viñetas, hasta el punto que muchas de estas solo se muestra la cara del personaje, convirtiéndose en meros retratos. Sin embargo, es indudable que el colorido y el trazo angular de las líneas del dibujante Erwan Le Saëc dotan al cómic de una oscura belleza muy apropiada para este tipo de historias. Esta entrega de La Cosa Nostra es una obra fascinante que muestra la verdadera historia de la mafia italoamericana, es decir, sin el glamour con el cual las obras cinematográficas han acostumbrado al público.

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