Fotografía

'Crónica visual de la infamia': la contradicción de la guerra en las fotografías de Evgeniy Maloletka

La exposición sobre el conflicto en Ucrania comisariada por Leandro Betancor se puede ver en la Biblioteca Insular desde hoy

La muestra cuenta con un total de 40 piezas realizadas en diferentes ciudades ucranianas

Exposición 'Crónica visual de la infamia' del fotoperiodista ucraniano Evgeniy Maloletka

LP/DLP

Martina Andrés

Martina Andrés

La voz del fotógrafo ucraniano Evgeniy Maloletka suena a través de la pantalla de la sala multimedia de la Biblioteca Insular mientras detrás de sus ventanales se escucha un alegre ritmo de timple y se intuye recortada la silueta de una palmera. La dualidad de la imagen -y de la propia vida- penetra a través del ojo que observa: a la izquierda y sobre la pared, Ucrania, el funeral de un soldado fallecido, mujeres mayores que rezan, la nieve cayendo después de un bombardeo a un hospital en Mariúpol; a la derecha, tras el cristal, Las Palmas de Gran Canaria, la luz del sol que lo llena todo, familias de locales y de turistas que desayunan en el barrio de Triana.

«La biblioteca es un templo de silencio absoluto. Estas fotos huelen a pólvora, a muerte, pero respiran un silencio sepulcral. El silencio se escucha y el silencio se mira. Espero que la gente mire las fotos y no mire para otro lado». Con esta frase describe el fotógrafo Leandro Betancor la muestra fotográfica Crónica visual de la infamia, exposición que desde hoy inunda la biblioteca capitalina con la fuerza y la crudeza de las historias que muestran las 40 imágenes de Maloletka, profesional que lleva diez años documentando en Ucrania, su país natal, el conflicto con Rusia.

Aunque fue hace dos años cuando Ucrania empezó a protagonizar titulares en medios de comunicación de todo el mundo, el enfrentamiento se remonta al año 2013, cuando tuvieron lugar las manifestaciones del Euromaidán. Después llegó 2014, con la guerra del Donbás y la anexión por parte de Rusia de la península de Crimea. En todos estos momentos, Maloletka estuvo cámara en mano trabajando, comprometido con la realidad de su tierra natal, alejado de esos periodistas que como paracaidistas aterrizan de forma breve en la catástrofe y la abandonan a los pocos días sin profundizar en el conflicto.

Con tanto material fotográfico recopilado a lo largo de los años, Betancor tuvo claro que el primer criterio para elegir las fotografías que iban a componer la exposición tenía que ser el cronológico. Por este motivo, las piezas seleccionadas son un reflejo de lo acontecido en diferentes ciudades ucranianas desde que Rusia invadiera el país el pasado 24 de febrero de 2022. Un reflejo de la destrucción de las infraestructuras civiles, de las vidas de tantas personas -más de 10.300 civiles muertos hasta la fecha- y de la contradicción constante de la guerra, que continúa mientras se escriben -o se leen- estas líneas.

Trasfondo literario

El título de la exposición, tal y como explica Betancor, tiene detrás su trasfondo literario: está inspirado en el libro de Jorge Luis Borges, Historia Universal de la Infamia y también en Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago, donde se habla de «esa ceguera mundial que se impone como una epidemia», en palabras del comisario de la muestra.

Para el fotógrafo canario, la mirada de Maloletka «es imprescindible» y «se ha convertido en uno de los testimonios más cercanos y certeros del drama que sufre la población civil ucraniana, como siempre las únicas y verdaderas víctimas de esta y todas las guerras. Un trabajo fotográfico que anuda gargantas y enmudece el grito de rabia que sus imágenes nos provoca, pero que tienen el enorme valor de convertirse en las pruebas de cargo incontestables que señalan la infamia de los culpables».

Presentación de la exposición 'Crónica visual de la infamia' sobre la guerra de Ucrania.

Presentación de la exposición 'Crónica visual de la infamia' sobre la guerra de Ucrania. / Ángel Medina

Esta es también la esperanza del propio Maloletka, que en el vídeo que acompaña a la exposición explica que para él su labor al trabajar en terreno es «proporcionar hechos», producir esas fotografías que «serán documentos sobre crímenes de guerra». «La fotografía de guerra realmente versa sobre un solo tema: la devastación de la vida humana», indica en este sentido Betancor.

Grandes reconocimientos

La labor de Evgeniy Maloletka ha sido ampliamente reconocida en todo el mundo: el fotoperiodista ha sido galardonado con el prestigioso premio World Press Photo 2023, se ha llevado el Pulitzer y ahora se encuentra nominado al Bafta y al Óscar por su documental 20 días en Mariúpol. «No me siento emocionado, conozco la importancia de la información y por qué esta imagen debe ser recordada, no premiada. El World Press Photo a lo que ayuda es a que se mantenga la atención sobre Ucrania».

El semblante firme de Maloletka en la pantalla mientras habla muestra su compromiso: no quiere reconocimientos, quiere ser útil. Y las emociones «no te ayudan a hacer tu trabajo», tal y como indica el fotoperiodista ucraniano. «A veces solo hay que fotografiar, la reflexión viene después».

Sin esta coraza, a Maloletka le sería imposible lidiar con el dolor de una madre embarazada a la que sacan de un hospital bombardeado, con el de unos padres que han perdido a su hijo de 18 meses, con el de una anciana que saca a sus mascotas empapadas del agua en su casa inundada, con el de una esposa que llora sobre el cuerpo inerte de su marido. El dolor de un país, el dolor del mundo.