Ni Funk Ni Fank, más éxito que el turrón

La formación arrasa en el regreso de su tradicional concierto de 'Tarde Buena' en el Tiramisú Funky Bar y da la bienvenida al 2023 en la Plaza de la Música

La banda Ni Funk Ni Fank, el antiguo The Paper Club.

La banda Ni Funk Ni Fank, el antiguo The Paper Club.

Nora Navarro

Nora Navarro

Como el turrón, las luces y los bailes, la banda Ni Funk Ni Fank, que hace honor a la sonoridad funky de su nombre pero no a su juego de palabras, porque nunca deja indiferente, ha vuelto a casa por Navidad. Este hogar, en concreto, es la calle, sobre todo, a las puertas del Tiramisú Funky Bar, en la Plaza del Pilar, uno de los puntos cardinales de la extinta Ruta Playa Viva en el Paseo de Las Canteras, en cuyo mapa despuntaron tantas formaciones musicales de Canarias como esta. 

La banda integrada por Esther Suárez (voz), Luis Merino (guitarra y arreglos), Franco Contreras (bajo), Miguel Izquierdo (teclas y coros) y José Llobet (batería) envolvió la mejor banda sonora de la lista de deseos con el regreso de su tradicional concierto de Tarde Nueva el pasado sábado en «el Tira», que desbordó de alegría la plaza capitalina y puso de manifiesto el anhelo colectivo de retomar la música a pie de calle. 

«El ambientazo fue brutal y nos dio un subidón enorme», apunta la cantante Esther Suárez, «casi nos habíamos olvidado de esa sensación de estar arriba todo el tiempo, en el mejor lugar posible y con la mejor gente». 

Ni Funk Ni Fank, una imagen de 2015.

Ni Funk Ni Fank, una imagen de 2015.

No regresaban porque nunca se habían ido, pero, tal como señala Esther «fue como volver a los viejos tiempos de Ni Funk Ni Fank». Y es que esta banda de covers y algunos temas propios, erigida en 2009 en las coordenadas de la música disco, dance y pop rock, con base soulera y funky unida a un rotundo directo para romperse a bailar, acusaba la desaceleración del sector tras el golpe de la pandemia y el cierre progresivo de salas de música en directo de pequeño y mediano aforo en Las Palmas de Gran Canaria, como el Mojo Club, la sala Nasdaq, la Guarida del Blues o The Paper Club, entre los vacíos más recientes. 

Ya lo resumió en una sola frase Roberto (Robe) Pérez Lorenzo tras el cierre de la sala La Choza en 2018, templo del directo en el sur grancanario, en una entrevista realizada en este diario por Diego F. Hernández: «En esta isla es imposible».

Falta de espacios

«Cada vez resulta más difícil tocar en la ciudad», afirma la cantante, quien volvió al instante en que, en plena Tarde Buena, el guitarrista Luis Merino hizo un llamamiento público al regreso de la Ruta Playa Viva, que también han suscrito en múltiples ocasiones desde el NYC Taxi Bar, otro de los espacios referentes de este circuito musical. 

«Creemos firmemente que la cultura en la calle para todo el mundo es necesaria y que se trata del derecho universal a la cultura, al disfrute de la música en directo y a ser un poco más felices», subraya Esther, quien después de más de dos décadas al frente de este proyecto musical, que compagina con otros como Biphasic o Midnight Soul Band, advierte que «los grupos pasan por diferentes épocas, igual que sus componentes, pero ya nos toca a todos resurgir de las cenizas».

Después de la euforia compartida el pasado 24 de diciembre, Ni Funk Ni Funk también oficiará la bienvenida al nuevo año 2023 después de las uvas de medianoche el próximo sábado 31 de diciembre, en el escenario emplazado en la Plaza de la Música. La formación enfila el acontecimiento «con muchas ganas de tocar, de pasarlo bien y de darlo todo después de la que montamos».

Además, la tarde anterior, la banda también actuará en una versión reducida -con cuatro integrantes, a falta de Izquierdo a las teclas, por cuestiones de agenda- y en formato acústico este viernes 30 de diciembre en el Palacete Rodríguez Quegles, a partir de las 19.00 horas, para arropar el mercadillo navideño Discobolo. La entrada es libre y gratuita hasta completar el aforo del espacio. 

Cartel del mercado navideño Discobolo.

Cartel del mercado navideño Discobolo.

Por tanto, en la bisagra entre el año que culmina y el año que amanece, Ni Funk Ni Fank brinda dos nuevas oportunidades para bailar al ritmo de su versión de Freed from desire, Dance Little Sister o su singular medley de Michael Jackson. Además, en su concierto de año nuevo, la banda recuperará himnos aparcados como Lady (Hear me tonight), de Modjo, o Sing it back, de Moloko, envueltos en su atmósfera disco de los 90. «Este último lo habíamos quitado porque llevábamos 10 años haciéndolo y estábamos algo cansados, pero hemos querido recuperarlo porque es un temazo de la vida para empezar bien el año», concluye Esther. «Sing it back to me / Bring it back (sing it)», dice el estribillo. El mejor mantra o nuevo deseo de la música para el 2023.