Lenta, pero segura. Así ha sido la carrera de esta banda almeriense que, en cuatro años, ha sacado tres notables trabajos que los sitúan como una de las formaciones más interesantes del país. Cercano al dreampop de grupos como Blacanova, Linda Guilala o Berlina, el cuarteto ha ido perfilando su personalidad hasta converger en este disco de melancólico título. Así, temas como Triple salchow o Poder blando recuerdan a bandas como Celica XX con cierto regusto de Los Planetas. Pero el noise extremo de Cerros de los muertos, dará paso a diez minutos de puro shoegaze introspectivo que bascula entre Pale Saints a Air Formation.