Resulta extraño imaginar a Miguel de Cervantes agazapado sobre un ordenador portátil, con sus apuntes, cuadernos y libretas de notas extendidas sobre la mesa del comedor, tropezando con el alba, solo, en silencio y dando vida a un inspector legendario. Para Domingo Villar, esta extrapolación resulta casi natural. El escritor vigués asegura, que la novela negra es la novela épica de nuestro tiempo, por lo que "Cervantes, si viviera hoy, escribiría novela negra".

Diez años después de La playa de los Ahogados, el inspector Leo Caldas reapareció en marzo de 2019 con en El último barco, la tercera entrega de una saga reposada e introspectiva. Una novela que el fin de semana ha sido galardonada con el Premio Ciudad de Santa Cruz a la mejor novela negra en español del año.

Villar confiesa que tenía miedo de caer en el olvido de los lectores. En su opinión, la literatura debe ser "un espacio de resistencia", un lugar para la reflexión". “Escribo novelas negras por fuera, pero por dentro son cuentos de amor a mi tierra y a una forma de ver la vida apacible", comenta.