Cine

Los chinijos de oro van al cine

El Festival de Cine de Lanzarote ofrece una sesión de cortos para los mayores de las siete residencias que hay en la Isla

El Festival de Cine de Lanzarote celebró, un año más, una sesión de cortos a la que asistieron más de 100 mayores procedentes de las siete residencias de la Isla. Se proyectaron cuatro documentales, entre ellos, ‘Las Esperas’, cuya protagonista Nieves Betancort de 92 años se encontraba entre el público.

Nieves Betancort es como una estrella rutilante, de las que brillan, de las que iluminan la pantalla sin demasiado esfuerzo. Al primer parpadeo, a la primera conversación ya te gana.

Ella sale, habla, gesticula, y sonríe. Tiene esa risa contagiosa, que se estira, que se expande y que se escucha al otro lado.

Aunque no tengas ganas de reír, Nieves logra que el que escucha sonría, y después que le entre una risa de esas escandalosas, de las que cuesta tanto controlar.

Los cortos

Nieves Betancort acudió el jueves 16 de mayo a la sesión de cine que organiza el Festival de Cine de Lanzarote, a la sesión dedicada a los Mayores Sin Reparo. Se proyectaban cuatro cortos: Expiatio de Anatael Pérez, El Hombre de Hojalata de Francisco Javier Pérez, El Viaje de la Memoria de Concha de Ganzo y Las Esperas del director Ismael Curbelo, y cuya protagonista Nieves Betancort no dejó de recibir felicitaciones, que como dice ella, «se acercaban hasta donde estaba sentada para decirme que lo había hecho bien, y yo que les iba a decir, pues nada, les daba las gracias».

XVI Muestra de Cortos 'Mayores sin reparo' en el Festival Internacional de Cine de Lanzarote 2024

XVI Muestra de Cortos 'Mayores sin reparo' en el Festival Internacional de Cine de Lanzarote 2024 / La Provincia

Lo curioso de esta artista es que los largometrajes no suelen gustarle, dice que se aburre, que prefiere jugar al chinchón, y si está sola, hace un solitario, o dos.

La primera vez que su hija la llevó al cine en Arrecife lo pasó mal. Y así como la estrella que es explica con detalles, y muchos gestos, qué le pasó esa tarde: «Mira en aquella pantalla salió una chica, que se estaba comiendo un bocadillo con bichos, los bichos sarsaliando. Tuve que decirle a mi hija que me sacara de allí, estaba toda revuelta».

Después al descubrir los cortometrajes y participar en varios de ellos, como Las Esperas, La Vida era esto, Nieves ha cambiado de opinión y ahora, a sus 92 años, todavía confía en seguir demostrando su arte.

Siete residencias

La sesión Mayores Sin Reparo que organiza desde hace 16 años el Festival de Cine de Lanzarote y que coordina Alberto Durán supone para estos chicos y chicas de oro la oportunidad de salir de sus residencias y hacer algo distinto. En esta edición han participado mayores de siete residencias de Lanzarote, de Haría, Tinajo, Tiagua, Teguise y Arrecife.

Les encanta que los lleven en las guaguas de excursión y así poder romper con la monotonía habitual.

El festival de Lanzarote lleva 16 años organizando la sesión de cine de ‘Mayores Sin Reparo’

Comentaba Marcial Hernández, de la residencia San Roque de Tinajo, que para ellos es como una fiesta: «Aquí dentro hacemos cosas, pero al final si todos los días haces lo mismo, pues te aburres. Ir al cine ha estado bien, además te encuentras con mucha gente que no conoces, o con otros que hacía tiempo que no veías. Yo además conocí mucho a Eulogio, el que sale en la película. Las mujeres de La Graciosa llevaban sus cestas con el pescado».

XVI Muestra de Cortos 'Mayores sin reparo' en el Festival Internacional de Cine de Lanzarote 2024

XVI Muestra de Cortos 'Mayores sin reparo' en el Festival Internacional de Cine de Lanzarote 2024 / La Provincia

Marcial Hernández tiene 95 años y muchas cosas que contar. Él nació en La Graciosa, y fue como la mayoría de gracioseros, pescador, después se fue a Gran Canaria y se sacó el carné: «Fui el primer chofer de Caleta de Sebo, el primero».

Delante y detrás de la pantalla aparecen historias, relatos que merecen espacios, secuencias, enfoques que habría que contar. Son esas pequeñas joyas que forman parte de la historia menuda de Lanzarote.

María Milagros y su globo ‘bombillita’

La imagen resulta tan tierna que dan ganas de salir corriendo y abrazarla, y de ayudar a María Milagros a que vuelva a colocar ese globo rosa, o naranja, dentro de su talega. Al principio parecía que trataba de llevarse el globo como un recuerdo de ese día de cine, pero no. María Milagros, que en dos días cumplirá 89 años, lleva algún tiempo considerando que ese globo es su amigo. Y lo carga en su talega cuando sale, cuando sale al jardín, cuando la llevan de excursión, por eso lo llevó a la sesión de cortometrajes que organizaron los del Festival de Cine de Lanzarote, y se sentó en la primera fila para no perder detalle. Después entendió que quizás había llegado el momento de hablar con otros, y entonces volvió a guardar su globo, al que ha puesto el nombre de bombillita. Dicen en la residencia Domingo de Guzmán en Las Cabreras que María Milagros suele hablar con su globo, lo trata como a un niño pequeño. Como Robinson Crusoe hablaba con su coco. En un mundo particular de sueños, de amigos imaginarios, en el que puede volar sola, y no sentirse sola. La historia de María Milagros y su globo es mágica. Como ella. Con la cara que pone cuando el fotógrafo descubre su secreto: sonríe con cierto reparo. Y así con mimo, con el cariño que se tiene a alguien conocido, vuelve a guardar su globo en la talega. María Milagros espero que entiendas que solo he tratado de contar una curiosa amistad desde el respeto y la maravilla que ha supuesto conocer algo de ti. | Concha de Ganzo