En una tumba sin lápida del cementerio londinense de North Sheen yacen los restos de Manuel Chaves Nogales, uno de los escritores españoles más lúcidos del siglo XX, relegado durante años a un olvido del que las reediciones de sus obras lo han rescatado.

Cuando se cumplen 75 años de su muerte, el Instituto Cervantes de Londres homenajeó ayer al periodista y escritor exiliado, en un acto sobrio y emocionante dentro del programa Cielos tan distintos a los suyos, que rinde tributo al 80 aniversario del exilio republicano español.

El director del Instituto Cervantes en Londres, Ignacio Peyró, aseguró que este acto, con la familia y las autoridades españolas a la cabeza, sirve para "reparar ese olvido en el que estuvo durante tantas décadas" el escritor, aunque el mejor homenaje es el de "miles de lectores que ya tiene Chaves Nogales en España".

En la apertura de esta celebración, el embajador de España en Londres, Carlos Bastarreche, alabó la figura del periodista por encarnar "los mejores valores de nuestra España democrática" y por trasladar principios "éticos" que "son de plena actualidad".

Junto a varios miembros de la familia del escritor y diferentes nombres de la cultura, el director del Cervantes Theatre en Londres, Jorge de Juan, y la actriz Candela Gómez leyeron en español e inglés el prólogo del libro A sangre y fuego. Héroes, bestias y mártires de España (1937), donde retrató la Guerra Civil.

Exilio

"Un hombre como yo, por insignificante que fuese, había contraído méritos bastantes para haber sido fusilado por los unos y por los otros", relató Chaves Nogales en esas primera páginas de la obra, donde con visión humanista y gran disciplina intelectual retrata la Guerra Civil.

El escritor sevillano permaneció en Madrid hasta que el Gobierno de la República se trasladó a Valencia a finales de 1936, momento en el se desplazó hasta Francia. La llegada del nazismo le obligó a huir al Reino Unido, donde murió a los 47 años.