Síguenos en redes sociales:

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El director teatral Ramón Rodríguez.LA PROVINCIA / DLP

Entrevista

"Para sentirnos felices creamos una pequeña ficción en torno a nosotros"

"En 'Un hombre feliz' hemos buscado un realismo con personajes que hablan de hechos cotidianos", reseña el autor y director teatral, Ramón Rodríguez

Su obra Un hombre feliz, que a raíz del estreno en 2015 tuvo ocho representaciones exitosas, vuelve a escena. No es frecuente que esto ocurra en las Islas.

En realidad no son tantas representaciones. La sensación del equipo es de que tendríamos que haber hecho más. En Las Palmas sólo tuvimos una en el teatro Pérez Galdós. La queremos representar muchas más veces y en muchos más sitios.

La adjetivación "tragicómica", ¿describe un relato emotivo y divertido a la vez sobre hechos y personas de la vida corriente?

Sí, hemos buscado un realismo con personajes que hablan de hechos cotidianos, de una pareja con una vida común que hace las cosas que hacemos todos; sin embargo luego la historia es algo más especial que todo eso. Se trata de un hombre que sufre un accidente que le provoca un tipo especial de amnesia la cual le hace vivir permanentemente en un momento de su pasado en que era particularmente feliz. Sin que él lo sepa siempre se repite el mismo día. No pasa el tiempo. Este hombre es un actor que representa a Ricardo III, obra de Shakespeare. Se le puede ver ensayando fragmentos porque cree que esa noche la va a volver a interpretar en el teatro. Las personas más próximas han creado una ficción que le hace creer que sigue en ese momento de su vida.

¿Por qué Ricardo III?

Ricardo III es una especie de cínico, un maravilloso malo de Shakespeare que finge amor, lealtad y otros sentimientos para lograr su fin, incluso le dice a Lady Ana que mató a su marido por amor y ella le cree. Mi obra es un drama con elementos de comedia donde la gente ríe en ciertos momentos. Este intérprete con amnesia, en el papel de Jaime, mientras habla con su mujer Ana, defiende una teoría según la que para un actor fingir los sentimientos es lo mismo cara al exterior que si los sintiera realmente, es decir, que por ejemplo, Ricardo III fingiendo los sentimientos consigue engañar a todo el que le rodea. Es todo una ironía porque a Jaime a su vez le hacen creer lo otros dos personajes una realidad que no es verdad.

Incide en los aspectos domésticos de una relación de pareja y un amigo como tercer personaje, un esquema muy tocado en la comedia realista. ¿Qué novedades ofrece?

En realidad esta obra llega a todos los públicos, tanto a gente joven como a más mayores porque te deja con la intriga hasta el final. Por otra parte, nos referimos a una historia de amor y amistad a tres. Esta es la parte menos convencional porque se trata de un triángulo que se va perfeccionando a medida que avanza la representación. Se forma una relación un poco más compleja que las tradicionales.

Sobre esa base, ¿cuáles son "los hechos que sacuden los cimientos de la existencia", que se citan en la obra.

El hecho de que alguien crea que existe una vida a su alrededor que en realidad es una pura ficción cuestiona su existencia, es como vivir en un sueño, como ser consciente de cosas que verdaderamente no existen. Los científicos dicen que el alma es algo cerebral. Y Jaime tiene el cerebro dañado. Lo que vive es una mera ficción aunque él no lo sepa. La reflexión de la obra en este punto es que quizás todos hacemos lo mismo, fabricamos a nuestro alrededor una ilusión acerca de las cosas que tenemos, de lo que sentimos, incluso para sentirnos felices creamos una pequeña ficción en torno a nosotros.

Ese esquema parece alinearse con el teatro realista de Yasmina Reza, que parte de situaciones vulgares que crecen en intensidad hasta que el drama se adueña de todo...

Ojalá se pareciera a un texto de Yasmina Reza. Pero sí que parte la obra de una situación cotidiana que vamos viendo cómo poco a poco pasa de aquella apariencia de normalidad para mostrar que se esconde algo mucho más complejo.

¿Cómo describiría la personalidad de los tres personajes, Jaime, Ana y Roberto?

Jaime es una persona extremadamente sensible aunque muy cerebral al mismo tiempo. Le gusta analizarlo todo hasta el último detalle. Tiene un concepto de la lealtad enorme con las personas más próximas y valora mucho las relaciones de amor y de amistad con los otros dos protagonistas. Ana, por su parte, tiene una capacidad enorme de sacrificio y una generosidad extrema. Aunque no sea la que tenga más texto, es sin embargo, la protagonista de la obra porque organiza y mueve todo. Roberto tiene mucho temperamento y es apasionado. Al igual que Jaime, ama el teatro y como él, posee un concepto del amor y la amistad muy especial.

¿Cumplen por igual el consejo de Diderot, que usted cita, de que el actor no debe metabolizar lo que siente su personaje, sino aparentarlo?

Sin citar a Diderot, todas sus ideas expuestas en la paradoja del comediante son las que expone Jaime que defiende que el actor no debe sentir sobre el escenario sino aparentar que siente. Pero en la vida también dice que muchas veces damos más valor a un buen sentimiento fingido que al real.

Los actores Carmen Hernández, Vicente Ayala y Baltasar Isla, dirigidos por usted, ¿aciertan a transmitir todos los sentidos de la obra?

Considero que son el trío perfecto. Trabajamos la obra durante dos meses y medio indagando en los sentimientos de los personajes y para mí los tres llegan al espectador. Además, para este supone un ejercicio grande de empatía con los tres a la vez.

En el propósito de su ficción "reina el amor sobre todas las cosas", pero, ¿es también un alegato a la amistad? ¿Cómo define ambos sentimientos?

En la obra las fronteras entre el amor y la amistad están bastante desdibujadas. Los personajes valoran sobre todo las relaciones humanas porque nuestro paso por este mundo es fugaz por lo que tenemos que procurar que nuestras relaciones sean lo más auténticas posibles.

A finales de mes estrena El cielo según San Juan. Hábleme un poco de esta nueva puesta en escena...

Es una obra con Antonia San Juan, Yanely Hernández y Mingo Ruano. Se estrenará también en el teatro Guiniguada el fin de semana del 27 y 28 de octubre. El argumento implica una visión del Nuevo Testamento según una monja en tono de pura comedia. Es un texto mucho más comercial.

Esta es una noticia premium. Si eres suscriptor pincha aquí.

Si quieres continuar leyendo hazte suscriptor desde aquí y descubre nuestras tarifas.