La música cubana está presente en el festival Womad con un homenaje al repertorio que se registró en el disco Buena Vista Social Club

El proyecto surge a petición de una productora de Gran Canaria, A mil kilómetros producciones, que tenía interés en recrear una vez más ese concierto, y que realmente no se ha olvidado. Han pasado viente años del concierto que se hizo en Nueva York, y es un proyecto que funciona y seguirá funcionando durante mucho tiempo, porque es así. Gracias a ello quisimos hacer un proyecto en el que pudiéramos recuperar las raíces de la música tradicional cubana fuera de la Isla, manteniendo ese mismo ritmo, y concepto, y trasladarlo con algunas ideas que se añaden al proyecto, y que funcionan.

¿Cuáles son esas ideas nuevas de las que habla?

Digamos que no lo hemos enriquecido, sino que hemos cambiado algunas partes por elementos propios de la forma de tocar de nosotros, que se basa en ese concepto de la música tradicional cubana, y sin violar la otra parte. Un producto de la música tradicional cubana como género, donde hay pocas cosas que suplantar porque el sabor ya lo tiene impreso con el propio formato de trabajo.

¿Qué banda le acompaña?

Contamos con músicos canarios y cubanos; tenemos en el tres cubano a Juniel Rascón, Carlos Martín, también músico canario, palmero, que toca la guitarra; en la trompeta tenemos a Arístides Sosa, un músico de Guía; en el bajo, a Rodolfo Luzón, de Santiago de Cuba y residente en Las Palmas de Gran Canaria también; luego el piano, a Augusto Báez porque Daniel Amat [tal como estaba programado] no nos puede acompañar. En las voces, tenemos a Edulman Aragón, cantante cubano: a Sofiel del Pino Suárez, cantante también; e Irene Manguela, cantante cubana que despacha una cantidad de sabrosura que es increíble.

¿Cómo se ha estructurado el repertorio?

Nos han pedido que hagamos una hora, y haremos unos diez temas pasando desde la trova tradicional cubana hasta el son, la guaracha y cha cha chá, la totalidad de los temas que tocó Buena Vista en la presentación. El que vaya al concierto podrá disfrutar y gozar de la música tradicional cubana y que es una música pegadiza, y quien no mueve un pie es porque no tiene sangre.

Buena Vista Social Club fue un disco capital en la historia de la música cubana que ponía en valor el trabajo de una generación de artistas ya veteranos.

Si y sobre todo por problemas políticos que suelen suceder; se mezcla mucho la cultura con la política, y es una pena que esto suceda así, pero por problemas políticos sabes que la música cubana cayó en una especie de ocultismo, en un estado de desaparición que fue vergonzoso, se le daba a la salsa una categoría como si fuera el Santo Grial cuando esto no es así. En realidad, Buena Vista lo que hizo con todo ello fue abrir un espacio olvidado de la música cubana, y creo que con ello se ha conseguido recuperar el son y llevarlo al sitio que le corresponde como corriente y como género de la música latina.

Usted lleva años residiendo en Canarias, con una notable carrera profesional, una región que en cultural es igualmente tierra de acogida, y donde Womad lleva dos décadas de historia. Desde su punto de vista ¿qué ha aportado el festival respecto a situar en su contexto las músicas de raiz, las llamadas músicas del mundo?

Llevo 18 año viviendo en esta magnífica isla y en esta maravillosa ciudad, y creo que el Womad ha sido el trampolín que necesitábamos los músicos, tanto canarios como residentes para poder extrapolar la música, Ayuda mucho a que la gente se de cuenta de que existen otras vertientes musicales que residen aquí en la Isla, y que tienen tanto nivel como las de fuera. La música canaria debería verse en el Womad; habría que hacer un apartadito para la música tradicional que desgraciadamente estamos perdiendo. Lo importante es darle cariño a las cosas.

¿ Este concierto se acaba aquí? ¿Tendrá itinerancia y una posible grabación?

No, simplemente es el concierto de homenaje a Buenavista Social Club y por eso le hemos puesto de nombre de Chan Chan, haciendo alusión a esa composición de Francisco Repilado, Compay Segundo, que fue la canción que abrió en su día la puerta a que la música cubana se escuchara de nuevo en todo el mundo.

Compay Segundo, que fue un grancanario de adopción, y dejó una huella inmensa tras su paso por el festival Womad.

Si, e incluso hizo una canción a la Virgen del Pino.