Los paisajes volcánicos, bosques de pinares, aristas y oquedades montañosas que conforman las entrañas de Canarias están conectadas por una única ruta que atraviesa el Archipiélago de una punta a otra. El sendero GR-131 marca el compás de esta travesía a través de las siete islas, que sobrevuela el Atlántico y alcanza el corazón de cada una internándose en sus entresijos, enigmas y belleza.

La fotógrafa y pedagoga Amalia Márquez emprendió esta ruta a pie en junio de 2016 con dos cámaras a cuestas para inmortalizar sus sendas y panorámicas a lo largo de más de 550 kilómetros, divididos en 25 etapas durante 28 días desde La Graciosa hasta el Faro de Orchilla, en la isla de El Hierro.

Lo hizo junto a su pareja, Manuel Cabezudo, presidente de la Asociación Atlas Gran Canaria, radicada en el barrio de La Isleta, e impulsor del proyecto paralelo Canary Islands End-to-End, que nace con vocación de reivindicar el sendero GR-131 y promover una forma de turismo alternativa, activa y sostenible. Y una parte de estas acciones de visibilización consiste en aproximarse a esta ruta a través del arte. Bajo esta premisa, Amalia Márquez cristalizó su travesía en una serie de instantáneas al abrigo de este viaje al centro de las islas, que publicó en el libro fotográfico End-to-End. El volumen vio la luz a finales de 2017 con una tirada de 500 ejemplares, fraguada con la colaboración de Atlas y de los siete cabildos insulares.

Amalia

End-to-End está dedicado a Amalia, hija de ambos, en homenaje a que, unos días antes de emprender el viaje, descubrieron que Amalia estaba embarazada de dos meses. "Aun así, decidimos hacer el camino", revela Amalia. "Manolo siempre me había contado las historias de la ruta en bici que hizo hace años por el GR-131 y, como yo soy fotógrafa de paisajes, nos propusimos volver a hacer la ruta y que yo la documentara".

"El viaje fue una experiencia bastante intensa y agotadora por la situación en la que yo estaba, porque tienes que concentrarte mucho en el camino para cumplir con los 550 kilómetros, pero me permitió fotografiar esos paisajes tan increíbles y desconocidos de Canarias, lejos de los focos turísticos, y plasmar en ellos mi visión artística", explica la fotógrafa, para quien fue "sobre todo, al atardecer, cuando nos deteníamos en el camino, cuando me inspiraba para sacar las fotos".

Sin embargo, después de este viaje dio comienzo otro: la edición del libro. "Siempre tuve en mente la idea de sacar un libro de fotografías porque, aunque yo había hecho fanzines, nunca había hecho un libro sólo mío, así que empecé con la edición después de dar a luz", revela. "Y fue un trabajo muy duro a la par que muy bonito, en el que aprendí muchas cosas y con el que hoy me siento muy satisfecha".

End-to-End arroja luz sobre la fisonomía oculta de las islas en el imaginario colectivo y que eclipsa el emblema de "sol y playa" que preside el eslogan turístico de Canarias. La realidad isleña que revela End-to-End refleja el vértigo de los acantilados y barrancos, la inmensidad del Atlántico, la majestuosidad de los pinos, los pastores y cesteros de Lanzarote o los pescadores de La Restinga. Y la complicidad de los viajeros en el camino. El volumen engloba 107 páginas y reúne una selección final de 70 fotografías en formato analógico a partir de una criba entre 700 imágenes. "Aunque iba con dos cámaras, una digital y otra analógica, yo me siento más identificada con la analógica y el libro es exclusivamente en ese formato, porque tiene unas texturas y colores más bonitos", explica Márquez.

Después de presentar el libro en Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife y Arrecife en el filo de 2017, el próximo paso del tándem es iniciar un itinerario en furgoneta por los pueblos y municipios que jalonan el GR-131, esta vez, con su hija Amalia, para continuar descubriendo End-to-End en el terreno . "Si todo sale bien, comenzaremos este recorrido a partir de abril", avanza la pareja.

Canary Islands End-to-End

La publicación del libro de fotografías End-to-End se enmarca en el proyecto Canary Islands End-to-End para visibilizar el sendero GR-131. La idea original germinó en 2012 después de descubrir las balizas del sendero en una travesía por El Hierro. "Nos llevamos una sorpresa, porque somos aficionados al senderismo y la montaña y los GR son los senderos de mayor nivel y los más reconocidos a nivel mundial", explica Manuel Cabezudo. El artífice de Atlas cotejó la existencia del sendero GR-131, que se inscribe en el trazado transfronterizo de más de 5.000 kilómetros del sendero europeo E7, que parte de Hungría y llega hasta Portugal, a través de Eslovenia, Italia, Francia y España, conectando en última instancia con Canarias a través del GR-131.

En 2014, Cabezudo culminó la travesía completa del GR por el Archipiélago en 26 días de punta a punta y, a su regreso, comenzó a bosquejar un plan de acciones para su visibilización y reivindicación. "Nos dimos cuenta de que estamos hablando de una de las rutas de senderismo más bonitas que hay a nivel internacional", sostiene.

A falta de culminar la señalización y homologación de los caminos de Gran Canaria y Lanzarote, el resto de las islas aloja la infraestructura de senderos del GR-131. "Al final vimos que hay un potencial enorme y que merecía la pena hacer acciones para activar este recurso; por un lado, como recurso de educación ambiental, para que los canarios podamos conocer mejor nuestro Archipiélago, y por otro lado, como recurso de turismo sostenible, porque Canarias se basa en un modelo de turismo de masas y nuestra asignatura pendiente es abrirnos a un turismo más sostenible, alternativo y económicamente sostenible".

Desde entonces, el equipo ha impartido charlas divulgativas en los municipios que atraviesa el GR-131, "y nos encontramos con técnicos locales que aún no saben de la existencia de ese sendero". "Esta ruta se puede decir que es hoy un proyecto fantasma", afirma Cabezudo, "por eso, hay que empezar a encender la chispa y activarla, porque la infraestructura está casi terminada, gracias a una gran inversión, así que no se puede quedar en el olvido".

Y una de estas acciones es mostrar su diversidad y riqueza a través de la mirada de artistas locales y de distintos lenguajes creativos, "ya que los referentes estéticos y visuales del turismo de masas han jugado en nuestra contra, porque nos han robado nuestra identidad como canarios". "Este es un proyecto colaborativo y tratamos de que sean los artistas locales los que acerquen a la ciudadanía lo que supone viajar por Canarias de esta forma tan especial", concluye. Su próxima colaboración artística para 2018 ya está 'en camino'.