El licenciado en Historia y técnico de museos del Cabildo de Gran Canaria, Juan Ismael Santana, imparte el día 2 de junio, a las 18.00 horas, la charla Ingeniería, innovación y modernidad. Juan de León y Castillo y sus obras hidráulicas, en el marco del ciclo Diálogos leoninos de la Casa-Museo León y Castillo. En esta conferencia acercará al público la figura de este visionario ingeniero de Caminos, Canales y Puertos que planteó hace más de un siglo la necesidad de construir embalses y de mantener una política de ahorro del agua.

Para acudir a esta charla, con entrada gratuita y aforo limitado, es necesario inscripción previa en el teléfono 928 691 377 o en el correo electrónico leonycastillo@grancanaria.com.

Santana, que dirije desde 2011 las Jornadas de Cultura del Agua de la Casa-Museo León y Castillo y compagina su labor profesional con la investigación histórica en materia de aguas, disertará sobre Juan León y Castillo (1834-1912) a través de los diversos estudios de ingeniería hidráulica que realizó, pues son uno de los aspectos menos conocidos de su gran producción técnica, al representar solo el 13 por ciento del total. De hecho, la mayoría de sus construcciones civiles se orientaron a la elaboración de estudios de muelles, puertos, faros, carreteras y urbanismo en un afán de modernizar las vetustas o inexistentes comunicaciones en Canarias.

En su faceta de ingeniería hidráulica, fue un pionero y visionario ya que desde muy pronto tuvo un conocimiento certero de la escasez secular del agua en Canarias y de Gran Canaria en particular, pues él mismo, como cosechero, padeció la falta del preciado recurso tanto para consumo humano como para la agricultura, detalla Santana.

Por ello, partiendo de un profundo conocimiento de la geografía insular, propuso algunas soluciones totalmente novedosas para su tiempo a la par que usó materiales, como la cal hidráulica, y aplicó técnicas ancestrales en el modo de captación y almacenamiento de aguas. Toda su ingeniería estaba, además, adecuada al medio ambiente para que se adaptara al entorno, agrega el historiador.

En la conferencia, Santana detallará algunos de los proyectos más importantes ideados por Juan León y Castillo. Entre ellos, el de una presa en el barranco de Tamaraceite en 1862, que fue el primer proyecto que hizo tras salir de la Escuela de Ingenieros y que no llegó a ejecutarse porque el Estado no lo financió. Por ese motivo, trazó un proyecto menos ambicioso para conseguir llevar agua a esta zona gracias a un acequia, que sí se ejecutó en 1864. También en 1862 realizó un informe de abastecimiento de agua potable a la población de Arrecife.

Ya en 1868 realizó el proyecto de obras Mina de la Herradura-Tenerías, en Telde, de carácter privado y para su beneficio personal, y en 1881 diseñó el sistema de aguas y depósitos del Puerto de La Luz. Posteriormente, en 1901 confeccionó el anteproyecto de abastecimiento de agua de Las Palmas de Gran Canaria, que no se ejecutó, y el del pozo en el Barranco Real de Telde. Un año más tarde realizó el de la presa de embalse en la Hoya de Ponce.

Uno de los proyectos más importantes, realizado en 1893, es el sistema de aguas y depósito del lazareto de Gando, que está en uso en la actualidad, destaca Santana. Al igual que el que realizó en 1903, cuando diseñó un proyecto de aguas subterráneas en la costa de Lairaga-El Rincón (Arucas-Moya) para reaprovechar las aguas que se perdían al mar. Para ello, ideó un sistema de galerías perpendiculares a la costa para captarlas y llevarlas por tramos a pozos y elevarlas a una cota superior a unos depósitos para volver a utilizarlas.

Juan León y Castillo compaginaba sus labores como ingeniero con la dirección del Partido Liberal Canario y con su pasión por la tierra, que le llevó a dirigir una gran explotación agrícola, ya que heredó de sus padres casas, fincas, cercados, y aguas de riego tanto en la Vega de Telde como en Tafira, que mantuvo en explotación o acrecentó con tierras, levantado paredes y muros en forma de bancales.

Entre sus propiedades figuraban 34 hectáreas en Marpequeña (Telde) donde plantó tabaco, también la Finca del Portichuelo (Telde) dedicada a arboles frutales y otras 14 hectáreas en La Garita (Telde). A ellas se le suma la Finca de Jaraquemada o La Cruz, por la que Juan tuvo especial predilección, situada en la zona alta de San Antonio El Tabaibal (Telde), en donde experimentó con diversos cultivos alternativos a la cochinilla, como fue el tabaco. Hoy en día sigue perteneciendo a los descendientes de Juan León y Castillo.

En todas estas propiedades, Juan León y Castillo se esmeró en dotarlas del agua necesaria diseñando unos sistemas de riego a modo de estanques, acequias y pequeñas cantoneras para el cultivo de hortalizas, áreas ajardinadas con especies exóticas o experimentar con diversos cultivos orientados a la exportación, explica Santana.

Del estudio de sus propiedades se desprende que fue un auténtico aguateniente, pues tuvo agua en propiedad en la Heredad del Chorro o chorrillo (Telde), en la Heredad de la Vega Mayor (Telde), en la Heredad de la Mina del Cascajo-Alcaravanal y en la Heredad de Satautejo y la Higuera (Santa Brígida), entre muchas otras.