Cine

El infierno de la inmigración

Fotograma de ‘Nuit obscure-Au revoir ici, n´importe où’. | | LP/DLP

Fotograma de ‘Nuit obscure-Au revoir ici, n´importe où’. | | LP/DLP / Claudio Utrera

Claudio Utrera

Claudio Utrera

En la segunda jornada de su sección competitiva, la Muestra de Cine de Lanzarote presenta hoy otra novedad encomiable para la cinefilia más exigente: el documental de producción franco suiza Nuit obscure-Au revoir ici, n´importe où, escrito y dirigido por Sylvain George (Francia, 55 años), presentada por el propio autor, cuyo estreno en la pasada edición del festival de Locarno, fuera de concurso, logró cumplir con todas las expectativas.

Se trata de la obra de un cineasta, escasamente conocido en nuestro país, pero dotado, según todas las fuentes consultadas, de un talento excepcional para abordar temáticas vinculadas con el ámbito de la inmigración y con todo tipo de movimientos sociales y políticos, empleando siempre una mirada de fuerte calado poético.

No conozco su obra pero sí que he podido constatar, con toda suerte de detalles, su poderoso perfil autoral tras el visionado de esta original y apasionante película, que esta tarde se exhibirá en la sala conejera El Almacén.

Con un metraje que supera las tres horas de duración -¡no nos alarmemos!- Nuit obscure… es, probablemente, uno de los testimonios más inteligentes y arriesgados que se han filmado últimamente sobre el fenómeno, hoy tan candente, de la inmigración magrebí en Europa y de su conexión cada vez más sólida con España como cruce de acceso al viejo continente.

George, que eligió el blanco y negro para retratar la negrura de un mundo áspero, cruel y sin esperanza, descarga su película de cualquier aditamento dramático o de cualquier acompañamiento musical que pudiera contribuir a la consabida espectacularización del fenómeno, cosa de la que rehúye constantemente, forzando al espectador a pensar por sí mismo ante las inapelables imágenes de un puñado de inmigrantes en la ciudad de Melilla intentando, sin mucho éxito, que se le abran milagrosamente las puertas al paraíso que aspiran alcanzar mientras se entregan al peligroso juego de la supervivencia en un país que a ratos se asemeja a una oscura y angustiosa ratonera.