Fotografía

El poder sanador de fotografiar a personas en la playa de Las Canteras

Axel Bruck presenta el próximo jueves 14 de diciembre su exposición 'Personajes del paseo' en Asociación Atlas

Desde un surfero que lleva a sus ovejas a la playa hasta grupos de amigos de toda la vida, nadie se escapa al ojo del fotógrafo alemán

Un surfero de Tamaraceite pasea con sus ovejas.

Un surfero de Tamaraceite pasea con sus ovejas. / Axel Bruck

Martina Andrés

Martina Andrés

Cuando las preocupaciones se enredan en el interior del corazón o la cabeza, cada uno tiene su particular forma de deshacer los nudos que se atrancan en el pecho. El arte, de cualquier tipo, suele ser un refugio ideal: unos acordes determinados, una pintura concreta o las palabras acertadas sobre la hoja de papel pueden alterar estados de ánimo y hacer que todo vuelva a fluir de nuevo, aunque sea durante unos minutos.

El arte de capturar imágenes fue el refugio del fotógrafo alemán afincado en Canarias Axel Bruck cuando tuvo que convivir con una hernia discal que le impedía hacer las cosas que más amaba: surfear y estar en contacto permanente con la naturaleza. Su profesión, vinculada a las energías renovables, le exige estar muchas horas delante del ordenador trabajando con números, así que la fotografía lleva años siendo su aliado creativo, más aún en esos momentos en los que su cuerpo estaba limitado por la lesión. Así fue como, en uno de sus paseos por la orilla del mar cuando se estaba recuperando, conoció a un surfero de Tamaraceite que se llevaba a sus ovejas a la playa.

«Eran tres, ellas le veían surfear y él luego las secaba así como si fueran perros», describe con el moño alto en la cabeza mientras toma un café y hace el gesto de secado con las manos. Se ríe y cuenta que él fue el primer «personaje del paseo» que fotografió, nombre que ahora tiene la exposición que el próximo jueves 14 de diciembre se inaugura en la azotea de la Asociación Atlas. Fue el presidente de este espacio cultural del barrio de La Isleta, Manuel Cabezudo, el que contactó a Bruck, fascinado, como muchos otros usuarios de Instagram, por el trabajo del fotógrafo alemán.

Asociación Atlas, en su intento constante por promover la cultura local y servir de punto de encuentro para artistas, creadores y gente del barrio, acogerá una selección de varias fotografías en las que los espectadores podrán apreciar la idiosincrasia tanto del artista, como de uno de los lugares más transitados y queridos de la capital grancanaria. La inauguración será a las 20.00 horas y contará con un picoteo de la mano de Luwak. Además, las fotografías estarán a la venta para el público interesado.

Sin pretensiones

Bruck empezó a interesarse por la fotografía cuando tenía 10 años y su abuelo le regaló una cámara analógica por Navidad. Nunca tuvo pretensiones, más allá de compartir lo que veía con amigos y familiares durante sus viajes. Tampoco las tuvo cuando empezó con este proyecto de fotografiar a los transeúntes de Las Canteras: solo quería contagiarse de «las buenas vibraciones» que desprendían las estampas de la playa capitalina que tenía a su alrededor.

«Quería hacer fotos de gente con esta vibración despreocupada, porque yo estaba muy preocupado y eso me ayudaba», relata Bruck. Entre sus protagonistas, además del surfero de las ovejas, hay todo tipo de personas que reflejan la variedad de nacionalidades, cuerpos y personalidades de los bañistas y caminantes. «Hay gente mayor en la playa cada día, se sientan con su grupito de amigos, tranquilos», describe haciendo alusión a la sensación de paz que le provocaba observar a los más mayores.

«Solo vives en este momento, en la playa, libre y en paz. Parece que la gente no está pensando en nada. Y quizá están pensando cosas, pero desde fuera parecen en paz con ellos mismos», añade.

El objetivo de Bruck absorbía esta paz para hacerla propia y encontrar un consuelo en su propia intranquilidad. Sus fotos robadas, con ingeniosas perspectivas y llenas de color, consiguen que el ojo ajeno ―incluso el más familiarizado con el paseo― pueda redescubrir lugares, siempre con la esperanza de ver a alguien conocido, o incluso a uno mismo, entre los fotografiados.

El fotógrafo alemán pone especial cuidado en respetar la intimidad de las personas retratadas. Dentro de lo posible, intenta no sacar sus caras, por lo que la mayoría de sus «personajes del paseo» se mantienen en el anonimato. «Encontrar el momento muchas veces es suerte. Intento siempre llevar mi cámara, estar listo, la gente no se mueve mucho en la playa», explica Bruck. Su técnica no tiene mayor misterio que la de pasear y estar atento, algo que parece sencillo pero que poco a poco, en este mundo de pantallas, se va perdiendo.

Sombrillas, flotadores enormes, bolsas de la compra, surfistas, parejas, grupos de amigos, deportistas, artistas... Al igual que en la playa de Las Canteras, todo tiene cabida en el trabajo de Bruck, que se enfoca más en la belleza y la emoción de la imagen, que en la historia que se esconde detrás. «Me gusta más que cada persona pueda interpretar la foto como quiera», puntualiza.

Si hay un rasgo que predomina entre todos los demás en las instantáneas del fotógrafo alemán, quizá sea el de la espontaneidad. Bruck apunta con su cámara y dispara sin preguntar. «No quiero preguntar antes porque entonces cambia la foto», explica. Porque, al final, las personas son lo que hacen cuando creen que nadie las mira. Y esto es lo que este artista de la imagen refleja en las más de doscientas fotografías que acumula en su perfil de Instagram: la idiosincrasia de un paseo que tiene la capacidad de sanar, de ser polifacético en cada uno de sus rincones, de hacer sentir en casa a cualquiera que ponga el pie en sus losas rojas con olor a salitre.