El escritor japonés de novelas policiacas Ranpo Edogawa, ha ejercido una gran influencia en el mundo del anime y el manga. No es de extraña que Suehiro Mauro se base en su novela La extraña historia de isla Panorama para realizar este fantástico trabajo repleto de guiños a la cultura europea ya sea en el cine, el arte o la novela. Apodado el Marqués de Sade japonés, por su misteriosa biografía, el autor nipón se ha hecho un hueco en las élites de su país con su personal estilo y sus inquietantes temas sobre la violencia y el sexo. Algo de lo que se aleja en esta obra que, sin embargo, y a pesar de relatar un suceso entre el drama personal de un escritor mediocre y el thriller de una repentina muerte y una herencia millonaria, resulta tan convincente como cualquiera de sus anteriores obras. El inicio, sin ir más lejos, con las primeras viñetas en la que los personajes permanecen estáticos cual esculturas griegas, parece recrear El año pasado en Marienbad de Alain Resnais y muchos encuadres muestran guiños que van del cine expresionista a la obras de El Bosco o la estatuas de Jean Boulogne. Un deleite, en definitiva, para los sentidos.