El director de la Cueva Pintada de Gáldar, Iñaki Sáenz, hace balance del primer lustro de historia del centro museístico y arqueológico más importante de Canarias. Sáenz recuerda que el trabajo de los investigadores va a ser lento y laborioso, pero los vestigios encontrados hasta el momento permitirán descubrir nuevos datos de una gran importancia de cara a conocer mejor la historia de Canarias.

- ¿Cómo valoraría los primeros cinco años de historia de la Cueva Pintada?

- Muy positivamente. Se ha logrado que este centro, que tenía una serie de dificultades claras a la hora de abrir sus puertas, pudiera conservarse en perfecto estado y tener una repercusión clara en la sociedad. Por otro lado, nosotros mismos nos sorprendemos de la cantidad de materiales que hemos ido encontrando. En la última muestra, La otra vida de los objetos, se incluye un objeto muy curioso que es una especie de colador para hacer queso. Pero hay que sacar más huesos, pintaderas, etc. Los trabajos se empezaron en 1987. Fueron veinte años de excavaciones, y poco a poco hemos encontrado 60 casas alrededor con restos de cocina, hogares, elementos quemados o comida.

- Pero lo más sorprendente está aún por salir, ¿no?

- En estos momentos estamos trabajando en una vasija que será, con diferencia, la más grande que se ha encontrado nunca en cuanto a vestigios canarios. Aunque esto [muestra la cerámica de la foto de la izquierda] que se ha reconstruido no es ni la cuarta parte de lo que va a ser la figura al final, y eso que está formada de casi doscientos trozos. Las impresiones de las manchas son producto de que han estado metidas en un horno de leña. Hasta el momento sólo tenemos la boca. Cada pieza tiene su código de barras para identificarlas y esta es del siglo X u XI.

- ¿Qué hace de la Cueva Pintada un yacimiento diferente al resto de Canarias?

- Todo el material que hay, lo bien conservado que está, la cantidad de datos que se van a recuperar en el futuro. Y luego lo que hay de las casas pendientes por restaurar y, por supuesto, la propia Cueva.

- ¿Cuántas piezas hay en este momento en el museo?

- En torno a ochenta. Si en estos cinco años hemos hecho alrededor de unas 30 o 40 piezas nuevas, cada cinco años creo que haremos un volumen similar, aunque depende todo siempre del programa de conservación que se desarrolle y de la importancia que le demos porque a veces hay que dejar el trabajo en el laboratorio para incidir en el trabajo de campo, porque es muy importante conservar todas las casas que están fuera.

- ¿Y qué tipo de obras acoge la actual exposición La otra vida de los objetos?

- Lo que hemos podido recuperar en estos últimos cinco años que hemos estado restaurando. También hemos querido mostrar ejemplos de todo ese tipo de piezas. Tanto de cerámicas prehispánicas, como son un colador, una olla o una especie de cazuela, y luego una especie de recipientes que son seguramente de la época de la Conquista, se trata de recipientes sevillanos o valencianos, algunos de los cuales son para contener aceites, y demás, que también se han encontrado en el yacimiento.

- Por lo que veo, las exposiciones van cambiando a medida que se van recuperando vestigios de la cueva.

- Nosotros queremos incorporar, de forma regular, nuevos ídolos, y renovar las pintaderas que hemos podido montar. Algunos de estos recipientes gigantes los iremos cambiando por otros nuevos en el futuro.

- ¿Cuánta cerámica calcula que se podrá recuperar?

- Es incalculable. Pero, por el momento, el número de piezas que se ha mostrado es sólo un 1 %, y queda una labor ingente y hay una cantidad ingente de cerámica en cada casa. Son 60 casas y en algunas hemos encontrado casi 12 recipientes.

- Hay dos periodos arqueológicos en la cueva. ¿De cuál se han encontrado más restos?

- Sobre todo del segundo periodo. El primero está todavía pendiente de terminar de excavar e investigar. El primero es la parte más antigua, y de eso queda menos datos porque algunas casas están más destruidas, y todavía nos queda más trabajo. El yacimiento no está aún excavado del todo. Hay varias zonas en el yacimiento en las que hay como unas manchas y que se han dejado como reservas para en un futuro seguir excavando, con nuevos equipos de arqueología, y aplicando nuevas tecnologías, que han avanzado un montón. Ya hay nuevos sistemas y procedimientos de trabajo que hay que aplicarlos aquí.

- ¿Qué particularidad tiene la cerámica de Canarias con la del resto de España?

- Aquí la cerámica es completamente distinta, es mucho más fina, con un trabajo mucho más complejo. Y la mayor peculiaridad que tiene la arqueología del Archipiélago es que se puede complementar el trabajo de la arqueología con las crónicas de la Conquista. Y eso supone muchos datos que la arqueología no puede reflejar, como saber qué pensaban, que ha quedado constatado en las crónicas y eso nos permite tener un conocimiento mucho más amplio de la cultura canaria. No sólo saber que hacían esta cerámica, sino quiénes eran sus dioses, a quién adoraban, que tenían un guanarteme, un poder religioso. Se trata de un tipo de cosas que, en otras culturas de estos mismos periodos, habitualmente no pueden hacerse porque no ha quedado constancia de esas crónicas en los documentos.

- ¿Qué diferencia a estos canarios de otras culturas de su misma fecha?

- En que aquí están adaptados al medio. Por ejemplo, no hay metales, y como no hay hierro, no hay espadas, ni cuchillos, que en otras culturas sí aparecen.

- ¿Qué otros yacimientos importantes en cuanto a antigüedad destacaría en la Isla?

- Hay yacimientos en La Aldea de San Nicolás que se han fechado en torno al siglo I a.C., pero hay poblados importantes en todos lados, y todavía están pendientes de excavar.

- ¿Cuándo comenzarán las próximas excavaciones?

- Ahora estamos preparando el plan de investigación; la idea es hacerlo en colaboración con las universidades de Canarias, y a partir de ahí, se irá viendo, porque la idea es que esto vuelve a ser un yacimiento escuela como al principio. Yo empecé como alumno y que las personas que están estudiando puedan venir aquí.

- La Cueva tiene unas 2.500 cajas que acogen medio millón de objetos. ¿Para cuándo estarán todos expuestos?

- Estarán dentro de muchísimos años, ya que es un trabajo para poquito a poco ir retomándolo con mucha cautela. Pero tampoco es necesario mostrarlo todo. Pero hay que decir que la investigación en arqueología avanza tan rápido que interesa que determinadas cuestiones se analicen más adelante cuando haya una tecnología mayor. Antes estas cerámicas no se podían reconstruir tan bien. Pero ahora hay una serie de técnicas, materiales y pegamentos que tienen otras características que dan más versatilidad y permiten hacer otras cosas que antes eran impensables.

- ¿Qué ha sido lo que más ha sorprendido a los investigadores en la Cueva Pintada?

- La calidad con la que están hechas las figuras, la finura, el tratamiento, algo que además no es normal en la arqueología insular. No solo nos ha sorprendido a nosotros, sino cuando han venido expertos de la Península también se sorprenden. Sobre todo porque son paredes muy finas que, si no se trabaja a la perfección, estallarían al meterse en el horno. El hacer una cerámica de casi un metro de alto con una tan pequeña.