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Teddy Bautista: «Mi posición en la música es salir de mi zona de confort»

Teddy Bautista es uno de los coautores del montaje multidisciplinar ‘Canarii, país adentro’ que se representa en el teatro Cuyás del 17 al 19 de noviembre. El músico habla de esta aproximación artística al pasado de Canarias y de los detalles sobre la publicación de un próximo disco y de una autobiografía. 

l músico, productor y compositor grancanario Teddy Bautista, ayer, en la capital grancanaria.

l músico, productor y compositor grancanario Teddy Bautista, ayer, en la capital grancanaria. / Juan Castro

¿Cuál ha sido su aportación principal al montaje Canarii?

Mi aportación principal es una música muy electrónica y orgánico. Es un sonido en lo que he sido un pionero y se enmarca en una vanguardia de experimentación. Soy un diseñador musical, he creado toda una serie de estampas sonoras porque nunca he dejado de producir o interpretar desde los 70. Los músicos tuvimos que ir ajustando los sonidos para que el coreógrafo pueda crear mejor el conjunto de movimientos dancísticos ya que un ballet es una cosa muy compleja. Es como si cogieras las música y la rehicieras.

Comparte autoría con Hirahi Afonso, Félix Morales, Mestisay y con música tradicional.

Lo que Manolo González me dijo que era importante que trabajase con los jóvenes músicos y con la transición del folclore a la música contemporánea. Al primero que conocí fue a Hirahi Afonso, es un músicos que se ve que estuvo estudiando en la Esmuc de Barcelona y de ahí hay una oleada de músicos muy jóvenes y precoces que con 14 años ya han hecho discos. Yo traigo un bagaje muy complejo y electrónico y Hirahi junto a Félix Morales hemos hecho una mezcla muy interesante y original. Félix es un músico de Tenerife que se ha dedicado a recuperar instrumentos ancestrales y aborígenes y preshipánicos porque todos los pueblos que pasaron por aquí tuvo su música. Y contamos con la voz magnífica de Olga Cerpa contando la historia y cantando las canciones. En las isla hubo una influencia prehispánica que no hay que perder de vista. Como dijo Antonio Gades: «Para ser original tienes que conocer los orígenes». La música que hemos creado intentan combinar la tradición con la vanguardia. 

¿En qué consiste la trama?

En una serie de movimientos basados en referencias como la calima, los volcanes, los vientos alisios o el mar. El videomontaje es espectacular porque son varias pantallas rodeando el escenario y hay una diseñadora de vestuario que ha hecho un trabajo impresionante porque ha estado investigando las prendas ancestrales. Hay un escenógrafo que ha diseñado las estampas de estos elementos que aparecen en la historia y que facilitan al público que conecte con la historia que le están contando. Es una historia de nuestro pueblo y Manolo como musicólogo incluye tambores herreños, sirinoque, etc. Son una serie de elementos que se sitúan en el ámbito de nuestro imaginario colectivo. Interviene una diseñadora de vestuario llamada Yaiza Pinillos con mucho éxito y un videocreador, un escenógrafo, un coreógrafo, etc.

Su música se ha adaptado a las nuevas corrientes de moda.

Yo no le había prestado mucha atención a la música urbana porque estaba muy comprometido con la música para audiovisuales. Pero un día tengo una reunión con Quincy Jones y me dice «tienes que escuchar a los raperos porque es la primera vez que el ritmo tiene más importancia que la melodía y que la armonía». El ritmo había superado ese papel secundario que tenía en la música con respecto a la melodía, las letras o las progresiones armónicas. Porque el ritmo era simplemente como los cimientos donde se construye el desarrollo. Uno de los que más escucho se llama Pharrell Williams, un cantante, músico y compositor, que ha producido un disco de Kendrick Lamar al que le han dado el premio Pulitzer. 

¿Qué circunstancias hacen que muchos músicos hayan tenido una evolución errática?

El ambiente, la industria, la presión de los medios, vivir es caro. Y los músicos son los peores administradores de su patrimonio que yo he conocido. Los pintores, los actores, los escritores saben sobrevivir, pero los músicos lo funden en instrumentos, viajes, familia. Yo tengo una canción titulada Episodio 9x4 donde cuento lo de las galas, las carreteras, meterte en el coche, carretera, dormir mal. Yo he perdido a amigos míos como Jesús de la Rosa, Nino Bravo, Cecilia sin haber cumplido 30 años. 

Ahora hay un público que quiere volver a los sesenta.

Me han pedido que vuelva con Los Canarios, pero yo no me atrevo a volver a toca De rodillas o Libérate. Yo he ido evolucionando y cada etapa he ido cerrando y mi posición ha sido siempre salirme de la zona de confort. Eses es el motivo por el que sigo activo. Y el año que viene sale un nuevo álbum mío electrónico. Y en la onda de las tendencias de la música urbana, soulhop y hipo hop además de reggeton o trap. Pero también está lo que se conoce como música de ambiente o chill out, que creas un espacio sonoro en el que la gente se relaja. Tanto el chillout como el disco fueron el inicio de este proceso en los años ochenta. 

¿Cómo ve el legado de Los Canarios desde la distancia?

Con Los Canarios hicimos tres de estudio, uno en directo y un álbum de caras b. Yo había cerrado el kiosko musical en el año 83 y el último álbum que hice fue La memoria del agua que salió a finales de los ochenta en Warner. Y es un disco de culto porque la gente de la música atmosférica y ambiente tienen ese disco como referencia ya que fue un paso arriesgado en su momento. Por otro lado, Ciclos es el único álbum de Los canarios que se sigue vendiendo. 

Y su próximo disco tiene relación directa con ese.

Si, porque se va a llamar Ciclos 5., ya que es la quinta obra de mi trayectoria y supongo que será la última porque en 2024 se cumplen 50 años del primer Ciclos que salió en el 74. He estado cuatro años haciendo este disco y ha sido muy complicado. Será doble y lo publicará la compañía Altafonte. También estoy haciendo música de una serie italo-surcoreana que se basa en un cómic y en la que ya llevo nueve capítulos.

¿Le afectó toda la polémica que se produjo con la Sgae?

Me afectó. Este país disfruta derribando mitos. Cuando me ubiqué tuve un año muy complicado. Pero pensé: «Esto me ha pasado a mí, le ha pasado a mucha gente y le pasará a otra gente en el futuro». Entonces decidí contarlo y estuve escribiendo un año y medio para evitar que se me borraran algunos detalles. Y cuando estuve cansado de escribir me puse a recordar acordes musicales y me enganché. Luego puse el contador a cero y me puse a estudiar otra vez. Tenía 69 años y dije «vamos a ver si llego a los setenta con el cerebro motivado para hacer música». Y estuve haciendo escalas durante casi dos años. Cuando cumplí 70, una serie de amigos músicos me hicieron una fiesta, llegaron varios músicos y tocamos. Escuché la grabación y resultó curioso como había recuperado el tren después de 28 años sin hacer nada.

¿Qué periodos de su vida abarca el libro de memorias?

Desde que yo gateando me quedaba debajo del piano de mi madre hasta el año 2020 que es cuando sale la sentencia absolutoria. Con lo que ocurrió en la Sgae no es que hayan ido contra mí. Yo soy un daño colateral. Es que fueron contra la propia Sgae para cargarse una institución que defendían a los creadores. Las televisiones, las radios, las compañías discográficas, los productores de televisión y demás pagaban a todo el mundo para que hablaran mal de la institución. Pero cuando no pueden esquivar el marco legal a lo que van es a cargarse al impulsor de ese marco legal. Y los únicos que habían hecho propuestas para que los políticos legislaran en el congreso éramos nosotros.

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