Gluten Free Company nace "a partir de las ganas y del deseo" de cuatro jóvenes actores apasionados por el teatro. Es como lo siente Germán Fabre, actor. "Surge de una necesidad de todos por crear, tener nuestros propios proyectos y no estar esperando a que nadie nos elija, sino ser nosotros autosuficientes", explica Vanesa Castellanos, actriz.

Su primera obra, De motu propio, lleva varias temporadas sobre las tablas de la sala Plot Point de Madrid. "Usualmente como teatro alternativo uno puede estrenar montaje y, como mucho, tiene la suerte de estar tres o cuatro funciones en una sala. Estar con un montaje tres temporadas en una sala de forma continuada es un lujazo", confiesa Rodrigo Villagrán, actor.

Saben que el camino es duro. A la hora de los ensayos a veces "buscamos horarios que tenemos que inventarnos, tardísimo", matiza Tania Met, actriz. Sin ir más lejos, en esta compañía los actores hacen de todo. "Tiene la parte más dificultosa, la más cansina, de tener uno sensación de que hace todo a pulmón, de que se tiene que estar gestionando todo", afirma Germán Fabre. Cuentan con pocos recursos, "hay que ser artesanal, ingenioso, creativo y tener muchas ganas", señala Rodrigo Villagrán. Y este es el resultado, talento en pequeño formato.