La cantautora madrileña La Otra, conocida por sus letras feministas, ofreció ayer en CCA Gran Canaria Centro de Cultura Audiovisual un microconcierto en el marco de la iniciativa Vacuna contra el machismo. Isabel Casanova, conocida artísticamente como La Otra (Madrid, 1992), escribe desde el corazón, y sus letras atraviesan lo personal y político para llegar a lugares en que el discurso crítico no se ha establecido.

La Otra fue pionera en el movimiento feminista casi sin saberlo: «Yo fui una voz de algo que en ese momento era más marginal, pero que ya existía». Allá por el 2011 empezó su carrera musical, siempre bajo la premisa de ser consecuente con sus ideales. Se muestra crítica con las distintas vertientes del feminismo que pudimos ver en las movilizaciones por el 8M. «La gente considera que, con tal de imponer sus criterios, hay que dividir el movimiento feminista y yo no estoy de acuerdo», afirma.

La cantante asegura que, el camino hacia la igualdad no puede basarse en las diferencias, sino en los puntos en común y apoyo entre las feministas para que el proceso no se desmovilice y obtenga sus frutos. «La idea de que haya bandos y que la comunicación entre ellos ha de ser la guerra me parece destructivo para el movimiento, porque la agenda común debe ser la prioridad».

No al romanticismo

Casanova se muestra crítica con el romanticismo o al menos con las convenciones sociales que lo rodean, acudiendo a Brigitte Vasallo y su idea del Amor Disney, para desmarcarse de las posibles connotaciones positivas que pueda tener el término. «El amor romántico no es compatible con el libre albedrío. Los celos o el control son constructos culturales que nada tienen que ver con la idea del amor», apunta.

Para la Otra «repensar la masculinidad nos concierne a todos y es una tarea urgente». «Si las mujeres feministas junto con los hombres feministas no repensamos el tema de la masculinidad va a venir Vox a hacerlo (de hecho, ya lo está haciendo)», se lamenta.