El estudio sobre Galdós como artista plástico, ¿recoge la producción de toda su vida?
No, hay muchos dibujos y pinturas suyas que todavía no están catalogadas. Yo realizo una compilación de cinco tomos que hizo en dibujo y en plumilla, es decir, en tinta china y una investigación y análisis de cada tomo de 13 y medio por 21. Se trataba de un bloc de campo que llevaba siempre consigo para dibujar en los ratos de ocio de paseo matutino. Trabajó toda su vida, hasta que la salud se lo impidió, en la plástica. Aporto también algunas pinturas y acuarelas que ejecutó en formatos pequeños.
¿Cómo son los cinco pequeños álbumes con dibujos figurativos y caricaturescos?
Cuando se establece en Las Palmas el proyecto del Teatro Pérez Galdós que en principio se llamó Tirso de Molina porque ya se quedaba obsoleto el Teatro Cairasco que era muy pequeño y estaba situado donde se encuentra hoy el Gabinete Literario, realiza un álbum entero con críticas sarcásticas de todos los elementos internos del teatro, mediante anécdotas que imaginaba con su poder creativo. También hay otro álbum entero de caricaturas y mofas a sus compañeros del Café Universal en Madrid, entre los que se encontraban su gran amigo Fernando León y Castillo. Un apartado que titula Las Canarias es realizado con plumilla directamente sin dibujar previamente a lápiz, cuando lo normal es realizar un dibujo y luego entintarlo. Hay otro álbum que dedica también a los compañeros de tertulia canarios que vivían en Madrid y a los que iban a estudiar allí a la universidad central, lleno de sarcásticas bromas. Otro álbum se llama Marítimo. Hay un último a la arquitectura realizado hacia 1890 con un Galdós ya maduro.
¿Cuáles fueron sus tendencias estéticas, y cómo califica usted sus resultados?
Sus tendencias eran clásicas porque hay que remontarse a la época de 1861 hasta 1914 aproximadamente, cuando ya la vista, porque quedó ciego, le impidió dibujar y disfrutar de su otra gran vocación, la plástica.
Increíble Don Benito, que además de genial narrador y dramaturgo, fue crítico musical, como hemos leído en el libro de Pedro Schlueter, y ahora, en el suyo, fue dibujante y pintor?
Fue un pintor que ya destacó aquí en Las Palmas. Incluso en la exposición provincial le dieron premios y accésits por sus obras. Fue autodidacta como en la literatura. Los genios no necesitan profesores. Ya su intelectualidad les induce a hacer las cosas por su cuenta y en base a criterios muy personales. Como enorme pintor se podría haber dedicado toda su vida a trabajar en la plástica. Hubiese sido uno de los más destacados artistas de España y Europa. Pero para trabajar la plástica se necesita de mucho material y de un estudio o taller donde realizar todas las obras. Además, él tuvo siempre como prioridad la literatura que se puede realizar en cualquier lugar, sólo con un bloc y un bolígrafo.
Entonces, dada su dedicación primordial a la literatura, ¿podemos considerarle "pintor de domingo", o estaba por encima de ese nivel?
Tenía vocación por la pintura, pero se ocupó de ella como ocio. A los cuatro años ya hizo unos recortables con los que consiguió el perfil del novio de la criada de su casa, Pepe Chirino. Durante el bachiller realizó múltiples dibujos que asombraban a profesores y alumnos, como a León y Castillo.
Además de sus pinturas de paisajes y figuras varias, ¿practicaba habitualmente el caricaturismo irónico, o fue menos constante?
Yo, como especialista en arte, quiero demostrar que Don Benito no era un simple caricaturista como lo tildan todos sus estudiosos y literatos. Hizo también verdaderos dibujos, obras de arte y retratos magníficos.
Su libro viene a cubrir una faceta importante del talento galdosiano. Pero, ¿podemos esperar una gran exposición de las obras originales?
Sí, se puede realizar porque hay muchas obras de pequeñas dimensiones en la Casa-Museo, entre otros lugares. También hay en Madrid que guardan los descendientes directos de su hija. Sobre todo hay trabajos suyos en dibujo porque utilizó mucho el lápiz y menos el óleo y la acuarela. Yo hace años expuse varias de sus creaciones dedicadas al mar que fue una de sus inspiraciones al criarse prácticamente en la orilla de la playa. La calle Cano donde vivía se encontraba a 200 metros del mar, de tal modo que este arrullaba sus sueños diariamente.
Recoge usted, entre otros capítulos, uno dedicado a opiniones periodísticas sobre aquellas pinturas. ¿Cómo le trataban los críticos plásticos?
Bien, todos ellos se admiraban porque hay muchos intelectuales que también trabajan la plástica, como Alberti o García Lorca. A nivel periodístico los críticos de literatos destacaban la faceta de Galdós como gran dibujante. Cuando murió, en el periódico El Sol de Madrid dedicaron varias páginas a su obra, entre ellos el escritor Rafael Mesa y López, hermano del antiguo alcalde, último secretario de Don Benito, quien dedicó varios artículos a su obra plástica.
A medida que el gran escritor fue perdiendo vista, ¿dejó de practicar esta faceta, o siguió en ella?
No, a partir de 1910 fue operado de cataratas en varias ocasiones porque decían que tenía una cuenca muy grande que no se podía operar en aquel entonces. Luego quedó ciego totalmente. Además, fue claudicando también por la enfermedad que acarreaba, la uremia.
También fue coleccionista de arte. ¿Cuáles eran sus pintores predilectos?
Su gran amigo Sorolla, entre otros quien le realizó un retrato magnífico que captó a la perfección la imagen de Galdós y que está en la Casa-Museo que lleva su nombre. Posó dos veces para Sorolla. Uno de los retrato está en Nueva York. Otro pintor que le gustaba era el madrileño Aureliano de Beruete, neoimpresionista. Como amante de las artes Galdós fue coleccionista en su buena época económica en que incluso se construyó una pequeña mansión en Santander donde vivió muchos años en la época estival. Compró muchos dibujos a artistas importantes para ilustrar los Episodios Nacionales. Hay que destacar también a su gran amigo Victorio Macho quien hizo la primera escultura de Las Palmas dedicada a Don Benito. En el parque del Retiro hay otra efectuada por este autor. Además, le hizo un busto que se convirtió en pieza clave desde la que basaron sus obras otros escultores.
