El Airside de Hong Kong

En la isla de Hong Kong la vida sigue. Y ello a pesar de las presiones de China por cambiar su estatus, a pesar del dominio del gigante y a pesar de lo machacada que estuvo la población hongkonesa a propósito del Covid_19 durante mucho más tiempo que en Occidente.

Pero mientras en Canarias seguimos caminando como si estuviéramos rodando una película a cámara lenta, Hong Kong, la isla de los rascacielos, no se ha detenido y el edificio del que les hablo hoy es un ejemplo ambicioso de ello. Fue inaugurado el pasado septiembre de este mismo año habiendo recibido ya múltiples premios y reconocimientos sobre todo en Asia.

El equipo europeo de Snøhetta ha logrado crear en Hong Kong un ámbito público vibrante y una atracción vecinal que convierte el entorno en apetecible para toda la ciudad. El edificio comprende cinco volúmenes interconectados entre sí que se elevan gradualmente desde el río Kai Tak, generando una torre de más de 200 metros de altura que refuerza desde el suelo hasta el cielo una presencia arquitectónica de calidad y muy atractiva.

Lo más interesante, conociendo la vida diaria de Hong Kong, es la serie de espacios urbanos a escala humana que se han creado a nivel del suelo y también los jardines de la azotea con impresionantes vistas del puerto Victoria y el río Kai Tak. En ese sentido no una sino varias plazas ajardinadas rodean la arquitectura, integrándola en el entorno urbano que se ha vuelto peatonal.

Las formas esculpidas de la torre descienden junto a la base suavemente, hacia la esquina más al sur, revelando los tejados a las plazas circundantes, hasta llegar al paseo del río.

El jardín elevado que encabeza el podio es grande y generoso creando un espacio público exclusivo que domina los alrededores con amplios asientos, fuentes de agua y áreas plantadas. Debajo, en el corazón del edificio, hay un atrio comercial de varios pisos de 60.000 metros cuadrados lleno de luz natural, que crea un espacioso lugar de reunión social que en Hong Kong se suele organizar en esos espacios interiores intersticiales de los edificios. Sobre el jardín elevado emerge la torre que contiene 110.000 metros cuadrados de espacio para oficinas.

Resalta que el diseño extienda el paisaje urbano hasta la arquitectura misma, creando acceso directo entre las áreas de tránsito peatonal, los espacios comerciales en la base de la torre y los jardines elevados.

Todo esto coincide y celebra el 25º aniversario de la clausura del famoso aeropuerto Kai Tak de Hong Kong, y convierte a este proyecto de arquitectura llamado AIRSIDE, en un hito de uso mixto de gran calidad arquitectónica y ambiental que se considera que es la puerta de entrada a un futuro bullicioso distrito comercial cercano que se está remodelando en estos momentos. El proyecto ha incorporado prácticas de sostenibilidad sin precedentes, lo que lo convierte en el primero en Hong Kong en recibir cinco de las más altas certificaciones de construcción ecológica.

El diseño no solo entrelaza generosos espacios públicos y jardines a través de una serie de plazas exteriores y paisajes en azoteas sino que permite en dichos lugares incluso la agricultura urbana junto con restaurantes, espacios para eventos culturales y para la recreación en general.

Dulce Xerach Pérez. abogada y doctora en arquitectura. investigadora de la universidad europea