'David y Goliat' "batallan" en el coliseo capitalino

La función es una de las apuestas del Teatro Pérez Galdós para encarar el cierre del año

Una obra de teatro trabajo del coreógrafo británico, Ian Garside, y el actor Tomás Pozzi

El coreógrafo Ian Garside y el actor Tomás Pozzi, en una imagen promocional de 'David&Goliat’

El coreógrafo Ian Garside y el actor Tomás Pozzi, en una imagen promocional de 'David&Goliat’ / Jesús Robisco

Según el famoso pasaje bíblico, David venció a Goliat con una honda y una piedra, en un alegato a favor antes de la maña que de la fuerza. Una hazaña de posibilidad remota, ya que David solo era un pastor renacuajo, mientras que Goliat era un guerrero filisteo invicto. ¿La victoria fue suerte o habilidad? Es la incógnita que plantea la obra de teatro que lleva el nombre de los dos personajes. La contienda se traslada este sábado 9 de diciembre a la 'arena' del Teatro Pérez Galdós.

El coreógrafo Ian Garside y el actor Tomás Pozzi, en una imagen promocional de 'David&Goliat’

El coreógrafo Ian Garside y el actor Tomás Pozzi, en una imagen promocional de 'David&Goliat’ / Jesús Robisco

El bailarín y coreógrafo internacional británico, Ian Garside, se encontraba en su domicilio de Gáldar leyendo el libro David y Goliat: Desvalidos, inadaptados y el arte de luchar contra gigantes, de Malcolm Gladwell, cuando se le ocurrió una idea: adaptar la novela al teatro e interpretarla junto al actor, Tomás Pozzi. El famoso actor argentino, popular por sus papeles en La que se avecina o Gym Tony, aceptó sin pensarlo dos veces. Fue un flechazo de amor a primera vista el de Pozzi con este drama que mezcla las disciplinas escénicas de la danza y el teatro.

Tomás Pozzi, sube a las tablas bajo el nombre de David, e Ian Garside como Goliat el guerrero

Un trabajo que Garside ideó específicamente para que estuviera hecho a la medida de Pozzi. El afán de los dos artistas por trabajar juntos desemboca en esta obra que "cuestiona las peleas entre los poderosos y los desvalidos", desembrolla Garside. El trabajo ahonda en la raíz real de las fortalezas y debilidades características de los individuos. De hecho, Pozzi y Garside se valen de este mismo concepto para juntarse en este trabajo, explorando sus puntos fuertes y débiles en materia artística. "La idea era pensar en Tomás y yo como dos intérpretes viniendo de distintos mundos; él del teatro, de la interpretación actual y más orientada a la comedia televisiva, y yo de la danza", esclarece. Aunque, en esta ocasión, Garside no solo se limita al diseño de la coreografía, sino que da vida a un personaje dentro de la función.

Para los roles en este drama teatral, los artistas no quisieron andarse con rodeos. El actor de Argentina, Tomás Pozzi, sube a las tablas bajo el nombre de David, e Ian Garside como Goliat el guerrero. El destino estaba escrito para la asignación de los personajes, siendo la diferencia de altura y el físico de ambos el factor diferencial. "También fue por la metáfora del que Tomás Pozzi es una persona bajita, pero que tiene un corazón, un alma, una pasión enorme", se sincera el bailarín.

Hace un año, el proyecto arrancaba y se lanzaba a la carga de búsqueda de productora y financiación. Unos cuantos meses después, en abril, comenzaron los primeros ensayos de esta obra. “Empezamos probando, improvisando y jugando", comienza a narrar Garside. Así, con un estilo de prueba y error desenfadado, que se vale de diferentes estilos en su danza, fueron echando mano de la tijera para dar forma al contenido de lo que ocurriría sobre el escenario. "Desde ahí fuimos descartando escenas, apuntando y desarrollando otras hasta que la obra comenzó a tomar su propia identidad”, resume Garside. El resultado es una obra mix de estilos teatrales inspirados en Wes Anderson y Tim Burton.

No podía faltar el trabajo del dramaturgo y director, Tomás Cabané, con el que Tomás Pozzi ya había trabajado anteriormente en Querido capricho. La dupla de tocayos había emprendido un viaje empresarial hacía un par de años, con la creación de la compañía Malala Producciones. De forma irónica, ese también fue el nexo de unión entre ambos dramaturgos y el coreógrafo Ian Garside.

Imagenes promocionales de 'David & Goliat'

Imagenes promocionales de 'David & Goliat' / Jesús Robisco

Durante los ensayos, Cabané hizo de "ojo externo", para opinar acerca de la interpretación y la danza que se estaba cocinando. Mediante videollamadas, Cabané "calibraba" si el concepto de la narrativa era coherente. "Nos comentaba aspectos para ir cada vez hilando más fino y mejorar la compresión del cuento", expresa Pozzi. "También para que Ian pudiese descansar, porque es muy complejo estar dentro y fuera del escenario", continúa.

Los espectadores de la obra podrán apreciar una danza que entremezcla aspectos de diferentes artes marciales. Buscar todos los tipos de lucha e integrarlos como un solo movimiento era uno de los puntos de partida del coreógrafo. "En el mundo de la danza las cosas se transforman. No es todo literal o de una acción descriptiva, sino más expresiva, más abstracta... los elementos se transforman y nos llevan a otros lugares", ilustra. Un teatro en su mayor parte físico, que tiende a diluir sus límites entre la comedia y el drama en determinados momentos de la obra.

Versión extendida

La obra de teatro 'David y Goliat' debutó el pasado 18 de noviembre con el cierre del Festival Todas Las Danzas de la isla redonda de La Gomera, en una versión de 19 minutos. "La idea es que las dos piezas continúen y que sigan teniendo recorrido", asegura el actor Tomás Pozzi. Este fin de semana, la función ofrece su versión extendida, con un texto que se extiende hasta la hora de duración, y que promete brindar al espectador "una lección de empatía". 'David y Goliat' es la obra teatral en la que por momentos "todos somos David y todos somos Goliat".