| Pulseras. Si el viento puso del revés el desarrollo de Eólica 2011, la caída de la noche trajo enormes retenciones en los accesos motivadas por el sistema de canje de las entradas por las pulseras con las que se accedía al recinto.

| Colas. La flexibilidad para el trasiego de público dentro del recinto del festival Eólica hasta las 20.00 horas cambió radicalmente justo cuando mayor volumen de espectadores se dirigía al Instituto Tecnológico de Canarias (ITC). Las colas se hicieron eternas para los seguidores del encuentro.