Arte

'Presente continuo': la belleza en la llaga del bosque

La nueva exposición del fotógrafo Alexis W comisariada por Marcos Rivero Mentado se inaugura mañana en la Galería Saro León

Es la primera vez en 30 años de carrera que el artista se aventura a hacer fotos del paisaje

Exposición 'Presente continuo' de Alexis W en la galería Saro León.

Exposición 'Presente continuo' de Alexis W en la galería Saro León. / José Carlos Guerra

Martina Andrés

Martina Andrés

El bosque es el territorio de las raíces, de las conexiones bajo tierra, de las fábulas y cuentos, de la luz y la oscuridad. Un territorio que conduce de forma suave al paseo, a la contemplación, a perderse una y otra vez en sus estampas. Y a eso mismo invita también Presente Continuo, la última exposición del fotógrafo herreño Alexis W, artista que vuelve a los espacios expositivos después de ocho años mañana en la Galería Saro León, a partir de las 20.00 horas, donde se inaugura esta muestra que, tal y como indica el herreño, «va a sorprender» a las personas que conozcan su trabajo. Y, para los que no, las piezas ofrecen la oportunidad de conmoverse.

Porque Presente Continuo es una búsqueda de la belleza en la que Alexis W remueve el imaginario habitual del bosque -de verdes, hojas y ramas- y lo sustituye por el de encontrar el paisaje dentro del paisaje. «En los artistas existe una especie de exigencia por contextualizar lo que hacemos en clave de compromiso o de encrucijada contemporánea. En ese sentido, este proyecto es una búsqueda de la belleza por la belleza. Sin más. El monte es un escenario que te invita a todo tipo de fabulaciones, que te permite acercarte a cualquiera de las encrucijadas de la sociedad contemporánea, pero he de decir que he llegado aquí en un acercarme al bosque, en un observarlo, sentirlo, caminarlo con los ojos abiertos, con los ojos cerrados», relata el artista rodeado de su obra en la calle Villavicencio del barrio de Triana.

En la pared blanca de la Galería Saro León parece que el árbol cobra vida y que sus texturas atraviesan el papel. La corteza, tan variada en sus distintas formas y colores, es un paisaje en sí mismo que en la pieza Dermis, hace un guiño al propio bosque y a la diversidad. La corteza llora con lágrimas de resina en otras de las imágenes, «es la herida, la herida del bosque», remarca Alexis W, que también busca la belleza en la llaga, en el dolor. Unas pinceladas de negro recuerdan la memoria del fuego, «ese fuego que un día abrasó» y que remite a los árboles que, tal y como indica el fotógrafo, son «templos de lo sublime que alimentaron a nuestros antepasados y que ahora nos oxigenan y protegen».

Este proceso le ha permitido al artista, en sus propias palabras, «tomar conciencia de lo que significa estar vivo, de la sensación de pertenencia y, sobre todo, percibir lo insignificantes que somos en el orden interno del mundo».

Solo la naturaleza

Después de treinta años en los que su arte se ha centrado principalmente en las personas, en el otro como protagonista, es la primera vez que Alexis W se aventura a fotografiar únicamente a la naturaleza sin ningún elemento humano. Esta aproximación empezó a ver la luz hace cuatro años, cuando el artista herreño fue invitado a participar en el libro El Hierro. La isla al principio de Ediciones Remotas junto al escritor Víctor Álamo de la Rosa. Este volumen, que pertenece a la colección Cicerone de la mencionada editorial, tenía como objetivo ofrecer una nueva perspectiva de la isla natal del artista a lo largo de sus más de 130 páginas. Aquí, Alexis W retrata no solo el paisaje herreño, sino a los propios habitantes de la isla «para que veamos qué reflejan sus rostros, cómo son los surcos de su piel y qué esconden los colores de sus ojos», tal y como indica la sinopsis de la obra.

«Soy un fotógrafo para el que las personas han sido las protagonistas del relato. Hasta ese momento nunca había hecho una foto de paisajes. Esta exposición es un nuevo camino que he abierto en mis líneas discursivas», explica el artista en alusión a los comienzos del proyecto.

En Presente Continuo también están vigentes los componentes de la memoria y del cariño: «Yo crecí en el monte, era el sitio de juego, de trabajo, recuerdo a mi padre con olor a pino», relata el artista herreño. «Estos árboles sagrados, que son el éxito más grande de la vida, merecen todo nuestro cariño y respeto», apunta por otra parte.

Unas siluetas hechas de pinocha parecen sorprendidas en la pared del fondo de la galería. Representan el misterio del bosque que, como puntualiza Alexis W, «tiene un lugar en todas las culturas».

Ejercicio estético

«Estoy posicionado políticamente con la defensa de nuestro territorio, con la defensa de nuestro patrimonio natural y cultural», remarca el artista. Pero, en el caso de Presente Continuo, Alexis W vuelve a dejarlo claro: «Esta exposición es un ejercicio estético». Aunque se considera un artista reivindicativo y preocupado por la realidad que le rodea, como lo demuestra el proyecto colectivo y comunitario FERRO (en el que el fotógrafo lleva inmerso alrededor de 15 años transformando el paisaje de su isla natal y en el que hace partícipes a todos los estamentos de la sociedad herreña), en esta ocasión lo que ha hecho es dejarse llevar por los caminos del bosque y, en sus propias palabras, «desvanecerse ante la presencia de lo bello en la naturaleza».

El artista herreño confiesa que hacía mucho tiempo que no se emocionaba tanto con su propio trabajo. «Me faltó un punto para que se me saltaran las lágrimas. Sentí como el árbol estaba en el papel fotográfico», apunta recordando el momento de impresión de las obras.

«Llevo diez años retratando a los herreños y estos retratos son muy íntimos, hay veces en las que me excito de tanta belleza y otras en las que tengo que apagar el ordenador porque me parecen muy duros. Pero esta muestra tiene que ver con la belleza, con la estética. Es una reivindicación que no estaba nunca en mi discurso. Mi forma de entender la belleza está alejándose del canon», remarca el fotógrafo.

La reivindicación social y la búsqueda de la belleza por la belleza no son incompatibles. Alexis W cubrió hace casi dos años las paredes del Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) con Batallón sin fronteras, una serie de cuatro retratos que mostraban a los integrantes de la ONG Payasos Sin Fronteras -que prestan ayuda humanitaria desde las artes escénicas en diferentes conflictos bélicos- y que reflejaban el rechazo del propio artista a la violencia y los conflictos (en este caso concreto, a la guerra de Ucrania). «Son antihéroes de carne y hueso que nos recuerdan a un triste y desangelado batallón recién llegado del frente donde sabemos que las cosas no son fáciles para nadie», explicó el fotógrafo en su momento.

Ahora, el artista herreño vuelve a las galerías en una búsqueda de lo bello y lo estético, una suerte de reivindicación en un mundo cada vez más acelerado en el que cada vez hay menos tiempo para pararse a observar y dejarse conmover por lo maravilloso y lo inmenso del bosque.